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Los candidatos de UPyD de Vigo piden tu voto.

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Poli nos echa de la puerta del sol acampadasol

La feria de los discretos

Carlos Sánchez

Zapatero y Rajoy en el Congreso

Zapatero y Rajoy en el Congreso

Se cuenta que una de las primeras decisiones que tomó Kenneth Kaunda cuando llegó a la presidencia de Zambia fue comprarse un avión. Pero al contrario de lo que pudiera parecer, no era para uso privado. Kaunda, uno de los dirigentes africanos que dirigieron la lucha contra el colonialismo, sospechaba de la oposición. Y no se le ocurrió otra cosa que adquirir una aeronave de buen tamaño para que sus adversarios políticos lo acompañaran en sus viajes de Estado. No por deferencia, sino para evitar que le dieran un golpe de Estado. Teniendo en cuenta que Kaunda estuvo 27 años en el poder -algo inusual en el continente- todo indica queacertó en su decisión de desplazarse con la oposición.

Zapatero todavía no viaja con Rajoy en el mismo avión, pero lo que está fuera de toda duda es que la estabilidad política está asegurada en términos de partido. Otra cosa bien distinta es si esa aparente ‘normalidad’ de la vida política en un país con casi cinco millones de parados es la que más interesa a la nación. Las dos formaciones mayoritarias han creado un sistema político ad hocque monopoliza la vida pública de manera exclusiva y excluyente, lo que explica su escasa permeabilidad a la influencia exterior. Más del 70% de los elegidos el 22-M serán del PP o del PSOE, lo cual es un hecho extraordinario en un sistema electoral que constitucionalmente se define como proporcional. En esta partida no cabe un jugador más (salvo Bildu).

Con todo, lo peor es que los partidos se nutren exclusivamente de sus militantes, y de ahí nace la apatía con la que la ciudadanía acoge cada convocatoria. Ya se sabe que la democracia es aburrida, pero no debe confundirse la acción política con la paz de los cementerios. Si no fuera por los medios de comunicación y las vallas publicitarias, nadie creería que la semana que viene se van a elegir más de 47.000 concejales y centenares de diputados autonómicos o miembros de los cabildos. En feliz definición del sociólogo Víctor Pérez Díaz, estamos ante unas elecciones que se celebran en una habitación oscura en la que nadie ve ni escucha nada.

La desidia tiene que ver con la existencia de un sistema electoral que desincentiva la participación. Da lo mismo que concurra el 50%, el 60% o el 90% de los electores, al fin y al cabo se asignarán los mismos escaños o concejalías. Incluso existen determinadas estrategias electorales tendentes a rebajar el número de votantes, lo cual es una evidente perversión de la democracia. Rajoy no entra al trapo de las provocaciones -y mira que lo intenta Rubalcaba- porque sabe que la desmovilización perjudica al PSOE.

Esta especie de incentivo adverso a la participación puede explicar mejor que ninguna otra cosa el continuismo político con el que los dos grandes partidos afrontan la campaña. Es obvio que en España existe una creciente preocupación por el modelo territorial, pero precisamente en las elecciones autonómicas y locales (su sitio natural) nadie habla de cambiarlo. No para reventarlo, sino simplemente para ponerlo al día después de una experiencia de tres décadas que ha demostrado importantes agujeros y también, por qué no decirlo, notables aciertos. No hay sin embargo, una visión de conjunto de lo que está en juego. Los partidos mayoritarios han afrontado las elecciones de manera fragmentada y se echa en falta una visión colectiva de la España autonómica. Sólo si España fuera un estado confederal se podría entender esta forma de afrontar unas elecciones territoriales.

Debilidad de los aparatos estatales

Lo curioso del caso es que esta visión sesgada y parcial de los problemas no es fruto de la fortaleza de los aparatos estatales de ambos partido. Al contrario, es consecuencia de su debilidad. Precisamente por la existencia de lo que muchos han llamado ‘reinos de taifas’. Castas de nuevo cuño impiden que incluso Ferraz o Génova tengan una voz determinante. El caso deFrancisco Camps -repudiado en privado por el aparato del PP- refleja hasta qué punto los partidos están en manos de sus barones territoriales.

PSOE y PP han creado un sistema político ad hoc que monopoliza la vida pública de manera exclusiva y excluyente, lo que explica su escasa permeabilidad a la influencia exterior. Más del 70% de los elegidos el 22-M serán del PP o del PSOE

Este despropósito probablemente tenga que ver con la enorme capacidad que tienen las regiones para dar empleo a quienes Michels denominaba ‘funcionarios de partido’. Ese séquito de afiliados y adláteres que han encontrado su razón de ser bajo el paraguas de unas siglas. Muchos de ellos lo hacen de manera honesta en coherencia con su compromiso con la sociedad. E incluso a costa de su proyección profesional y económica; pero otro mucho han convertido los meandros de la política en una forma de ganarse la vida como otra cualquiera. No es para menos teniendo en cuenta el inmenso caudal de empleo que poseen las comunidades autónomas. Cuyo concurso es, además, determinante a la hora de elegir el líder del partido, y por eso ni Rajoy ni Zapatero se atraven a plantar cara al partido en Valencia o Cataluña.

Hay un dato que a menudo se olvida, pero no estará de más recordarlo. El inventario autonómico está compuesto por 2.386 entes de todo pelaje y condición (organismos autónomos, agencias, fundaciones, consorcios….). Un número importante que, sin duda, determina la capacidad de supervivencia del partido en el Gobierno, y que en el fondo explica que mientras en las elecciones generales existe mayor volatilidad de voto, en las autonómicas los cambios son menores.

El hecho de que el PSOE lleve gobernando en Andalucía, Castilla-La Mancha o Extremadura tres décadas, o que el PP barra de forma sistemática en sus feudos desde hace 20 años, o que haya todavía alcaldes con varias décadas de poltrona, sólo refleja las dificultades para cambiar el mapa político. En Cataluña, por ejemplo, existen 451 entes públicos diferentes, mientras que en Andalucía el sector público lo configuran 369 sociedades, más del doble que Madrid o cuatro veces más que en las dos castillas. Como se ve, un océano de empleos-a los que hay que añadir los de la administración general- que de forma recurrente se reparten arbitrariamente en función de los intereses internos de cada partido.

Burocracia frente a ideas

En las listas de las principales formaciones no aparezcan ciudadanos que merecen la pena: emprendedores que han creado puestos de trabajo, investigadores, profesionales de éxito o simplemente ciudadanos que desde su independencia de criterio y sus ganas de mejorar la cosa pública quieren contribuir a enriquecer las candidaturas electorales

Esta endogamia laboral – que permite concentrar el poder en manos de muy pocos- no tendría mayor importancia si no fuera porque impide abrir el partido de la política a nuevos concursantes.Es curioso que en las listas de las principales formaciones no aparezcan ciudadanos que merecen la pena: emprendedores que han creado puestos de trabajo, investigadores, profesionales de éxito o simplemente ciudadanos que desde su independencia de criterio y sus ganas de mejorar la cosa pública quieren contribuir a enriquecer las candidaturas electorales.

Los grandes partidos ni siquiera lo han intentado, y así es como se ha llegado a unas eleccionesmediocres y discretas en las que prima el aparato frente a la inteligencia. El líder burócrata frente al carisma y el tirón de las ideas. Y que recuerdan aquello que dijo Ortega en las Cortes constituyentes: “España tiene que ser más rica para que vosotros los obreros podáis ser menos pobres”. La política es de unos pocos y más de dos son multitud.

Una especie de despotismo ilustrado que socava la democracia. Particularmente al rodearse los jerifaltes autonómicos de élites económicas locales que no son más que la prolongación del poder político y de unos medios de comunicación suficientemente regados con publicidad institucional. No hay resquicio ni oxígeno en unas elecciones planteadas como una especie de competencia entre líderes, pero sin contenido programático de fondo por ausencia de aire fresco.

Todo el mundo sabe que las comunidades autónomas gestionan dos tercios del gasto público a través de la sanidad, la educación o las políticas sociales, pero en lugar de plantearse estas cuestiones como un todo nacional -articulado regionalmente- se plantea de forma parcial. Y así es como se ha llegado al absurdo de que Tomás Gómez critique a Esperanza Aguirre porque quiere privatizar mientras que el Gobierno socialista prepara la enajenación de dos buques insignia: las loterías y la navegación aérea. Todo un ejercicio de coherencia política.

LA POLICIA COMUNISTA CUBANA MATA A GOLPES AL DISIDENTE SOTO QUE ESTABA ESPOSADO

La tiranía comunista totalitaria cubana sigue reprimiendo hasta la muerte.

Hace poco mas de un año mató al disidente cubano de 43 años, al albañil Orlando Zapata Tamayo. Lo que dio lugar a muy importantes protestas internacionales pero también dentro de la Cuba comunista a cargo de los siguientes disidentes cubanos y de ciudadanos de todo el mundo que apoyan la democracia con seguridad y garantías para Cuba (y otros países), a saber: las Damas de Blanco; Guillermo Fariñas con su durisima huelga de hambre; huelgas de hambre de cubanos en el interior, exterior (en Santiago de Compostela delante del Consulado Cubano, etc.) y numerosas manifestaciones; Yoani Sánchez y otros blogueros disidentes; recogida internacional por Internet de mas de 50.000 firmas en un ejemplar manifiesto contra la tiranía comunista cubana, a favor de la libertad de todos los presos políticos cubanos y de la democracia ya para Cuba y otros países; manifiesto que fue firmado por cientos de personalidades de izquierda de todo el mundo que venían apoyando activamente al régimen comunista cubano, etc.

Debido a estas firmes movilizaciones y protestas que pusieron en una situación muy difícil a la tiranía comunista totalitaria cubana, esta reaccionó, en línea con lo que hizo en crisis anteriores, negociando con la Iglesia católica cubana (la iglesia cubana debe de hacer como la polaca, birmana, venezolana, etc.; debe defender la libertad para Cuba, para todos los cubanos y no servir para que el comunismo cubano se perpetúe en el poder) y con el Gobierno socialista español de Zapatero (que, de forma vergonzosa, lamentable y condenable, viene apoyando activamente al régimen comunista cubano, al régimen neocomunista castrista-chavista venezolano y a otros regímenes comunistas, neocomunistas, musulmanes, etc. que violan muy grave y permanentemente los derechos humanos) para desterrar a disidentes cubanos encarcelados y para evitar el colapso del régimen comunista cubano.

El régimen comunista cubano, para hacer frente a la graves crisis económica, al grave colapso, asfixia, degradación y corrupción que sufre a todos los niveles, al fracaso comunista cubano incapaz de alimentar a su población; el régimen comunista cubano, como estabamos diciendo, ha puesto en marcha unos cambios económicos de corte capitalista en línea con el leninismo de mercado de los regímenes comunistas chino, vietnamita, etc. En cualquier caso, en los regímenes comunistas de China y Vietnam se violan muy grave y permanentemente los derechos humanos, democráticos y ciudadanos, las libertades democráticas.

El gran fracaso del comunismo cubano fue reconocido públicamente por los mismisimos tiranos comunistas Fidel y Raul Castro. La Cuba comunista, el régimen comunista totalitario cubano, que ha destruido la gran riqueza, competencia, arte y belleza de la que fue considerada la Perla del Caribe, que brillaba y competía en el mundo a gran nivel; el gran fracaso del comunismo cubano ha condenado a la inmensa mayoría del pueblo cubano a la permanente mentira y engaño, a la envidia y al odio, al implacable terror y control comunistas, a la degradación, miseria material y moral (la revolución comunista cubana ni siquiera ha dado para limpiarse el culo con papel higiénico, pues, ha sido incapaz de dotarse de los productos y medicamentos de primera necesidad y cuando, antes de la llegada de los comunistas al poder en 1959, Cuba estaba a la cabeza de América latina en desarrollo junto a Argentina y Uruguay, superaba ampliamente a España y competía en diferentes e importantes sectores con los países mas desarrollados del mundo. Cuba, junto a los Estados Unidos y Argentina, era el país que en el mundo atraía mas emigrantes y de los cuales 700.000 españoles emigraron a Cuba antes de 1959), a la corrupción, al exilio, a que miles y miles de cubanos arriesguen sus vidas y muchos la pierdan al tratar de huir del Paraíso Comunista Cubano por mar (como fue el caso de la madre de Elian que fue traicionada por el partido demócrata americano y del orden de 15.000 cubanos muertos al tratar de huir de Cuba por mar), etc.

El régimen comunista cubano trata así de perpetuarse en el poder que tomó por las armas en 1959 y en el que lleva 52 años gracias al terror, represión, mentira, engaño, control orwelliano, manipulación, contaminación, corrupción, chantaje y amenazas comunistas, y gracias al apoyo exterior que lamentablemente viene recibiendo a pesar de su gravisima y permanente violación de los derechos humanos, democráticos y ciudadanos. Algunos, bastantes, que carecen de los mas elementales principios y del respeto a los mas elementales derechos humanos, quieren que siga el régimen comunista cubano para seguir haciendo buenos negocios personales, grupales, sociales, locales, regionales, nacionales e internacionales para gozar de diferentes, indignos y muy injustos privilegios, para gozar de carne fresca cubana (incluidos menores, niños) a muy buen precio, etc.

El régimen comunista cubano viene prestando un apoyo activo y permanente a líderes, agentes, grupos, fuerzas y regímenes terroristas, narcoterroristas, comunistas, neocomunistas, fundamentalistas, antioccidentales. El tirano comunista Fidel Castro ha manifestado su gran pesar por la liquidación del líder terrorista fundamentalista islámico de la guerra terrorista internacional, de la Internacional Terrorista, Ben Laden. También ha manifestado su apoyo, entre otros, a los regímenes terroristas socialistas del libio Gadaffi y del sirio de Bashar Al Assad, y que, siguiendo el ejemplo terrorista del régimen comunista chino y de su implacable masacre en la Plaza de Tiananmen, no han dudado en disparar, en utilizar el ejercito y armas pesadas contra los manifestantes indefensos que pacíficamente pedían libertad, democracia y denunciaban la gravisima corrupción y explotación que sufren sus pueblos.

La tiranía comunista totalitaria cubana no duda en chantajear, intimidar cruelmente a los cubanos en el exterior; en amenazarlos, chantajearlos con los hijos, padres y otros familiares que viven en la Cuba comunista y hasta el punto de impedir que se reúnan miles de niños con sus padres que están en el exterior y tienen prohibida la entrada en Cuba. Lo que viene afectando a miles de familias cubanas, viene dando lugar a graves enfermedades de los niños, sus padres y otras familiares, y también a suicidios. Cuba comunista va a la cabeza en suicidios en América latina y ocupa los primeros puestos del mundo en suicidios en relación con su población. El régimen comunista cubano viene llevando a cabo, en sus 52 años de dictadura comunista totalitaria cubana, una amplia gama de persecuciones, opresiones, chantajes, amenazas, intimidaciones, atropellos, ofensas y abusos contra los cubanos que viven dentro y fuera de Cuba.

Es decir, la dictadura comunista totalitaria cubana no duda en chantajear, intimidar y amenazar cruelmente a los cubanos de dentro y fuera, y, llegado el caso y tal y como se viene comprobando desde que tomó el poder por las armas, no dudar en matar y asesinar a cubanos disidentes que pacíficamente piden libertad, democracia para Cuba, y en apoyar a los peores asesinos, mafias, traficantes, blanqueadores, terroristas, narcoterroristas, fundamentalistas, neocomunistas, nacionalistas, etc.

De nuevo, en el marco del terror, opresión y represión comunistas, el régimen comunista cubano, por medio de su policía política represiva, ha dado, a la luz de bastantes cubanos que estaban presentes, una brutal paliza, en el parque Leoncio Vidal de la ciudad cubana de Santa Clara, al disidente cubano de 46 años Juan Wilfredo Soto García y cuando estaba esposado (Soto narró las amenazas recibidas y que puede escucharlas en esta dirección: http://www.youtube.com/watch?v=RGIAjj02QBs).

A resultas de lo cual, de la golpiza (como dicen los cubanos) dada por la policía política represiva comunista cubana, murió el disidente cubano Soto y que había estado en la cárcel por motivos políticos en varias ocasiones. Soto pertenecía al grupo disidente Polo Antitotalitario Unido, liderado por el disidente Guillermo Fariñas, Premio Sajarov del Parlamento Europeo en 2010, que ha denunciado publicamente el nuevo asesinato cometido por la tiranía comunista totalitaria cubana tras el de Orlando Zapata Tamayo.

La tiranía comunista totalitaria cubana, siguiendo la pauta, la genda comunista y como sucedió en el caso del disidente Orlando Zapata y otros casos, ha declarado que el disidente Soto estaba gravemente enfermo y que murió de muerte natural debido a sus enfermedades, al mismo tiempo que lo tildaba de todo lo peor, de contrarrevolucionario al servicio del imperialismo norteamericano y lindezas similares.

La tiranía comunista totalitaria cubana, a lo largo de los 52 años de mentira y engaño, de propaganda, manipulación, contaminación, intoxicación, sujeción y lavado de cerebro de los cubanos, de terror y control comunistas, y siguiendo los ejemplos marxistas-leninistas-estalinistas de la URSS, de la Alemania comunista, etc., viene infiltrándose, desprestigiando por todos los medios a su alcance y con la mayor crueldad y suciedad, viene deslegitimando, desestabilizando, ninguneando y liquidando, viene matando, suicidando, hiriendo y/o enfermando gravemente, en sus mazmorras comunistas y allí donde se encuentren, viene persiguiendo, aplastando y liquidando a los disidentes cubanos y que nunca, a pesar del implacable terror y control comunistas contra ellos, sus familias, entornos, etc., nunca han claudicado, nunca han dejado de denunciar la mentira, engaño, manipulación, contaminación, represión, terror, control, corrupción, gravisima degradación, arrase y miseria comunistas; nunca han dejado de luchar, pacífica y permanentemente, por la libertad, la democracia con seguridad y garantías para Cuba, para todos los cubanos de dentro y fuera.

Naciones Unidas, Unión Europea, Organización de Estados Americanos, las instancias nacionales e internacionales que dicen defender, que tienen la obligación de defender los derechos humanos tal y como se lo exigen sus legislaciones (Cuba comunista ha firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros tratados, convenios, acuerdos internacionales en los que se ha comprometido a defender en Cuba los derechos humanos); estos países e instituciones que han tomado medidas, puesto en marcha sanciones por las graves violaciones de los derechos humanos que han tenido lugar en Túnez y Egipto y que siguen teniendo lugar en Yemen, Libia, Siria, etc., en la misma línea, debería tomar medidas mucho mas duras contra la tiranía comunista totalitaria cubana, pues, la violación de los derechos humanos, de las libertades es mucho mas implacable en la Cuba comunista, supone ya 52 años de terror comunista y, además, el régimen comunista cubano esta dispuesto a perpetuarse en el poder como sea, contra quien sea y contra lo que sea menester y se tercie.

El gobierno español del socialista Zapatero que, después de tener muy buenas relaciones con los regímenes corruptos, explotadores y muy gravemente violadores de los derechos humanos de Túnez, Egipto, Libia, Siria, etc. y, una vez que prendieron las revoluciones prodemocracia en dichos países, esta apoyando dichas revoluciones democráticas, en el caso de la Cuba comunista y tras la nueva muerte del disidente Soto a resultas de la brutal paliza que le dio la policía política represiva comunista cubana; el gobierno español del socialista Zapatero, como estamos diciendo, debería tomar medidas firmes frente al régimen comunista cubano en defensa de los derechos humanos, democráticos y ciudadanos para todos los cubanos de dentro y fuera de Cuba, en defensa de la libertad y democracia con seguridad y garantías para Cuba y otros pueblos. Por su parte, el parlamento español, las instituciones y fuerzas democráticas españolas, todos los españoles de bien deberían movilizarse activamente a favor de la democracia ya para Cuba (y para otros pueblos) y en apoyo de los disidentes cubanos que, dentro y fuera de Cuba comunista, arriesgan sus vidas y las de sus familias, y luchan pacíficamente por los derechos humanos, democráticos y ciudadanos para todos los cubanos, por la libertad y democracia con seguridad y garantías para Cuba y otros pueblos, y que es lo que, entre otras cosas, establece la Constitución española de 1978, otras leyes españolas pero, también, tratados, acuerdos, convenios internacionales firmados por España.

Fdo. Miguel Cancio, economista y sociólogo, profesor de Sociología, Sociología de la Empresa y Socioeconomía del Desarrollo y los Movimientos Sociales de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Santiago de Compostela-Universidad de Santiago de Compostela (Galicia-España)/16-05-11/ Pagina web: miguelcancio.com


Indignados con una más que lamentable clase política

Federico Quevedo

La semana pasada le pregunté a un político importante si creía que la manifestación convocada por varias plataformas ciudadanas para este pasado domingo podía tener éxito y, ¿saben cuál fue su respuesta?: “¡Qué va! Imposible, no conseguirán más de cien o doscientas personas porque en este país nadie cree que sea tan necesario cambiar las cosas, y si hay que hacerlo ya estamos los partidos para eso”. Ayer volví a llamarle para decirle que no eran cien o doscientas personas… “Ya. Bueno. Verás como eso se diluye con el tiempo. Los ciudadanos ya tienen una forma de manifestar sus quejas que es en las urnas…”

Pues no. O mucho me equivoco o esto no ha hecho más que empezar. Verán, es posible que en unas circunstancias de bienestar económico como las que vivimos hasta hace ya cuatro años la sociedad prefiera mirar para otro lado ante sus propios problemas, principalmente los que derivan de la propia inoperancia en lo que a la defensa de nuestros derechos se refiere, pero ahora las cosas son distintas y no parece que vayan a cambiar a mejor en el corto-medio plazo, y lo que ha sido el embrión de un movimiento de indignación puede acabar convirtiéndose en una verdadera oleada de rebelión ante lo que no cabe calificar de otra forma que no sea abuso de poder.

Sí, sí. Abuso de poder, no cabe definirlo de otra manera, pero “esa es la consecuencia de haber hecho de la democracia una partitocracia, un sistema en el que son los partidos políticos, y no los ciudadanos, los que al final detentan el poder y sobre los que descansa la soberanía nacional. ¿Cómo va a sorprendernos que quien detenta el poder ejecutivo imponga al poder legislativo su negativa a crear comisiones de investigación cuando se dan circunstancias que lo aconsejan, por la sencilla razón de que esas circunstancias afectan a quien tiene en su mano aprobar o rechazar la convocatoria de esa comisión? ¿No te das cuenta de cómo manipulan el poder que les hemos delegado, cómo lo manejan a su antojo y en beneficio propio?

Quizá por eso, porque sabemos que eso es así, es por lo que los ciudadanos actuamos como si no nos importara lo que hagan las clases dirigentes, como si nos dieran igual sus casos de corrupción, su modo de despilfarrar un dinero que es nuestro, que nos pertenece… Los políticos tienen la tendencia a creer que sus escándalos, que sus comportamientos alejados de las más estrictas normas éticas y, por qué no, también estéticas, no les pasan factura en las urnas, que da igual lo que hagan o dejen de hacer porque al final los ciudadanos acaban votando cada cuatro años a uno u otro partido, a la misma casta política instalada en el poder bajo siglas distintas” (¡Rebélate! Breve ensayo contra la dictadura del relativismo. Editorial Chronica. Págs. 77 y 78).

El mensaje que esas decenas de miles de personas han lanzado a la clase política no es otro que el de: “¡Ya está bien!”. Ya está bien de creer que la sociedad es inmadura y no es capaz de reaccionar ante las injusticias y los abusos

En el fondo, el mensaje que esas decenas de miles de personas -en su mayoría jóvenes pero también mucha gente de distinta procedencia, clase y condición unidos por un mismo objetivo, el de cambiar las cosas- han lanzado a la clase política no es otro que el de: “¡Ya está bien!”. Ya está bien de creer que la sociedad es inmadura y no es capaz de reaccionar ante las injusticias y los abusos. Ya está bien de pensar que sólo ellos son capaces de dirigirnos con una mirada paternalista que no es sino un insulto a nuestra inteligencia. Ya está bien de decirnos lo que podemos hacer, lo que no, lo que podemos decir, lo que es políticamente correcto y lo que deja de serlo… Ya está bien de hacernos creer que sólo ellos pueden manejar nuestros impuestos y que saben lo que es mejor para nosotros. Ya está bien de jugar con un poder que nos pertenece, que es nuestro, y que si ellos lo detentan es por delegación, no por oposición…

Lo que están diciendo, como señala Sartori en su libro ¿Qué es la democracia?, es que nos enfrentamos a una “crisis de ideas”, pero también a una “crisis de ideales”, y, como añade Sartori, “los ideales viven y mueren por causa propia. Y los tiempos de agotamiento, y sus contrarios, los de regeneración de los ideales, son tiempos largos. Los ideales son valores, son creencias de valor. Por lo tanto, una crisis de ideales es, en último análisis, una crisis moral”.

Eso es lo que hemos vivido, una crisis moral, una profunda crisis moral que nos ha adormecido, anestesiado y resignado a una especie de destino que ni nosotros mismos somos capaces de adivinar. Pero tengo la impresión de que algo empieza a despertar, de que la sociedad comienza a salir de su letargo y arranca esa nueva etapa de “regeneración de los ideales”, y si nuestros políticos son incapaces de ver más allá de su propia necesidad de mantener la casta, de aferrarse a las actuales estructuras de poder, lo más probable es que ese movimiento que al principio puede parecer lento se los acabe llevando por delante. Los políticos son necesarios, lo son porque necesitamos que haya gente que gestione la res pública ya que a todo el mundo se le hace razonable pensar que un sistema asambleario sería absolutamente nefasto… Pero en su afán por aferrarse al poder nos han hecho creer que ellos son quienes administran nuestro bienestar y nos colman de derechos.

Pero no es así, ese bienestar y esos derechos nacen de nuestra propia exigencia, y son consustanciales a los deberes que también tenemos como ciudadanos, entre ellos el de mantener viva la llama de eso que hemos llamado Democracia y que no es otra cosas que el poder del pueblo. Nadie nos ha regalado nada, y mucho menos ellos, aunque como dice Sartori “llega un punto en el que el coro de los derechos produce una sociedad parasitaria con resultados negativos (…) No estamos, me temo, en presencia de un hombre moral lanzado para que se lo trague una sociedad inmoral. Hoy, la sociedad inmoral es un espejo del hombre utilitario”. Sí, pero eso es precisamente lo que queremos cambiar.

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