CREEN QUE EL DESGASTE POR LA CRISIS Y LOS RECORTES TRAERÁ UNA DERROTA HISTÓRICA EN 2012
Asesores de Zapatero en La Moncloa le piden que adelante las elecciones generales
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Congreso de los Diputados (Reuters) @José L. Lobo.-
Cuanto más tarde, peor. Con José Luis Rodríguez Zapatero como candidato o sin él, la pérdida del poder en las próximas elecciones generales se da ya por descontada en las filas socialistas.Pero aún se puede evitar un descalabro histórico si se adelantan los comicios. A ese clavo ardiendo se agarran varios asesores muy cercanos al presidente del Gobierno, que han recomendado a Zapatero no agotar la legislatura y convocar a las urnas antes de 2012, según aseguran a El Confidencial fuentes solventes de La Moncloa.
El Gobierno y el PSOE tienen tan asumida su derrota frente al PP que algunos de los colaboradores más próximos a Zapatero le han trasladado "como una reflexión" la conveniencia de adelantar las elecciones para tratar de minimizar los daños: mejor convocar cuanto antes a las urnas para sufrir una "derrota digna" que exponerse a un humillante varapalo en 2012, argumenta uno de los fontaneros de La Moncloa consultados. La marea negra del pesimismo no sólo parece haber engullido a la desencantada militancia socialista, como reflejan tozudamente todas las encuestas, sino que salpica ya al círculo de allegados a Zapatero.
La reciente debacle en Cataluña ha disparado todas las alarmas. La derrota del PSC estaba cantada, pero el castigo ha resultado demasiado severo incluso para los menos optimistas. Y aún puede ser peor en las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo. "El Gobierno ha tenido que tomar decisiones muy dolorosas, como la congelación de las pensiones o el recorte de sueldo a los funcionarios, y eso, además del desgaste del tripartito, nos ha pasado factura en Cataluña. Pero es posible que aún no hayamos tocado fondo, porque las medidas de ajuste que quedan pendientes no nos van a ayudar precisamente a recuperar la confianza de nuestros electores", reconoce una de las fuentes consultadas.
Más tragos amargos
La supresión de la ayuda de 426 euros a los parados de larga duración ha sido el penúltimo trago amargo: nadie sabe cuántos votos socialistas habrá arrastrado por el desagüe un recorte tan impopular que penaliza al colectivo más castigado por la crisis, pero no serán pocos a juzgar por la airada reacción en contra de amplios colectivos del partido. Y la próxima estación del via crucisestá a la vuelta de la esquina: la polémica reforma del sistema de pensiones, que Zapatero está dispuesto a sacar adelante, con o sin consenso, a finales de enero; y que anuncia un nuevo frente de batalla con los sindicatos y otra más que probable hemorragia de votos.
"Si las elecciones se celebrasen ahora las perderíamos con toda seguridad", reconoce una de las fuentes consultadas. "Pero si Zapatero decide agotar la legislatura la derrota puede ser mucho más amarga. ¿Qué pasaría si el plan de austeridad que ha puesto en marcha el Gobierno no resiste los ataques especulativos de los mercados y la UE tuviese que venir en nuestro rescate, como ha ocurrido con Grecia e Irlanda? No es un escenario probable, pero tampoco podemos descartarlo. Sería una auténtica catástrofe".
¿Cuál sería la mejor fecha para un hipotético adelanto electoral? Las fuentes consultadas se inclinan por hacer coincidir generales, autonómicas y municipales en mayo de 2011, aunque admiten que los barones regionales opondrían una fuerte resistencia. Los motivos parecen obvios: el debate en clave nacional acapararía la campaña; y el voto de castigo a Zapatero -o a su sucesor- podría contaminar a los candidatos socialistas en comunidades autónomas y ayuntamientos. "Eso no tiene por qué ocurrir así necesariamente", argumenta uno de los colaboradores de Zapatero partidario de no agotar la legislatura. "El PP ha ganado por mayoría absoluta en Madrid o la Comunidad Valenciana cuando Mariano Rajoy estaba muy rezagado en las encuestas".
Hermetismo de Zapatero
La indefinición de Zapatero empieza a exasperar en La Moncloa. Tal vez no al círculo de poder más cercano -formado por el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, su jefe de Gabinete, José Enrique Serrano, y el apagafuegos y secretario general de la Presidencia Bernardino León-, pero sí entre los asesores de segundo nivel. El hermetismo del presidente del Gobierno es absoluto -y no sólo sobre un posible adelanto electoral-, pero el tiempo corre y las incógnitas se amontonan: ¿Volverá a encabezar por tercera vez la candidatura socialista? De no ser así, ¿es Rubalcaba su favorito o esconde algún tapado? ¿Habrá primarias, congreso extraordinario o un simple dedo del líder disfrazado por el respaldo del Comité Federal del partido? ¿Cuándo anunciará su decisión?
"Rubalcaba tiene el mando, y manda mucho. Pero ni siquiera él sería capaz, en estas circunstancias, de movilizar al partido y darle la vuelta a las encuestas", apunta otra de las fuentes consultadas. "Nuestro problema no es sólo de candidatos, sino sobre todo de políticas. Tal vez adelantando las elecciones y con Rubalcaba de cabeza de lista amortiguaríamos la caída, pero él también tendría las manos atadas por los recortes que ya están en marcha y los que tienen quevenir".
