2011: Aceleración tecnológica, ¿frenazo social?
Andaba leyendo en mi Flipboard (excepcional invento) y desde el CES 2011 que tiene lugar estos días en Las Vegas no paran de llegarnos novedades.
Tablets y más tablets, avatares que se mueven a nuestro ritmo vía Kinect, cámaras de vídeo 3D, la mesa táctil de Microsoft amenazando los salones de cualquier geek que se precie, hacían saltar mi alarma, una sospecha que viene atacándome los últimos días… ¿No será 2011 un año de artificios tecnológicos variados que oculten la necesidad imperiosa de evolución social?
Es más fácil, aparente, rentable, vender equipos renovados, tablets en lugar de netbooks, que Innovación social. Vienen, creo, tiempos peores para los social media, que ya se han ganado a los adeptos sensibles, ya han captado (y a veces decepcionado) al público con sensibilidad social y tendrán más problemas ahora para vender, en algunos casos, el mismo humo.
Y es que lo “trendy”, lo actual, lo moderno, lo que puede distinguirnos de la competencia, por lo menos en lo aparente, puede que no vaya a ser ya pagar por una cara página en Facebook, forzar una comunidad donde no hay afecto social o ponerse en la difícil tesitura de tener que ser transparentes e interactuar, conversar con un usuario inteligente. Lo actual puede ser, en época de artificios tecnológicos, simplemente, plantar una surface en la sala de reuniones.
Y no es que no pueda dilucidar algunas de las ventajas de que las reuniones en la misma sala las tengan avatares “naturalizados”, entre otras la de que muchos/as dejen de tomarse tan en serio a sí mismos…, es que no sé si en tiempos de crisis será posible compaginar sofisticación social y tecnológica.
O tal vez no se trate de una disyuntiva y podamos seguir trabajando mucho y bien, intentando extraer y potenciar lo mejor de cada tecnología y su potencial para cambiar lo social. Hay que reconocer lo evidente, lo atractivo de un escenario de prosumidores (usuarios, opinólogos, analistas, hackers, amateurs, profesionales) aportando ideas, trabajando por algo común, que beneficie a la vez a individuos y grupo.
En otras palabras, tecnología y sociedad se realimentan mútuamente: tenemos más oportunidades de colaborar, de una forma más fácil, que nunca antes y eso tiene consecuencias en las tecnologías, cada vez más sofisticadas, que somos capaces de crear.
Es importante que no olvidemos lo que somos, que al fin y al cabo, como decía Kelly, la organización social es la primera de las tecnologías, sin la que el resto no sería posible.
Puede ayudar a recordar, a revivir el espíritu que nos mantiene anclados todas estas cosas, que faltan pocos días para el estreno de Life in a day, la Historia de un día en la tierra, de Ridley Scott y Kevin Macdonals. En el vídeo que os dejo hoy (también en el canal diario en la app de Android), una niña de San Jaume dels Domenys, en la provincia catalana de Tarragona, participa en una de las que creo mejores y más antiguas metáforas de la colaboración: los “castells”.
Pura tecnología para hacernos más grandes: