La Policía propone la expulsión del autor del zapatazo a Erdogan.
El joven kurdo con pasaporte sirio que lanzó un zapato al primer ministro turco el lunes estaba en situación irregular en España y seguía anoche en los juzgados.
La Policía Nacional propuso ayer que el joven kurdo detenido el pasado lunes por arrojar un zapato al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, sea expulsado de España sin ser juzgado por estos hechos. A la hora de cierre de esta edición, el detenido permanecía en los juzgados del Prado de San Sebastián declarando ante la juez de Instrucción 11 de Sevilla, que ejercía las funciones de guardia.
La declaración se retrasó porque la Policía no llevó a los juzgados al detenido hasta las nueve de la noche y porque después hubo que esperar la llegada de un traductor. Este joven kurdo con pasaporte sirio, de 27 años e identificado mediante las iniciales J. H., fue arrestado a las diez y media de la noche del lunes después de que arrojara un zapato al grito de “¡Viva el Kurdistán libre!” al primer ministro turco cuando éste salía del Ayuntamiento, donde había recogido el premio de la Fundación Sevilla NODO Entre Culturas.
El zapato, de color negro y de la talla 44, no llegó a impactar a Erdogan sino que dio en el coche oficial y rebotó para caer en el suelo. Erdogan consiguió entrar en el vehículo, mientras que varios agentes de seguridad se lanzaron encima del joven que había arrojado el zapato. El autor de estos hechos se encontraba en España en situación irregular y se le había retirado el pasaporte el pasado mes de diciembre. Además, tenía abierto un expediente de expulsión del país. Por este motivo, la Policía ha solicitado a la juez que se conmute la posible pena que se le pueda imponer en España por la expulsión inmediata del territorio nacional.
Ésta es una medida que contempla la Ley de Extranjería en su artículo 57.7A, que permite la expulsión de un extranjero que se encuentre procesado por cualquier delito o falta siempre que la pena prevista sea inferior a seis años de privación de libertad. A la hora de cierre de esta edición, la juez continuaba tomando declaración al detenido y aún no había decidido si aceptaría la propuesta de la Policía y expulsaría del país al joven kurdo. Los delitos que se le imputan son los de atentado y resistencia a la autoridad.
El detenido pasó la noche del lunes en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía, en la avenida de Blas Infante, adonde fue conducido directamente desde la Plaza Nueva, y ayer prestó declaración ante los agentes de los grupos de Información y de Extranjería de la Policía Nacional. Tras varias horas declarando, el arrestado fue llevado a los juzgados, adonde entró al filo de las nueve de la noche y donde pasó varias horas respondiendo las preguntas de la juez.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, calificó ayer esta agresión de “caso lamentable, que no hay que minimizar, pero tampoco exagerar”, y se congratuló de que el suceso no pasara a mayores consecuencias por la “inmediata” actuación de los policías que se encontraban en la Plaza Nueva y del propio servicio de escolta de Erdogan. El lanzamiento de un zapato es una de las mayores ofensas que existen en la cultura árabe, como pusieron de manifiesto los dos zapatazos que el ex presidente de EEUU George Bush logró esquivar en una visita a Iraq.