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LOS PRIVILEGIOS DE SER "EX"

Montilla se une a un club de "jubilados de oro" que indigna en crisis

Ana I. Martín

Sueldos generosos por años o de por vida, pensiones de viudedad, chófer, asistentes... De Griñán a Feijóo, pasando por Camps, Antich o Barreda, ningún presidente se quedará en la estacada.

Montilla ha sido el último en sumarse a un exclusivo "club" en el que tras las elecciones autonómicas de mayo puede haber nuevas incorporaciones.

La marcha de José Montilla tras la bofetada que recibió el domingo en las urnas ha vuelto a poner de actualidad las polémicas jubilaciones de oro de los presidentes regionales. Dicen que las penas con pan son menos, y al catalán no le va a faltar el pan los próximos años. En activo era el presidente regional que más cobraba -más incluso que José Luis Rodríguez Zapatero- y una vez jubilado sus honorarios serán superiores a los de los ex presidentes del resto de comunidades.

Durante los próximos cuatro años recibirá 115.224 euros anuales, el 80% de lo que ganaba hasta ahora. Y, cuando cumpla los 65, pasará a cobrar una pensión de 7.201 euros al mes durante el resto de sus días. Si le pasa algo, su mujer tendrá una pensión de viudedad de 3.600 euros. Aunque todos estos privilegios están sometidos a un régimen de incompatibilidades, como ocurre en todas las regiones.

Todas las comunidades autónomas tienen estipulado de alguna forma los honorarios y servicios que han de recibir sus ex presidentes. Porque no sólo se trata de asignaciones económicas, sino también de chófer, secretaria, oficina, escoltas, gastos de representación y demás prebendas.

Junto con Cataluña, también la Comunidad Valenciana, Castilla y León, Andalucía y Baleares lo tienen atado y bien atado con leyes que regulan expresamente el estatuto de sus ex presidentes (Canarias está en ello actualmente). Las demás lo hacen vía decreto, sin pasar pues por filtro parlamentario alguno, como así lo pone de manifiesto la profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia María Josefa Ridaura en un exhaustivo informe al respecto tituladoLos ex presidentes autonómicos frente a su inexcusable labor institucional.

Vayamos a las cifras concretas. Caso de Andalucía: cuando José Antonio Griñán deje de ser presidente cobrará 41.388 euros al año, el 60% de su salario actual. En Andalucía los ex presidentes sólo pueden cobrar como tal cuando hayan cumplido los 65 años, pero el socialista tiene ahora 64, así que eso no será un problema para él.

En Navarra, a Miguel Sanz le queda muy poco para pasar a ser ex, puesto que no optará a la reelección en mayo. Y cuando eso pase cobrará 64.296 euros, el 80% de su sueldo actual. A mayores, el primer mes de jubilación recibirá 6.697 euros, correspondiente a una mensualidad de sus actuales honorarios. No es una remuneración vitalicia como en el caso de Griñán, sino que le durará dos años.

En Galicia el límite también está fijado también en dos años. Alberto Núñez Feijóo recibirá 43.176 euros al año, el 60% de lo que cobra ahora. En cambio, durante toda su vida tendrá cubiertos los gastos de transporte y alojamiento cuando acuda a actos en su condición de ex presidente. De todas, la retribución más modesta será la del extremeño Guillermo Fernández Vara. Durante los cuatro años siguientes a su salida de la Junta recibirá 3.440 euros al mes, el 80% de su sueldo como presidente regional. Y una vez que se le acabe esa asignación o cumpla 65 años, la cantidad descenderá a 2.580 euros al mes.

Un poco más cobrará Francesc Antich. Como presidente de Baleares percibe 65.584 euros al año. Cuando deje de serlo recibirá, durante dos años, 52.467, el 80%. En principio, la ley de Baleares recogía además una pensión vitalicia a condición de que el político en cuestión hubiera sido presidente regional durante una legislatura o durante cuatro años no continuados. Sin embargo, aquello causó tanta polémica que los grupos parlamentarios decidieron prescindir de esta parte.

La trampa a la que recurren algunas comunidades es, en vez de regular una asignación para sus ex presidente, incluirles en su respectivo Consejo Consultivo como miembros natos. Y como tal cobran. Es el caso de Castilla-La Mancha. Allí esta polémica está en plena ebullición, puesto que hace unos días el PP presentó una proposición de ley para que, cuando José María Barredadeje el Gobierno, no se convierta en miembro nato del Consejo Consultivo. Por ello cobraría unos 62.000 euros anuales. Allí, la condición para que un ex presidente pase a ese órgano es que haya estado en el Gobierno al menos seis años. Barreda lleva dos legislaturas, así que eso no supone un problema para él.

En la Comunidad Valenciana y Castilla y León utilizan un método similar al castellano-manchego. Y ello provoca una situación muy curiosa: Juan Vicente Herrera yFrancisco Camps cobrarán más cuando dejen de ser presidentes y pasen a ser miembros natos del Consejo Consultivo de sus comunidades que ahora. Herrera, unos 78.000 euros al año durante la mitad del tiempo que haya presidido Castilla y León. Camps, en torno a 77.000 anuales por un periodo similar al que haya sido presidente.

Teniendo en cuenta que queda menos de medio año para las elecciones autonómicas y que en varias comunidades se prevén vuelcos, para los presidentes salientes no será mal consuelo saber que al menos no se quedarán a dos velas.

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