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Francia abre una consulta pública para devolver el control a los ciudadanos de la información que hay en la Red sobre ellos

MIGUEL ÁNGEL CRIADO MADRID

Nathalie Kosciusko-Morizet, en una foto de archivo.

Nathalie Kosciusko-Morizet, en una foto de archivo.AFP

Entre Google, Facebook, Yahoo y MSN gestionan la información de casi 2.000 millones de personas. Todas estas compañías son estadounidenses y se rigen por la legislación de protección de datos, muy laxa, que reina allí. Sin su permiso, es imposible borrar de la Red aquella multa publicada en un boletín provincial, esa fotografía inconveniente en una red social o, simplemente, dejar de recibir publicidad. Francia, sin embargo, quiere ahora que el olvido digital se convierta en un derecho.

El Gobierno galo ha abierto una consulta pública para que los ciudadanos y empresas interesadas opinen sobre la necesidad de regular el derecho al olvido en Internet. La secretaria de Estado para la Economía Digital, Nathalie Kosciusko-Morizet, lanzó la idea en noviembre pasado y, desde entonces, se ha reunido con empresas de Internet galas y estadounidenses para diseñar un borrador de una carta de derechos.

Kosciusko-Morizet: "Desvelamos cada vez más nuestras vidas"

"En la Red desvelamos cada vez más nuestras vidas, nuestros gustos, nuestras actividades y nuestro comportamiento", explica Kosciusko-Morizet. Ese rastro se puede seguir por las páginas que visitan los navegantes en la Red, la información que ponen a disposición de los buscadores o lo que publican en las redes sociales. "Sin embargo, la difusión de cierta información personal puede tener un impacto muy negativo en nuestra vida diaria", añade.

En el dossier que acompaña a la consulta pública, se recuerda una encuesta hecha en EEUU en 2009 que revela la dimensión del problema: el 45% de los empleadores fisgoneaba en Internet sobre el pasado de los candidatos a un puesto, frente al 22% que lo hacía en 2008. Un tercio reconoció que lo que vio en la Red influyó en su proceso de selección.

Francia busca, por un lado, facilitar al máximo un derecho a la supresión de la información sobre una persona que haya sido publicada por terceros y que pudiera perjudicarle en un futuro. Esto afectaría a blogs, redes sociales, sitios de vídeos como YouTube... Por otro lado, la carta busca mejorar la transparencia de la explotación con fines comerciales de los hábitos de navegación de los usuarios.

El 45% de los jefes fisgonea el perfil de sus futuros empleados

Publicidad, base del negocio

Tanto Google (que recibe el 70% de las búsquedas de todo el mundo) como Facebook (que está a punto de superar los 500 millones de usuarios) y las demás grandes empresas de Internet usan los datos de sus clientes para sostener su negocio con publicidad personalizada. Otras como Twitter van a empezar a hacerlo y algunas como MySpace ya venden directamente la información de sus afiliados al mejor postor.

Entre los mecanismos que propone la consulta para ejercer el derecho al olvido digital en las redes sociales se está estudiando la necesidad de que la configuración por defecto de los perfiles esté en el nivel máximo de seguridad y confidencialidad. También habilitará el uso de seudónimos y, entre otras propuestas, reconocerá el derecho a un borrado fácil y rápido de la cuenta, haciendo inaccesible su contenido. En la actualidad, aunque se borre un perfil de Face-book, la información seguirá en sus servidores. La consulta está abierta hasta el 31 de mayo y debería desembocar en un acuerdo de autorregulación.

"Los buscadores alteran la línea del tiempo", alerta Protección de Datos

"En la vida real, creas tus datos para algo concreto y se cancelan cuando se agota esa finalidad", argumenta el director de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), Artemi Rallo. "Pero en Internet hay una dificultad añadida: entran en juego los motores de búsqueda, Google en definitiva, y generan una multiplicación eterna de la información personal. Rallo pone distintos ejemplos: un ciudadano que durante la Transición fue detenido y hasta condenado y canceló sus datos hace años, o un ahora prestigioso médico que, al comienzo de su carrera, cometió una imprudencia por la que fue juzgado y después indultado. Y por eso, se da la paradoja de que se sabe que fueron condenados porque acabaron siendo indultados. "Los buscadores alteran la línea del tiempo", alerta Rallo.

Respuesta de Google

Para el buscador señalado, el conflicto no es tanto si hay derecho al olvido digital sino quién es el responsable de ese olvido. "Los buscadores no tenemos la responsabilidad; es de las páginas que albergan ese contenido", explica la directora de Relaciones Institucionales de Google, Bárbara Navarro. Para el buscador, lo más efectivo es dirigirse a los que pusieron la información en la Red en primer lugar. Navarro hace una reflexión: "Quizás hay que proteger la información antes de ponerla en Internet, no después".

"Las responsables son las webs que alojan el contenido", replica Google

Es lo que han empezado a hacer juzgados y otros organismos públicos, como los boletines oficiales, en un proceso que se llama "procedimiento de disociación". En estas publicaciones, los datos personales se convierten en anónimos mediante el uso de iniciales reales o ficticias.

Pero en los últimos tiempos el problema no es tanto la publicación de datos por páginas oficiales o el abuso de grandes empresas. La explosión de las redes sociales está provocando una igual de explosiva presencia de información privada en plazas públicas, como Facebook o Tuenti. El problema es que la legislación sobre privacidad es anterior a las redes sociales.

"El problema es que la ley está diseñada para las empresas y excluye a las personas físicas de su ámbito de actuación", explica el abogado David Maeztu . Pero desde la AEPD advierten de que la publicación, por ejemplo, de fotografías de un tercero en Facebook podría ser sancionable. Y las obligaciones que impone la norma son desorbitantes para un particular. En 2006, un usuario español tuvo que pagar una multa de 90.000 euros por colgar fotos de otros.

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