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Pujol

“Todos queremos más… y más y más y mucho más…” Aunque unos más que otros.

La carrera de Pujol y Mucus.
La carrera de Pujol y Mucus.
La urgente necesidad de Pujol por demostrar su seguridad en sí mismo ha dejado atónito a Mucus, la inteligencia natural de un moco que nació en Chorilandia.
Pujol ese hombre que está disfrutando del verano en su casa del Pirineo catalán, dijo hace unos días que se ponía a “disposición de la justicia” por sus asuntillos con Hacienda, aunque también llevará ante la justicia a los bancos andorranos desde los que se filtraron información sobre sus cu€ntita$.
Mucus aclara que en el sistema plutocrático hacer justicia significa que: quien pu€d€, pu€d€, y según con quien viene en “ferrari” o en tortuga, aunque también pueden desalojarla de la tortuga, y que la igualdad que existe es de clase y es por su L€Y.

Aunque en cuanto a la canción “Todos queremos más… y más y más y mucho más…” quizá no sea tan cierto y haya quien prefiera la calidad a la cantidad, que no justifiquen su ambición amparándose en sus creencias.

Autónomos, esa panda de abusones cargada de derechos


Sí, eso es lo que somos los autónomos, unos abusones, o al menos es la imagen que tan a menudo damos de nosotros mismos; tal vez porque no nos vendemos bien. Si los autónomos contratamos a alguien es porque vamos a enriquecernos con el sudor del empleado (eso dicen). Nadie parece ver la realidad como es: cuando el autónomo se queda sin trabajo tiene dos opciones: seguir pagando al empleado y sus cotizaciones de su bolsillo o despedirlo... y pagar el despido, que por mucho que se diga que ya no existe eso del despido, sigue existiendo y sigue constando una pasta gansa. Un dinero que hay que pagar precisamente cuando menos se tiene.
Lo que ocurre es que la sociedad solo parece ver (o querer ver) los derechos del trabajador, pero no los de su empleador, y confunde a menudo enormes empresas con una fuerza laboral y económica desmedida, con un autónomo que tiene a su cargo dos o tres empleados y no llega a fin de mes en casa. Empleados que tienen todos los derechos del mundo, y me parece muy bien, pero son derechos que al propio autónomo que los ha empleado se le niegan. Porque si la empresa cierra, los trabajadores tendrán paro en la mayoría de los casos, pero su empleador no lo tendrá, los empleados dispondrán cada año de un mes de vacaciones, cosa que el empleador muchas veces no tiene. El empleado tiene un sueldo garantizado, se facture o no se facture ese mes, el autónomo no sabe lo que podrá facturar ni cuando lo podrá cobrar. El empleado tiene derecho a dos pagas al año... el autónomo no puede facturarle más dinero a sus clientes porque estemos en verano o en Navidad. El empleado podrá coger la baja al mínimo contratiempo, pero el autónomo lo va a tener más crudo, quizás porque ni siquiera se atreva a cogerla.
#autónomos
Autónomos y su distorsionada imagen social.

La imagen de los autónomos

Pero a pesar de todo, la imagen del autónomo y del pequeño empresario sigue siendo nefasta en este país. Todo el mundo parece pensar que basta con darse de alta de autónomo para enriquecerse con el trabajo y el esfuerzo de los demás, y no se tiene en cuenta que, gracias a los autónomos, hay mucha menos gente en el paro; de entrada ellos mismos, que voluntariamente se han apartado de esas nefastas listas y se han echado al monte con lo puesto, y por otra parte, muchos son los que han acabado contratando a alguien.
A cambio todo son obligaciones y presiones, tanto sociales como fiscales... Hacienda los persigue en lugar de incentivarlos...
Algo no está funcionando adecuadamente... ¿alguien sabría explicarme lo que es?
Ramón Cerdá

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