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MORATINOS PRETENDE SER CANDIDATO A LA ALCALDÍA DE CÓRDOBA

Guerra entre Moncloa y Ferraz por el control del Ministerio Exteriores.

Guerra entre Moncloa y Ferraz por el control del Ministerio Exteriores

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos (Reuters)

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene prácticamente tomada la decisión de prescindir de Miguel Ángel Moratinos al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores en la próxima remodelación que lleve a cabo del Ejecutivo, y situar al hoy titular de esa cartera como candidato a la Alcaldía de Córdoba, en un intento por arrebatar a Izquierda Unida una ciudad clave ahora que Rosa Aguilar forma parte del Gobierno de José Antonio Griñán, e impedir que sea el Partido Popular –que se quedó a las puertas hace tres años- quien se lleve el gato al agua.

El propio Moratinos ha sido explícito a su entorno al señalar que es bastante probable que sea el candidato socialista a esa alcaldía en las elecciones de mayo de 2011. Eso significaría dejar la cartera de Exteriores en la remodelación que Zapatero llevará a cabo probablemente este verano tras la Presidencia Española de la UE (aunque hay fuentes que apuntan a que esa ‘crisis’ puede producirse antes), según señalan fuentes solventes consultadas por este diario.

La casi segura marcha de Moratinos ha favorecido, sin embargo, una lucha de poder por el control de esa cartera ministerial de vital importancia, entre la organización socialista de Ferraz y el Palacio de La Moncloa, o más en concreto entre la secretaria de asuntos internacionales del PSOE, Elena Valenciano, y el ex secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León (ver noticias del 9 y 16 de febrero), hoy al lado de Zapatero como asesor en Presidencia del Gobierno y que cuenta con un ‘peón’ clave en el Ministerio: la secretaria de Estado de Cooperación, Soraya Rodríguez.

La ‘guerra’ entre Ferraz y Moncloa es abierta, y se ha plasmado estos últimos días en un asunto especialmente sensible para el PSOE: la posición sobre Cuba. El actual equipo del Ministerio defiende la estrategia planteada por el ministro Moratinos, es decir, la de conseguir ablandar la dictadura castrista con gestos que agraden a los hermanos Raúl y Fidel Castro. Uno de los pasos en esa dirección ha sido el intento para que la UE abandone la llamada Posición Común heredada de la última Presidencia Española bajo mandato de José María Aznar.

La expulsión de Yáñez agotó la paciencia de Ferraz

Pero en Ferraz, sin embargo, pesa más la actitud intransigente hacia Cuba de la actual responsable del área internacional, Elena Valenciano, que hereda además esa estrategia de su predecesora y actual ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, que nunca ha ocultado su desafección hacia el régimen de los hermanos Castro. Prueba de esta ‘disociación’ estratégica ha sido el papel jugado por Gobierno y partido después de que el eurodiputado Luis Yáñez sufriera personalmente una muestra de la intolerancia castrista al impedirle el régimen visitar la isla.

Desde el Gobierno se buscó complacer al régimen no haciendo ruido sobre este asunto, mientras en Ferraz se agotaba uno de los vasos de la paciencia: la respuesta ha venido esta semana pasada a manos del Grupo Socialista en la Eurocámara que ha votado junto al PP una dura resolución del Parlamento contra Cuba y el rechazo al abandono de la Posición Común, airando al Ministerio de Exteriores que dirige Moratinos.

En el fondo, Valenciano y Trinidad Jiménez buscan conseguir el control de ese departamento una vez que Moratinos sea apartado de su cargo, pero en esa intención chocan con Bernardino León y Soraya Rodríguez, que también quieren ‘heredar’ la cartera que dejará libre quien es y ha sido su jefe en el Palacio de Santa Cruz. Fte. El confidencial

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