LA ÚLTIMA FRONTERA DE LA DEMOCRACIA
Estamos viviendo un momento histórico, pese a contar una prensa manipulada y “atada” por los dos grandes partidos, con excepcionales casos de periodistas “quijotes” o webs de librepensamiento como ésta, existe una quinta de españoles que por edad e ideales democráticos acabarán con el monopolio y la “partitocracia” de los medios. Lo que escribo no es ninguna quimera, es sólo cuestión de tiempo, puesto que los nacidos entre los años sesenta y setenta serán, por edad, los futuros líderes de nuestra sociedad.
Una sociedad actualmente aborregada y “maleable” por unos dirigentes y su “cohorte de comunicadores”, que se dan palmadas contra el pecho por ser adalides de la “Democracia”, pero a la hora de demostrar sus valores dentro de sus propias estructuras nos confirman ser unos verdaderos dictadores y lo que subyace son sus principios antidemocráticos, los personalismos y el juego de intereses de poder. Ellos no quieren la libertad de voto, ellos la usan.
No soy ningún idealista de tres al cuarto, puesto que me siento consecuente y realista, si bien, en la atmósfera se puede respirar, con lentitud pero con paso firme, la llegada en todos sectores y ámbitos profesionales y culturales de una nueva generación que está transformando poco a poco la tela de araña, que hace tiempo nos tejieron para favorecer a multitud de intereses variopintos.
Las personas que formamos esta generación somos la última frontera en la defensa de la democracia, en caso contrario estaríamos avocados al fracaso, puesto que somos los que con autenticidad defendemos las ideas que nos enseñaron nuestros padres y nuestros educadores en la escuela. El poso está en nuestro interior y queramos o no, forma parte implícita de nuestro pensamiento moderado, tolerante e inteligente. La reflexión que me hago a mi mismo, y comparto con vosotros a través de estas líneas, es que no desesperemos nunca, que al caer uno, otro, levantará nuestra bandera. Cada vez somos más los dispuestos a darnos el relevo y sobre todo, que creamos en el poder inmenso que tiene el individuo como ser independiente para alcanzar las metas propuestas, y eso es algo que temen por encima de todo los que nos intentan moldear con el fin de perpetuarse en cualquier esfera hacia la que fijemos la mirada.
Juan Miguel Espinar
Presidente de “Mayoría Democrática”
|