Fomento pondrá coto a los sobrecostes en las obras.
Los recortes que prepara el ministerio en las infraestructuras.
Recorte de altos cargos, hacer más con menos, ejecutar solo los proyectos prioritarios y limitar al máximo los sobrecostes que tienen más que ver con la picaresca de algunas constructoras que con la necesidad real de realizar modificados de proyectos. Estas consignas, aderezadas con el plan de colaboración público-privada que aún no ha visto la luz, componen la estrategia del ministro de Fomento, José Blanco, para resolver su particular sudoku: el inevitable recorte del gasto.
El secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, se lo puso muy claro a los representantes de Tecniberia, la patronal de empresas de ingeniería: no habrá grandes recortes en la licitación siempre y cuando no haya un exceso de modificados de proyecto que dispara el sobrecoste de la obra.
Fomento quiere erradicar la práctica de las empresas que reducen al máximo el presupuesto para hacerse con la adjudicación y después presionan con modificados que deberían haber sido previstos en el plan de obra. «Solo aceptaremos aquellas modificaciones de proyecto que son estrictamente necesarias», aseguraban ayer en el ministerio.
Habrá que meter a las constructoras en cintura, pero también se tendrá que decir la verdad a algunos Gobiernos autónomos, incluido el gallego. Ayer, Blanco ya le dijo al presidente cantábro que tenía que elegir entre la conexión de alta velocidad por Bilbao o por Reinosa pues, en buena lógica, una comunidad que no llega a los 600.000 habitantes, no debería tener más accesos ferroviarios que Cataluña o Andalucía.
A Galicia ya se le ha dicho que no tendrá AVE transcantábrico y Fomento medita qué hará en el eje Ponferrada-Monforte, con el que no hay que hacerse ninguna ilusión. Quizás habría que aclarar, porque en este caso sí que hay más expectación, qué plazos tendrá la conexión directa con Vigo