La cuidadora investigada por la intoxicación de 6 bebés rechaza que les suministrase fármacos
Declaró en comisaría que se limitaba a cumplir órdenes de la dirección de la guardería.
Los padres cierran filas y respaldan a la escuela - Alrededor de ochenta padres acudieron ayer a las siete y media de la tarde a la reunión convocada por la guardería para informar a los padres de la situación. Las familias, con un discurso idéntico, salieron satisfechas con las explicaciones recibidas y subrayaron que "el sentir general es de satisfacción con el centro", aseguró Manuel López, padre de una niña de tres años. También Blanca Vilachá, abuela de una alumna, insistía en que "nos sentimos seguros".
A. MÉNDEZ / U. FOCES La cuidadora investigada por la intoxicación de seis bebés en una guardería de Vigo se desvincula de los hechos. Ayer por la mañana se presentó en comisaría y declaró ante la Policía Nacional y en presencia de su abogado que no había suministrado tranquilizantes a ningún menor y que durante las dos semanas que llevaba en la escuela infantil A Camelia se limitó a cumplir órdenes de la dirección. Su comparecencia coincidió ayer con el primer pronunciamiento oficial del centro, cuyo abogado, Javier Pascual, aseguró que "existe una línea de sospecha de la Policía" sobre esta cuidadora del aula de bebés a la que no se ha renovado el contrato.
"Una cosa son las líneas de investigación, legítimas, pero desde el centro no se harán acusaciones sin pruebas, aunque fuera lo más cómodo para liberarnos de este tan mal trago. Hasta donde sabemos, su trabajo lo había hecho bien, pero hay que dejar que la Policía actúe", puntualizó el letrado, que acompañó el fin de semana a la directora a declarar en comisaría.
La empleada a la que en principio apunta la investigación se encontraba "en periodo de pruebas" cubriendo una baja por enfermedad de una de las tres cuidadoras del aula de bebés que permanece precintada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo tras detectarse restos de benzodiacepinas en seis alumnos. "Es un tema muy grave, pero a juicio de la juez el problema estaba focalizado sólo en esta clase en concreto y el resto del centro funciona con normalidad", puntualizó el abogado de la guardería, que ayer reunió a los padres de los alumnos para informarles de la situación.
Por comisaría han pasado ya la directora de la escuela, la ex empleada y la mayoría de las cuidadoras que atendía a los niños de menos de un año, así como los padres de los niños hospitalizados o que presentaron restos de sedantes en las pruebas toxicológicas. Tras escuchar sus declaraciones, fuentes de la investigación aclaraban ayer que la hipótesis más probable con la que se trabaja es que la ingesta de tranquilizantes se produjese durante varios días antes del ingreso del primer afectado –el viernes 12 de marzo–. Esta estimación se realiza en función de la primera visita al pediatra de las familias que detectaron un cambio de conducta en sus pequeños, somnolientos y más apagados que de costumbre.
Por ahora son seis los bebés que presentaron restos de benzodiacepinas en las pruebas iniciales de orina, pero se han enviado muestras de sangre, orina y cabello al Instituto Nacional de Toxicología en Madrid para realizar exámenes más exhaustivos que determinen desde cuándo se venía produciendo la ingesta de fármacos y detectar posibles restos en otros menores que dieron negativo en los exámenes iniciales porque pudieran haber eliminado ya la sustancia del organismo.
El abogado de la guardería explicó ayer que algunos informes médicos aún llegaron ayer al laboratorio y que los resultados de las pruebas tardarán "unas dos semanas". Igual que se procedió con los alumnos más pequeños, Javier Pascual aclaró que "se pidió por favor a los padres con bebés de hasta 18 meses que les realizaran las pruebas –toxicológicas– por precaución".
Los análisis de las muestras biológicas serán determinantes, al igual que las del material incautado en la propia guardería. "La Policía recogió toda la leche, el agua y algunas cosas más del aula precintada", concretó el portavoz del centro, que aclaró que también se había informado a los inspectores de la Xunta de que no se habían adquirido últimamente productos de limpieza en mal estado o juguetes nuevos que pudieran contener la sustancia hallada en el organismo de seis niños.
Los fármacos que contienen benzodiacepinas se adquieren bajo receta médica e identificación del comprador, pero el centro desconoce si su ex empleada estaba recibiendo algún tratamiento con ansiolíticos