LA DIRECCIÓN DEL PP LE PIDIÓ "PRUDENCIA" Y QUE NO ACUSARA "SIN PRUEBAS"
Mayor desobedeció a Rajoy y Cospedal y cuestionó por su cuenta la lucha antiterrorista.
Mariano Rajoy y Jaime Mayor Oreja, durante su participación en un mitin (Efe).
@José L. Lobo.- 26/03/2010 (06:00h)
Jaime Mayor Oreja desobedeció abiertamente la consigna de la dirección del PP de no cuestionar en este momento la lucha antiterrorista. Tan sólo 24 horas después de que el Comité de Dirección del partido, con Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal a la cabeza, le advirtiera el pasado lunes, durante una reunión en la sede de Génova, que no era "prudente" airear "sin pruebas" su tesis de que el Gobierno negocia en secreto con ETA, el ex ministro del Interior y portavoz en el Parlamento Europeo dinamitó la estrategia del PP al asegurar públicamente que José Luis Rodríguez Zapatero mantiene el contacto con la banda terrorista y que ésta le "ayudará a ganar las elecciones".
Fuentes de Génova han revelado a El Confidencial que Mayor Oreja, que asiste habitualmente los lunes a la reunión del Comité de Dirección del PP -los antiguos maitines-, insistió ante sus compañeros de partido en que el Gobierno miente cuando afirma que ha roto todas las vías de diálogo con ETA. Era la segunda vez en las últimas semanas que el ex ministro del Interior trasladaba a la cúpula popular su "certeza" de que Zapatero sigue negociando con la banda armada una salida que permita la presencia de la izquierda abertzale en las elecciones municipales del próximo año a cambio de algún gesto de ETA que ayude al Gobierno a ganar las elecciones generales de 2012.
Todos los asistentes a la reunión volvieron a escuchar atentamente en la mañana del pasado lunes esos argumentos de boca de Mayor Oreja. Al encuentro acudieron, además de Rajoy y Cospedal, los vicesecretarios generales Javier Arenas, Ana Mato y Esteban González Pons; los portavoces parlamentarios Soraya Sáenz de Santamaría y Pío García Escudero; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y el asesor de cabecera de Rajoy, Pedro Arriola. Según las fuentes consultadas, varios de los presentes, entre ellos el líder del partido y la secretaria general, reclamaron "prudencia" a Mayor Oreja, y le pidieron que, a menos que tuviera "pruebas" en las que sostener sus acusaciones, se abstuviera de hacerlas públicas.
Pero el portavoz del PP en el Parlamento Europeo ignoró las advertencias de la dirección del partido y, al día siguiente, desató las iras de propios y extraños al afirmar, durante un acto público en Madrid, que Zapatero y ETA "no son adversarios sino aliados potenciales", y que ambos siguen negociando para buscar una fórmula que permita a la banda estar "presente en los ayuntamientos y en las instituciones del País Vasco". A cambio, añadió Mayor Oreja, los terroristas le "devolverían el favor" al presidente del Gobierno "para ayudarle a ganar las elecciones generales".
Malestar en el PP
Sus explosivas declaraciones cogieron con el pie cambiado al PP, cuyos dirigentes tuvieron que hacer malabarismos dialécticos para distanciarse de sus palabras sin llegar a desautorizarlo. La incomodidad de la cúpula de Génova era más que evidente, ya que Mayor Oreja había cuestionado en un abrir y cerrar de ojos la estrategia del partido de respaldar sin fisuras la política antiterrorista de Zapatero, ofreciendo al Gobierno, de paso, munición de grueso calibre para atacar al PP. La más contundente fue Cospedal, que afirmó que su partido "no tiene ninguna prueba fehaciente" de esa supuesta negociación con los terroristas, pero ningún dirigente apoyó abiertamente las tesis de Mayor Oreja, y Rajoy se limitó a salvar la papeleta asegurando que "hay que escucharle" porque tiene un "profundo conocimiento" en materia antiterrorista.
"Jaime [Mayor Oreja] ha cometido un grave error, porque no se pueden hacer unas acusaciones tan graves sin aportar pruebas y en un momento en el que ETA está acorralada y hay detenciones de terroristas casi todos los días", sostiene una fuente muy cercana a la dirección del PP. "Nuestra estrategia pasa ahora por denunciar los errores de la política económica del Gobierno, y criticar con esa dureza la política antiterrorista, como ha hecho Jaime, rompe el discurso del partido y deja a los pies de los caballos a Antonio Basagoiti [el líder popular en el País Vasco], que tuvo que salir hecho un basilisco para desmentirle y defender el pacto con el PSE", añade la misma fuente.
Incluso dirigentes del PP muy cercanos a Mayor Oreja, que sigue gozando de un predicamento innegable en un sector del partido y en buena parte de la militancia, consideran "inoportunas" y "excesivas" sus palabras. "Jaime siempre ha tenido una intuición y una visión en materia antiterrorista que los demás no hemos tenido, y los éxitos de su gestión al frente del Ministerio del Interior los reconoce todo el mundo", apunta un diputado afín al ex ministro. "Pero se ha equivocado al decir en estos momentos, de una forma tan descarnada, que hay una alianza entre Zapatero y ETA. Una cosa es que un sector del PSE aspire a gobernar algún día en Euskadi con la izquierda abertzale, y otra muy distinta afirmar, sin pruebas, que ETA y Zapatero se van a ayudar mutuamente".