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'Tenía respaldo al más alto nivel, acceso a bases penales y pinchazos'

  • El 'pequeño' Nicolás 'iba escoltado por ex agentes con armas reglamentarias', asegura Miguel Bernad, de Manos Limpias, que cree que es 'hay cosas que no podía inventarse'

  • El detenido por estafa y suplantación le pidió al sindicato 'que desimputáramos a la Infanta Cristina y rebajáramos la petición por Urdangarín y Zarzuela nos lo agradecería', explica

Francisco Nicolás Gómez-Iglesias, ahora detenido por estafa, en la...
Francisco Nicolás Gómez-Iglesias, ahora detenido por estafa, en la coronación de Felipe VI. QUICO ALSEDO

«Estoy convencido de que este chaval tenía respaldo al más alto nivel, pero al más alto, y quizás se le fue la olla y se pasó de listo», asegura Miguel Bernad, del sindicato Manos Limpias, sobre Francisco Nicolás Gómez-Iglesias, el joven detenido la pasada semana acusado de estafa, suplantación y falsedad en documento público tras presuntamente hacerse pasar por agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), después de aparecer en fotos con Aznar, Esperanza Aguirre, y líderes de la patronal y los sindicatos, y hasta ser recibido en la mismísima coronación de Felipe VI en el Palacio Real -Casa Real aún no ha aclarado quién y por qué motivo le invitó-.
Miguel Bernad.
«Este chico puede que fuera un farsante y que nos engañara en lo que nos decía, pero hay cosas de las que mostraba que no podía inventarse, es imposible: maneja bases de datos policiales, le acompañan ex agentes con armas reglamentarias, tiene acceso a pinchazos, incluso de mi propio teléfono», asegura Bernad, que negoció con él por espacio de tres meses y mantuvo varias reuniones: «Decía venir en nombre de Zarzuela y de la vicepresidenta del Gobierno, y nos pedía que, por España, desimputáramos a la Infanta Cristina».

¿Cuándo le conoce?
Hace tres meses. Se me presenta como persona de plena confianza de la vicepresidenta, de Sáenz de Santamaría, y de Zarzuela, no del actual rey, sino del anterior, de Juan Carlos I. Me pide que, por el bien de España, desimputemos a la Infanta Cristina, que estamos haciéndole mucho daño a este país, que la Marca España está sufriendo mucho y los republicanos catalanes lo están aprovechando.
¿Pide algo?
Nada. Tampoco pregunta si queremos nosotros nada. Sólo ofrece el agradecimiento de la institución. Dice que, una vez hagamos el escrito de desimputación, iremos a Zarzuela, que Juan Carlos I aún vive cerca de allí, y que me darán un abrazo tanto el padre como el hijo para agradecerme los servicios prestados. Yo siempre pensé que en este tema, en algún momento, alguien de la Casa Real vendría a decirnos que había que arreglarlo, así que no me extrañó demasiado. La segunda vez me lleva al Club de Campo de Puerta de Hierro en un Audi oficial, con chófer y escolta, e insiste en lo mismo. También pide que rebajemos la petición para Urdangarin, que en vez de nueve años, por ejemplo, le caigan sólo dos, que tiene cuatro hijos y hay muchos chorizos más chorizos que él en la calle, y que es injusto. Le digo que quiero hablar con Soraya.
¿Y qué sucede?
Nada. Él insiste durante seis u ocho reuniones, le digo que envíe un par de abogados del Estado a hablar del tema, pero nadie aparece. Pone como pretexto que le vicepresidenta tiene este viaje y este otro, pero él se levanta todo el rato en las conversaciones para hablar con ella. Después, cuando ve que en el tema Nóos no cedo, me dice que nos van a pasar información muy importante, que nosotros podremos aportar al juez, en las querellas que tenemos interpuestas contra Artur Mas, Oriol Junqueras y Carmen Forcadell. Esa información nunca llega, lo que me hace sospechar. Eso sí, me pone escolta.
¿Escolta?
Me dice que necesito protección por lo que está haciendo Manos Limpias contra el independentismo catalán, y durante mes y medio dos coches protegen mi casa y mi oficina. Audis, con chófer, 24 horas al día. Me pregunta días después: '¿Qué tal la protección?'. Y le digo que sí, que les he visto, claro. Sabe, y me lo demuestra, qué hago cada día, qué periódicos compro, cuál sí y cuál no. Me dice que los Mossos D'Esquadra me están grabando, y me enseña dos conversaciones que yo había tenido, el día anterior, con mi madre, que ya es muy mayor, y con mi hermana.
¿Conversaciones?
Me quedé blanco. Tenía conversaciones mías en su teléfono. Me dice que el CNI recibe los pinchazos de los Mossos, y que los catalanes me están persiguiendo y hay que protegerme. También tiene acceso a datos de matrículas, saca los datos de cualquier coche en cuestión de segundos de su móvil, lo he visto con mis propios ojos. Y lo mismo con las bases de antecedentes policiales y penales: en un momento sabe el registro de cualquiera. Será un farsante, pero algo más que un farsante.
¿No le extrañó su juventud?
Él habla siempre con mucha tranquilidad, con un aplomo impresionante. Decía que el CNI le utilizaba por no estar maleado, por no tener pasado y ser así más creíble. Ve todas las jugadas, tus intenciones, las maneja perfectamente. Se levanta todo el rato a hablar por teléfono, siempre te dice que con gente importante. Una vez me dijo que me iba a pasar al Rey al teléfono por el tema de la Infanta Cristina...
¿A Juan Carlos I?
Sí. Le dije que no quería, que yo no tenía nada que hablar con él, que había un procedimiento judicial y... Quizás me equivoqué, quizás si cojo el teléfono y veo que no hay nadie detrás...
Entonces, ¿es un loco megalómano o...?
Yo creo que efectivamente este chaval tenía esos contactos al más alto nivel, pero que se le fue la olla y con nosotros quiso ponerse una medalla ante esos contactos, conseguir la desimputación. Me hablan ahora de un chalé de lujo de FAESen El Viso, al que irían personajes muy importantes de este país y que él quizás controlaba.
¿Vio indicios de que quienes estaban a su alrededor fueran policías?
Una vez quedé con él en el Meliá de Capitán Haya. Yo iba con un amigo y al volverme a la oficina dijo que nos llevaba. 'Que se venga tu amigo también'. Bueno, pues nos montó en un todoterreno de lujo y nos dijo: 'Este coche lo usa el Rey para cacerías'. Nos enseñó los dispositivos que tenía, que eran impresionantes. Tenía, por ejemplo, esos destellos especiales que hacen los coches de Presidencia del Gobierno. Era claramente ese tipo de coche. Le dijo al acompañante del chófer que pusiera las sirenas y nos saltáramos el tráfico, pero el agente le dijo que había una alerta de israelíes y palestinos y no se podía.
¿Agente?
Este hombre se me presentó, me reconoció de cuando yo era jefe de Personal del Ayuntamiento. Me dijo que él había pedido la excedencia en la Policía Municipal para trabajar en la Casa Real, y me contó todas las unidades en que había estado. Me enseñó, además, su arma reglamentaria. Llevaba su pistola. Lo vi con mis propios ojos.
¿Qué pensó cuando se enteró de la detención de Nicolás la pasada semana?
Él me decía hacía semanas que había que tener cuidado, que había una lucha con facciones del CNI de Gobiernos anteriores. ¿Quizás por eso le detienen Asuntos Internos de la Policía? Pues quizás, no lo sé.
Una última duda: aparte de esta situación, ¿nunca ha venido nadie de Zarzuela a hablar con ustedes del tema Nóos?

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