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IVA de caja, su fracaso ya es un hecho
by Ramón
Cerdá
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Siento decir que ya lo dije (bueno, la verdad es que no lo
siento en absoluto), pero el IVA de caja ha resultado ser un estrepitoso
fracaso. Solo un 6% de las pymes se han acogido finalmente a este absurdo
régimen, y debo decir que aún me parecen muchas... demasiadas. Tengo la casi
absoluta seguridad de que muchas de los que se han acogido acabarán por
arrepentirse de ello.
Otro de los problemas de acogerse al IVA de caja es la
obligación de permanencia. El contribuyente deberá apechugar durante al menos
tres años con este régimen, le guste o no le guste.
Tampoco voy a entrar en muchos detalles; hay otros artículos en
este blog en los que profundizaba más sobre el funcionamiento del IVA de caja y
son fáciles de encontrar. Solo diré que la letra pequeña era extensa y que casi
todo lo que prometían al principio no se cumplía (alguna burda mentira había
también, en especial al principio). También recordaré que el Gobierno decía que
era un esfuerzo económico para él cuando en realidad, el hecho de aplazar el
pago del IVA estaba sujeto a que la parte que se lo soportaba no se lo podía
deducir, con lo cuál, ¿quién soportaba el IVA realmente? En cualquier caso, el
Gobierno lo cobraba igual, con la particularidad de que, si pasado un año de la
factura, esta no se había abonado, el emisor tenía que ingresarlo igualmente. Y
todo ello sin tener en cuenta la carga administrativa adicional y los controles
a los que se quedaba sujeto.
Lo dicho, que aún me parecen muchas las empresas que se han
acogido a esta medida del IVA de caja y creo que muchas lo han hecho sin
conocer todas las consecuencias.
Ramón Cerdá