La infanta Cristina de Borbón intentó colar como si se tratara de un gasto el alquiler de su palacete familiar de Pedralbes a Aizoon S. L., la empresa de la que es copropietaria junto a su marido, Iñaki Urdangarin. Hacienda, sin embargo, detectó el engaño y rechazó admitir esa y otras facturas presentadas por la hija menor del Rey con la intención de desgravar, según consta en el último informe remitido por la Agencia Tributaria al juez José Castro, que instruye el caso Nóos.
Ya en un informe anterior relativo a la contabilidad de Aizoon e incorporado al sumario el pasado mes de mayo, Hacienda detectó que los duques de Palma habían desgravado en la cuenta de resultados de la empresa gastos personales completamente ajenos a la actividad de la misma, entre ellos la fiesta de cumpleaños de uno de los hijos del matrimonio o un curso de coaching para directivos en el que se matriculó la Infanta. Según la Agencia Tributaria, esos gastos son "claramente pertenecientes al ámbito personal o familiar".
Castro pidió el pasado mes de agosto a Hacienda que le aporte nueva documentación sobre los cobros y pagos que la Infanta realizó con terceras personas para comprobar si el origen y destino de esas operaciones fue la mercantil Aizoon. El juez, que está a la espera de recibir ese informe, trata de reunir todas las pruebas de la presunta comisión por parte de la duquesa de Palma de los delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales. Una vez que lo tenga en su poder, Castro decidirá si imputa de nuevo a Doña Cristina.
Lo que el juez ya sabe es que la hija de Don Juan Carlos trató de cobrar varias facturas en concepto de "alquiler de las instalaciones de Elisenda de Pinós a Aizoon". Elisenda de Pinós es la calle donde se ubica el palacete que los duques de Palma compraron en 2004 por seis millones de euros, en el exclusivo barrio barcelonés de Pedralbes. La Infanta y su marido pidieron prestado al Rey 1,2 millones para hacer frente al pago, además de un crédito hipotecario que les concedió La Caixa en condiciones muy ventajosas. Posteriormente invirtieron otros 2,9 millones en la remodelación de la vivienda, que ahora acaba de ser puesta a la venta por casi 10 millones.
Impuesto de sociedades
La burda maniobra de la Infanta consistió en girar a Aizoon una factura de 3.828 euros por el alquiler del palacete familiar, para posteriormente camuflar ese pago ante Hacienda como si fuera un gasto de su propia empresa. Pero la Agencia Tributaria advirtió el engaño y no admitió la factura, tal y como aparece consignado en el último informe remitido al juez Castro, fechado el pasado 27 de agosto y referido a la liquidación del impuesto de sociedades de Aizoon correspondiente a los ejercicios de 2009 y 2010.
Ese mismo informe revela que los duques de Palma también intentaron colar como gastos de Aizoon otras muchas facturas de carácter personal. Por ejemplo, 15.763 euros en 2009 y otros 14.176 un año después por el renting de una furgoneta familiar Mercedes Viano; 5.242 euros en concepto de "bodega vinos"; 4.591 euros por "productos alimenticios, pasteles y restaurantes", y 3.828 euros más que Urdangarin giró a Aizoon también por el alquiler del palacete de Pedralbes. En todas esas facturas Hacienda hizo constar "no admitido".
La Agencia Tributaria, además, avisa a Castro de que "pudieran existir" otras compras y gastos declarados por Aizoon "que no consten en el modelo 347 por no llegar al mínimo requerido". Los modelos 347 reflejan todos los pagos y cobros en efectivo que superen los 3.000 euros, por lo que Hacienda insinúa que los duques de Palma pudieron justificar como gastos de su empresa cantidades que nada tienen que ver con la actividad de la misma. El informe añade que "hay que advertir de la provisionalidad del sucinto comentario que se efectúa de los distintos gastos, habida cuenta de que no se ha podido realizar una comprobación más cumplida por falta de la documentación necesaria".
La Audiencia Provincial de Baleares suspendió el pasado mes de mayo la imputación de la infanta Cristina decidida por el juez Castro, pero dejó la puerta abierta a una nueva imputación de la hija del Rey por un presunto delito fiscal. La resolución de la Audiencia advertía que la Infanta "debería saber o conocer que Aizoon era una sociedad pantalla y que su marido la utilizaba para defraudar a Hacienda". Y concluía que, como socia al 50% de la empresa, Doña Cristina "pudo haber convocado junta de la sociedad y revocado poderes a su marido o pedido que se regularizase la situación tributaria, pero no lo hizo".