EL PRESIDENTE TEME PASAR A LA HISTORIA POR LOS RECORTES SOCIALES Y DEFIENDE SU LEGADO
Zapatero busca una salida honrosa como el reformista que se sacrificó por España
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero (EFE). @Alberto Mendoza.
¿Cómo será recordada la Presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero? Tal vez sea porque el año toca a su fin, pero el líder socialista parece hacerse esta pregunta, consciente de que su gestión de la crisis y la delicada situación a la que ha conducido a su partido marcarán los futuros juicios sobre su labor en la Moncloa. Este jueves, en su balance de 2010, el presidente apeló a la responsabilidad histórica, reclamó perspectiva para evaluar su acción de gobierno, y trató de definirse como un hombre sacrificado por España, dispuesto a jugárselo todo por el bien de su país.
Zapatero ya ha elegido el papel que representará en 2011, año en que el PSOE puede desaparecer del mapa de poder autonómico y municipal, y en que se conocerá quién es el candidato socialista a las Generales de 2012. El leonés pretende ahora que los españoles valoren su sacrificio por acometer algunas de las reformas económicas que España necesita para los próximos años, aunque eso suponga un suicidio electoral.
Se trata de la búsqueda de una salida honrosa del Gobierno y de la dirección del PSOE. Un relato que justifique sus errores y derrotas presentándolo como el líder que defendió al Estado de bienestar frente a los mercados, y que se inmoló políticamente en nombre de la austeridad. “Si algo caracterizará, cuando se vea con perspectiva, la crisis económica es el esfuerzo titánico que este Gobierno ha venido haciendo para mantener las grandes política sociales, los grandes pilares del Estado del bienestar, los clásicos y los que hemos ido incorporando en el periodo de 2004 a 2008”, afirmó Zapatero en su comparecencia de fin de año.
Pese al problema de credibilidad que lastra este discurso, el presidente reiteró que está recogiendo las lecciones de la Historia a la hora de impulsar la reforma de las pensiones, y que los próximos cinco años serán determinantes. “El PSOE siempre se la ha jugado por España a la hora de hacer reformas”, afirmó para continuar advirtiendo que “este es el rumbo: reformas y máximo nivel de protección y cohesión social”.
Debate parlamentario sobre las política de hace seis años
Zapatero tiene pánico a ser recordado como el presidente que llevó a cabo el mayor recorte social de la democracia. Por ello, además de insistir en su sacrificio, el líder socialista se ha volcado en la defensa de sus políticas sociales en un intento desesperado de salvaguardar la parte más vistosa de su mandato. “No somos el Gobierno de los mayores recortes de la historia. Proclamo y vamos a demostrar que este es el Gobierno que más ha mejorado las políticas sociales”, sentenció.
Así, a partir de febrero, cuando regrese la actividad al Congreso, el presidente impulsará un “gran debate sobre política social y el Estado de bienestar” para repasar su gestión en los últimos siete años. Con esta iniciativa espera poder enredar a Mariano Rajoy en un debate con componentes ideológicos, y marcar distancias con el PP en plena precampaña electoral. Paradójicamente, poco después de haber decretado la subida de la luz, y a pocas horas de que desaparezcan prestaciones como el cheque-bebé, Zapatero hizo hincapié en medidas como la subida del salario y las pensiones mínima, el permiso de paternidad, el incremento de becas o la ley de dependencia.
Un mal año… para Estados Unidos
Como demuestra el título del documento resumen de 2010 elaborado por Moncloa (Austeridad, Reformas, Cohesión Social), el PSOE busca mitigar la previsible debacle electoral de mayo con una narrativa que conjugue el clásico discurso de protección socialdemócrata con la necesidad de tomar medidas duras socialmente. Un ejercicio más que difícil, sobre todo porque sigue sin haber rastro de autocrítica y respuestas claras a los más de cuatro millones de parados.
La carta firmada por Zapatero con que comienza este informe explica que “2010 ha sido un año complejo y difícil para las economías de los países desarrollados, fundamentalmente Estados Unidos –donde se originó esta brutal crisis financiera- y los países europeos”. Y, durante la rueda de prensa, el líder socialista insistió en culpar al contexto internacional y aseguró que su política inicial de incentivos fiscales y gasto público es responsabilidad del G-20 y de la Comisión Europea.
Convencido de que debe agotar la legislatura de forma “inequívoca”, Zapatero aseguró que no pensó en tirar la toalla en ningún momento, y que apurará hasta marzo de 2012 buscando nuevos pactos con el PP. “Esperemos que Rajoy se moje con la reforma de las pensiones”, ironizó.