EL ‘CASO GÜRTEL’ PASA FACTURA
El PP no saca provecho de la crisis: cae en intención de voto y Rajoy empeora su imagen.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy (EFE).
@Daniel Forcada.- 11/05/2010 (06:00h)
En el ecuador de la legislatura, con la tasa de paro más alta desde finales de 1997 y en medio de una de las más graves crisis económicas de la historia de nuestro país, el Partido Popular solo aventajaría al PSOE en 1,5 puntos de diferencia si hoy se celebrasen elecciones. O eso al menos dice el último barómetro del CIS, que arroja unos resultados un tanto preocupantes para la formación que lidera Mariano Rajoy, por más que en su partido le resten credibilidad a los datos y argumenten que la encuesta está excesivamente “cocinada”.
Y es que, mientras que el Partido Popular no obtiene apenas rédito electoral de la grave crisis económica, sí que sufre, en cambio, un duro varapalo por los casos de corrupción vinculados a la trama Gürtel que afectan a varios de sus cargos públicos. La encuesta, basada en 2.479 entrevistas, se realizó entre el 6 y el 14 de abril, en una de las semanas más convulsas políticamente para el Partido Popular y justo cuando se levantó el secreto de la parte del sumario del caso Gürtel que quedaba por conocer. Los 50.000 folios del caso que acabaron por forzar la dimisión del ex tesorero Luis Barcenas y del diputado del Congreso, Jesús Merino.
Demasiada coincidencia que no pasa inadvertida en el Partido Popular, donde se considera “insólito” que una encuesta que el CIS elabora cada tres meses se desarrollase justo en aquellas aciagas fechas. Aunque igualmente les resulta, cuanto menos, curioso que el barómetro refleje también una tendencia a la baja para todos los partidos salvo para el PSOE y el PNV, que repuntaría tres décimas. La razón estaría, según los análisis internos del PP, en que el barómetro refleja un sesgo a la izquierda de más de un 15%. “Parece ser que el CIS solo ha encuestado a socialistas. Ha encuestado un 15% más de socialistas que de restos de partidos políticos y luego no ha corregido el sesgo filo-socialista de la encuesta”, explicó ayer el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons. “Han encuestado a los que querían encuestar y no han encuestado a los que no querían encuestar”.
Pons avala su tesis en que tres encuestas realizadas por otros tantos periódicos también durante el pasado mes de abril arrojan datos contrarios a los que ayer publicó el Centro de Investigaciones Sociológicas. “O se equivoca el CIS o se equivocan las tres encuestas posteriores. Y lo más probable, viendo el riesgo filo-sociliasta que la encuesta tiene, es que sea el CIS el que se esté equivocando”.
Así, en solo tres meses, entre enero y marzo, el barómetro del CIS refleja que el PSOE habría taponado su sangría de votos y recortado la distancia con el PP en 2,3 puntos. El partido de Mariano Rajoy ganaría a día de hoy las elecciones, pero solo con el 39,5% de intención de voto, medio punto menos que en enero, frente al 38% que obtendría el PSOE. Unos datos que difieren enormemente de las conclusiones que extraen los populares de la propia encuesta tomando sus datos en crudo. Según explicó González Pons, el PP estaría ahora “entre cinco y seis puntos” por encima del Partido Socialista si el CIS hubiera corregido esa supuesta “tendencia filo-socialista de la encuesta”. “El CIS se ha convertido en la escuela de cocina más grande de España”, concluyó.
Pero pese a todo, los datos reflejan también la incapacidad del Partido Popular para desmarcarse electoralmente del Partido Socialista y posicionarse como verdadero caballo ganador. Y todo ello en un contexto en el que los ciudadanos "castigan" a los líderes políticos de forma generalizada, hasta el punto de que a la hora de ponerles nota no aprueba ninguno y bajan a niveles de mínimos tanto el presidente del Gobierno como el líder de la oposición. En el caso de Rajoy, su valoración sigue muy por detrás de la de José Luis Rodríguez Zapatero, Rosa Díez o Josep Antoni Duran i Lleida, que por primera vez obtiene la puntuación más alta por parte de los ciudadanos. Rajoy logra un pobre 3,09 frente al 3,71 que recibe el presidente del Gobierno.
El desgaste se extiende también a la gestión gubernamental, ya que es evaluada como "mala" o "muy mala" por más de la mitad de los españoles, el 52,9 por ciento, 6,8 puntos de aumento sobre enero. Tampoco, en este caso, sale mejor parado el PP, cuya tarea es tachada de "mala" o "muy mala" por el 59,6 por ciento, resultado que empeora en 7,7 puntos su anterior dato.
Rajoy tampoco ha mejorado su nivel de confianza entre los ciudadanos, que sigue cayendo, e incluso está por detrás del de Zapatero. Sólo el 14,9% lo dice que el líder del PP les inspira "mucha" o "bastante" confianza. Al tiempo, son más los que desconfían de ambos, porque ya suman el 75% los que dicen que Zapatero les suscita "poca" o "ninguna" confianza y el 82% los que piensan así de Rajoy. El caso Gürtel también afecta de forma directo en el hecho de que el 50% de los encuestados vea al PP como un implicado en muchos casos de corrupción.
