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Villarejo denuncia un chantaje a Corinna y acusa al CNI de 'perder' dinero de un rescate.

El comisario de la Policía José Manuel Villarejo ha utilizado un medio de su propiedad para acusar al CNI de estar detrás de la campaña informativa que, a su juicio, está sufriendo en los últimos días


JOSÉ MARÍA OLMO

CORINNA ZU SAYN-WITTGENSTEINPOLICÍA NACIONALREY DON JUAN CARLOSMINISTERIO DEL INTERIORCOMISARIO VILLAREJO
El comisario de la Policía Nacional José Manuel Villarejo Pérez ha decidido abandonar temporalmente su labor como investigador de grandes casos de corrupción para protagonizar su propio escándalo. Un diario digital controlado por este mando de las Fuerzas de Seguridad del Estado publicó a última hora del lunes un editorial titulado “Las claves de la campaña contra el comisario Villarejo” que, además de defender a su propietario, acusa al CNI de haber “perdido” dinero procedente de “fondos reservados”, asegura que Corinna ha recibido presiones para “volver a los brazos” del rey Juan Carlos y denuncia que compañeros de la Policía “falsifican pruebas” y cometen un “cúmulo de ilegalidades”, entre otras graves afirmaciones.  
El medio que ha publicado el texto es Información Sensible. En apariencia, no tiene ninguna relación con el comisario Villarejo. Sin embargo, el 100% de las acciones de la editora, Sensible Code SL, pertenece a la firma Desarrollos Empresariales Potes SL, cuyo administrador único es el abogado David Macías González, empleado del entramado empresarial que, como reveló El País este martes, posee el comisario Villarejo en España. El propio Macías ofrece sus servicios como abogado en internet utilizando la dirección de un despacho situado en el número 1 de la Plaza de Pablo Ruiz Picasso, exactamente el mismo domicilio que usa la mayoría de mercantiles de Villarejo y su familia.
Una misteriosa acusación popular
Se da la circunstancia de que el mismo abogado también actúa como representante legal de la Asociación Transparencia y Justicia, la tapadera que el comisario de Policía ha utilizado en los últimos años para tratar de influir en procesos judiciales tan destacados, por ejemplo, como el caso Campeón, el incidente de tráfico de Esperanza Aguirre, el caso del pequeño Nicolás y la investigación sobre el ático que ha costado la carrera política a Ignacio González.
Este último escándalo ha sido precisamente el que ha colocado al comisario Villarejo en el foco mediático. González afirmó la semana pasada en una conferencia de prensa que Villarejo era el responsable de la investigación sobre su vivienda de lujo en Marbella y aseguró que le había amenazado con difundir los datos que había conseguido en el curso de esas pesquisas. La grabación de una reunión mantenida entre ambos en noviembre de 2011 deja en el aire las acusaciones del aún presidente de la Comunidad de Madrid, pero Villarejo anunció públicamente una denuncia contra González por acusarle de chantajista. Es la segunda que anuncia en un mes. La primera tuvo como destinatario a un colega, el comisario de Asuntos Internos de la Policía, Marcelino Martín-Blas, a quien acusa de haberle mencionado sin fundamento en un informe del procedimiento sobre el pequeño Nicolás.

Pero Villarejo ha recurrido a su propio medio de comunicación para lanzar una nueva acusación contra quienes, a su juicio, han orquestado la “campaña” que afirma estar sufriendo durante los últimos días. El texto no tiene desperdicio. Contiene datos que, de ser ciertos, serían suficientes para hacer tambalear varias veces los pilares de un Estado de derecho.
Un agente encubierto
Por un lado, el editorial asegura que el comisario –se refiere todo el tiempo a él en tercera persona– “durante más de veinte años ha realizado unas labores discretas y reservadas como agente encubierto, con una red de colaboradores infiltrada por todo el mundo y aportando información de los delitos más graves, como tráfico de armas, tráfico de drogas, trata, así como el blanqueo de capitales procedente de estos delitos, corrupción política y por supuesto terrorismo en todas sus modalidades”.

Corinna. (Gtres)
Por ello, el texto denuncia que, teniendo en cuenta esta hoja de servicios a España, el funcionario “sea ahora expuesto y en un momento determinado sea conocida su identidad y lo que es más grave, en breve se publicarán todos los nombres de su familia, así como la estructura empresarial familiar que se ha labrado durante los diez años que estuvo excedente”. “¿A quién ha interesado que todo el mundo conozca ahora al Comisario Villarejo? ¿Y qué interés periodístico tiene que se queme la estructura empresarial de la familia del Comisario?”, prosigue el editorial en referencia al artículo publicado este martes por El País, con información de las compañías que controla este agente.
La respuesta a esas preguntas la ofrece el propio artículo señalando directamente al CNI de estar tras esas informaciones. “En cualquier país civilizado, el descubrir la identidad de un agente encubierto y poner en riesgo su red de colaboradores se consideraría traición. Pero, aquí, la frivolidad y el morbo puede a la lógica y al sentido común”, se lamenta Información Sensible, justo antes de deslizar dos graves acusaciones.
Coincidencia con “asuntos muy espinosos”
Según este diario, la “campaña” mediática que estaría sufriendo Villarejo coincidiría curiosamente con que “meses atrás el comisario denunció un par de asuntos muy espinosos” sobre los que hasta ahora no había trascendido ningún dato.
En concreto, Información Sensible asegura que el agente denunció que “un servicio de inteligencia”, en clara alusión al CNI, “ha perdido dinero de los fondos reservados” en el tránsito “para pagar el rescate de unos periodistas”.  El artículo no menciona los nombres de los reporteros, aunque los únicos que han estado secuestrados en recientemente son el fotógrafo Manu Brabo, en Libia, el también reportero gráfico Ricardo Vilanova y el periodista Javier Espinosa, en Siria. Y, efectivamente, el CNI se encargó de coordinar las operaciones para liberarlos.

El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el general Félix San Roldán. (EFE)
El texto también achaca los artículos críticos con el comisario Villarejo al hecho de que este también denunciara recientemente “que una tal Corinna quiera denunciar en el Reino de España las amenazas que un sujeto –al que llama el Troll– [sic] le ha infringido a ella y a sus hijos, salvo que vuelva a brazos del Señor”. A pesar del tono misterioso de estas líneas, no es difícil concluir que la Corinna de la que habla el editorial es la princesa Corinna Zu Sayn-Wittgenstein y, el enigmático Señor, el rey Juan Carlos. Hasta el momento no había trascendido ninguna información relacionada con esas presuntas presiones.
Asuntos Internos ha quedado en “ridículo”
El editorial de Información Sensible va más allá. Asegura que el comisario de Asuntos Internos de la Policía Nacional, Marcelino Martín-Blas, cometió un “cúmulo de ilegalidades y falsificación de pruebas” para introducir con “intención maliciosa” el nombre de Villarejo en el marco de la Operación Prima, que el pasado noviembre desarticuló una red de blanqueo y tráfico ilegal de sustancias liderada por un empresario indio. En otro párrafo, también afirma que Martín-Blas ha quedado en ridículo por haber confundido a Villarejo con un jubilado de 81 años dentro de otra conocida investigación, el caso del pequeño Nicolás.
El artículo encara su final con una reflexión. “Es curioso cómo al peligroso Comisario nadie le tiene miedo, todo el mundo le insulta, insinuando las cloacas, el hedor… el que algunos sienten por tener su ropa interior algo manchada y claro… al final su propio olor termina por afectarle… Es un poco raro que nadie se preocupe de las graves represalias…¡Dios!, como venga el Comisario Oscuro…¡prepararos todos!”, concluye.

¡Nela, Nela! exclamaba D. Benito Pérez Galdós, anciano y ciego, al escuchar en el teatro el estreno de su "Marianela" la niña fea, que junto a "Misericordia" retrataron una España que no debería haber existido, una enécdota que explica mejor que yo.http://caramillo.blogspot.com.es/2012_07_01_archive.html

CON LOS OJOS CERRADOS
" Es el estreno de la adaptación teatral de la novela de Benito Pérez Galdós Marianela. En esa primera noche, el autor ocupa un lugar de honor en el teatro, ese hombre ya mayor, de vuelta de tantas cosas y, por si eso fuera poco, ciego.
Y en la oscuridad compartida con el resto de los espectadores, en un momento dado, al oír la voz de la actriz que encarna a la protagonista femenina, suponemos que después de una emoción creciente en su interior, Galdós se pone en pie y alzando las manos hacia el escenario se le oye decir: “Nela, Nela”, mientras le brotan lágrimas sin freno de sus ojos. Me imagino que semejante escena haría llorar a más de uno de los testigos de aquel momento emotivo. 

El crítico Ricardo Gullón sugiere que tal vez ello se debía al hecho de que tras el personaje novelístico de Marianela se ocultaba Sisita, el primer amor del escritor canario. La idea es verosímil, ciertamente, pero a ratos me gustaría creer que esa explosión de llanto podría obedecer también a la escucha de unas palabras que él había creado muchos años atrás, en boca de un personaje por el que sentía un cariño especial, puesto que fue una de las novelas más populares del novelista. 

La vida lo alejaba de aquellos primeros años de profesión, de las fuerzas de la juventud, de una época en la que era alabado y admirado no sólo en nuestro país sino también en el extranjero, de un mundo que ya era pasado frente a otro que era presente y que, para colmo, tampoco podía ver. Y de repente, como si de un milagro se tratara, todo aquello que fue su vida pretérita se le abalanzaba en unos minutos, en el silencio recogido y compartido por cientos de almas a su alrededor, y oprimía su corazón".



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Publicado por Blogger para JOSMAN (JOSé MANuel García García) el 3/11/2015 09:02:00 p. m.

Policía riéndose en un desahucio.


Por lo visto una reportera ha fotografiado a un policía riéndose en un desahucio. Hasta ahí no mucho que destacar. En primer lugar la policía hace su trabajo y no es quien ordena el desahucio, en segundo lugar, puede que el desahucio sea completamente legal (aunque moralmente no lo sea tanto), y en tercer lugar, es posible que no se estuviera riendo de ello sino de cualquier otra cosa. No obstante...

La foto del policía riéndose en un desahucio ha llegado a las redes...

#policía riéndose en un desahucio
¿Es ético un policía riéndose en un desahucio?
... y el policía ha denunciado a la reportera por «vejación injusta». Ya hay juicio oral programado para el 8 de abril de 2015.
Alicia Armesto es la reportera que ha divulgado la foto del policía riéndose en un desahucio, acompañada del siguiente texto:
«Orgullosos de echar a niños de cinco y siete años #Jessicasequeda»
El policía afirma que se dirigió a la reportera para «proceder a identificarla, advirtiéndola de que en el caso de que dichas fotografías fueran publicadas en internet con ánimo denigratorio lo pondría en conocimiento del Juzgado correspondiente» y lo mismo si «se pusiera en peligro su seguridad o sus derechos a la intimidad, propia imagen y honor»
La reportera asegura: «Es mi obligación denunciar estas situaciones». «En otros desahucios ya me llaman por mi nombre. Saben quién soy». «Dicen que me negué a identificarme y es mentira. No me pidieron que me identificara y, además, yo siempre llevo mi acreditación de prensa colgada» «Llegué y me encontré a la mujer que acababa de ser desahuciada junto a sus hijos llorando y al agente de policía que me ha denunciado riéndose mientras decía: "Tranquila, que ahí llega Podemos"», «antes los policías se reían en los desahucios debajo de la braga y ahora ya lo hacen a cara descubierta».
Hablamos de una reportera que se supone que se dedica profesionalmente a eso, imaginemos lo que pasaría si alguno de nosotros colgamos una foto de este tipo con algún comentario al respecto.
Ramón Cerdá

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