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ARTUR MAS TRAS LA APARICIÓN DE PUJOL

Rafael del Barco Carreras

Barcelona 11-08-2014.  Pujol se deja ver, pero sin pasear por el pueblo. Cumple un protocolo. Rodeado de guardaespaldas entra en un coche y desaparece. Ni un café en el bar… y ¡mientras Artur Mas de vacaciones!


 El tema Pujol es privado.  Desde su "Siento pena, compasión y un dolor muy grande por ...” no se ha pronunciado, ni por la aparición, ni por las citaciones judiciales y de Hacienda, y menos por los multimillones que colecciona el Juez Ruz. Parece que no va con él. Sin embargo le “va demasiado”


Jordi Pujol nos cuenta en sus “Memòries” (Memòries (III) De la bonança a un repte nou (1993-2011) que Artur Mas es un catalanista de “pedra picada”, de “piedra picada”, de dura y absoluta fidelidad. Si entiendo la expresión, no la entendí referida al catalanismo. Le supuse un fiel cumplidor de la fe pujolista, y de los ritos y prácticas catalanistas; además de adecuados apellidos, nivel “uno” de catalán, ofrendas a Rafael Casanova el 11-S, recitar desde Ramon Llull a Verdaguer o Espriu, y memorizar los nombres, vida y milagros, de todos los presidentes de la Generalitat o Mancomunidad. Más sería imposible.

Sabiendo que se iniciara en Tipel SA, la quiebra por 8.000 millones de pesetas de los Prenafeta (con avales de la Generalitat) donde afianzó relación e intimidad con los Pujol Ferrusola,  malicié que Artur escondía más virtudes. Sumaba la amistad íntima al estricto cumplidor catalanista. Pero no era suficiente para sentarse a la diestra del sumo sacerdote; debía probar la fidelidad. Publicaba ayer ABC:

 “Artur Mas gestionó 2.129 millones a la sombra de Pujol entre 1995 y 1997

El actual presidente de la Generalitat estuvo al frente de la Consejería de Política Territorial y Obras Públicas entre 1995-97

Escándalos anteriores

Palabras premonitorias, pero también justificadas en el hecho de que Mas sustituía a Jaume Roma, quien presentó la dimisión apenas un año después de ser elegido consejero, tras ser investigado por irregularidades en la adjudicación de obras pública. En 2001, la Audiencia de Barcelona archivó la causa exculpó al exconsejero. A su vez, Roma relevó en el cargo a Josep Maria Cullell, quien fue objeto de pesquisas judiciales por tráfico de influencias.”

“Obras Públicas”, el santa santorum pujolista, la forja de un verdadero catalanista. Tras dos años de prueba asciende a Conselle de Economía, y en 2001 es ungido “Conselle en Cap”. El “primun inter pares” tras el Honoraple President. Consolidada la intimidad familiar con el muy activo Jordi Pujol Ferrusola, ¡de pedra picada!


Dice su biografía que el año 2000 se cambió el “Arturo” por “Artur”… con “mesa redonda” incluida…

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