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Tea Party” a la española

El reformista

BERNARDO RABASSA ASENJO.- PRESIDENTE DEL CLUB LIBERAL ESPAÑOL

La Convocatoria para el 27 de Noviembre en el Ateneo de Madrid del CONGRESO DE PLATAFORMAS SIGLO XXI por El Club Liberal Español que me honro en presidir, conjuntamente con La Sección de Ciencias Jurídicas y Políticas del Ateneo de Madrid que preside D. Pedro Lopez Arriba, miembro también del Comité Directivo del Club y otras Asociaciones civiles, entre cuyos líderes figuran Juan Vicente Santacreu y Jesús García Barcala y otras numerosas personalidades convocantes del Congreso ha tenido una enorme repercusión mediática y ha sido interpretado en clave americana como “Tea party” aunque a algunos no nos guste el Té, en tanto que lo que pretende ser es un movimiento ciudadano al estilo del que ya participé como liberal en 1973-76 y que se llamó Platajunta, para que en él yuxtapuestos y sin solicitar credenciales , ni nº de Asociados, discutamos los representantes de la sociedad civil: sociólogos, dentistas, zapateros, autónomos, empresarios, directivos, sobre el futuro de España, del que hemos sido desposeídos por el sistema político vigente en nuestro País, en busca de una democracia más directa y representativa con más posibilidades de intervenir y con más frecuencia que en las actuales contiendas electorales.

Queremos ser votantes directos de nuestros diputados y han de existir medios para el “impeachement” y para el recambio de los gobiernos, cuando estos, como ahora, no solo no son eficaces, sino que van en contra de nuestros intereses civiles.

Si se le quiere llamar “tea party” no hay que olvidar que en USA ha sido un movimiento ejemplarmente democrático, que ha ganado limpiamente la mayoría en la cámara de representantes y no como pretenden vendernos ciertos medios, un movimiento ultra, ya que todas las opiniones deben tener cabida en el Gobierno de la Nación, tanto de izquierdas como derechas.

En todo caso nuestro Congreso deberá ser básicamente Liberal-Centrista, pero eso si de recuperación de valores, como el Mérito, la separación estricta de Poderes entre Ejecutivo, Legislativo y Judicial hoy desaparecida, y los conceptos de Patria, Solidaridad y Esfuerzo en olvido absoluto.

Esperamos que la enorme difusión, dada a nuestra Convocatoria, redunde en la masiva asistencia a la misma de cualquier organización de la Sociedad Civil que lo desee, con absoluto respeto a su credo político, como en la Platajunta del 73-76 donde nos juntábamos desde Marxistas leninistas a Comunistas, Socialistas, Liberales y Democristianos, unidos frente a la Dictadura, como ahora lo hacemos frente a un estado de la Nación que nos lleva directamente al fracaso como Pueblo, Estado y Gobierno.

Volvamos al “Tea party” ;El 5 de Febrero de 2009, escribi en este mismo medio un artículo titulado Oh-Bama en el que con una premonición increíble decía:

“Obama ha firmado desde su investidura órdenes ejecutivas y directrices que intentan demostrar que la retórica de campaña no era tal, sino que tiene la intención de cambiar el mundo. ¡Dios nos libre de los salvapatrias! Cierra Guantánamo. ¡Bien!, no daba buena imagen, pero otra cosa es cuál es la alternativa al terrorismo mundial islámico. La verdad es que la caída de las Torres del World Trade Center se la ha hecho pagar Bush con la cabeza a Sadam Hussein de Irak, que no sabemos si tendría algo que ver, pero en cualquier caso permitió la venganza y con ello tranquilizó a sus votantes, aunque, que yo sepa, todavía no han pillado a Osama Bin Laden, lo que resulta del todo inaceptable para la primera potencia del mundo, pero así son las cosas. El parto de los montes, “sólo salió un ratoncillo”.

Su lucha contra los “lobbies” y el sistema, ha conseguido que ni un solo republicano votara los 800.000 millones de Dólares, que no han conseguido parar la crisis, ni siquiera retrasarla. Neo intervencionismos, más Keynesianismo, cuando lo que se precisa es un brutal y quizás cataclísmico ajuste de los mercados, pues no se puede vivir del cuento ni sobre las espaldas de otros eternamente, o como hemos hecho en España: por encima de nuestras posibilidades, sin pagarlo con sangre.

Obama, ha sido elegido como el primer presidente de color, es decir, que la población de esa raza, o los mulatos, hispanos, y otras minorías, están esperando que este presidente cambie las cosas hacia la Igualdad teórica de todos los ciudadanos, y ésa es una pesada tarea. Tiene que meterse a Redentor y todos conocemos la historia de Cristo: acabó crucificado. No sé si Obama será el Nuevo Mesías, pero es evidente que se avecinan drásticos cambios en el modo de vida de los americanos, que aunque desde mi perspectiva de liberal elogio, pero mi pragmatismo, dictado por los años de experiencia, me dice que todas las revoluciones acaban en guerras, y si en el Siglo XX hubo 400 millones de muertos y dos guerras mundiales, ¿qué nos reserva el Siglo XXI?

También está obligado con ecologistas y trabajadores, y ha firmado la orden que daba facilidades a las clínicas abortistas, ha hecho remover en su silla gestatoria a Benedicto XVi, a la vez que su orden mejorando la situación sindical, quitándole trabas y facilitando la vida de los trabajadores en empresas contratadas por el Gobierno, le acerca a unas “Trade Unions” diferentes.

Y qué me dice de la sanidad, de la I+D+I y de la crisis económica (subprimes, titulización y la Pirámide de Madoff? ¡Menudo New Deal espera a Obama!”.

Aquí terminaban mis premoniciones que se han cumplido, con el sonoro soplamocos que le han dado los republicanos, con la ayuda del llamado “Tea Party ”, ante el descarrilamiento de todas sus políticas de buenas intenciones.

Este ha sido un movimiento político, nacido en el 2009 en reacción a las políticas económicas adelantadas en Estados Unidos por su presidente Barack Obama en clara evidencia de su desencanto y de preocupación del papel que debe tener el Estado. A nivel mediático fue subestimado, primero ni se mencionaba, luego con las primarias republicanas logra el interés, y ya, posesionado en las pasadas elecciones legislativas del martes 2 de noviembre, por cierto, un proceso ejemplar sin trampa alguna, los medios no hacen sino hablar, especular, los analistas opinan y la tendencia del “tea party” es todo un fenómeno.

Por supuesto, con influencia en Europa, es muy de la política del norte, donde participan los hispanos, y lo que si, como ha dicho el republicano Rand Paul, “El Tea Party está conquistando Washington”.
Proviene en respuesta a la crisis financiera y aquella Ley de Estabilización Económica de Urgencia de 2008, firmada el 3 de octubre por el entonces presidente George W. Bush, y al paquete de estímulo fiscal, la Ley de Reinversión y Recuperación de Estados Unidos de 2009, firmada el 17 de febrero al año siguiente por el presidente Barack Obama.
El movimiento empezó a gestarse de la inconformidad y las protestas en contra de los impuestos, la disparatada política de salvamento bancario y el gasto público interno y externo, que empezaron a darse en torno a las elecciones de 2008 y las posteriores revelaciones de los bonos pagados a los ejecutivos de AIG. Los manifestantes también utilizan las redes sociales, entre éstas Facebook, Twitter y MySpace, así como blogs en medios de comunicación de centroderecha y conservadores para promover sus eventos. Se oponen también a la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, la reforma de la sanidad pública del presidente Obama. Un 20% de la población americana simpatiza con este movimiento ciudadano.

El nombre “Tea Party” hace referencia al movimiento anticolonialista de finales del siglo XVIII llamado Motín del té de Boston o (“Boston Tea Party” en inglés), que protestaba por la aprobación de los impuestos al té sin tener representación en el parlamento británico. Los miembros de las marchas del Tea Party han tratado de evocar estas antiguas marchas usando imágenes, consignas y temas de este periodo de la historia estadounidense.
“Se trata de la deuda. Es un movimiento preocupado de que estemos heredando y dejando en herencia a nuestros hijos y nietos esta deuda”, aseguran los republicanos del Tea party, para quien la corriente promueve “un castigo para ambos partidos”.

“Los republicanos duplicamos la deuda cuando estábamos en el poder, y ahora los demócratas la están triplicando”, explicó Rand Paul, senador por Kentucky a la cadena ABC, y considera que hay que encontrar “un término medio” entre los recortes que tradicionalmente hace cada partido a los presupuestos.

El senador recordó que los demócratas siempre rechazan “reducir el gasto doméstico”, mientras que su partido se niega a tocar el presupuesto de defensa, y apuntó que ésta es una tendencia que los republicanos deben cambiar si quieren reducir el gasto público.

“Tenemos que considerar todos los gastos que tenemos sobre la mesa, aseguró el senador, que apoya la redacción de “una enmienda constitucional” que exija un presupuesto federal equilibrado.

Ante la pregunta de si el Tea Party tiene una política exterior y en qué consiste, Paul se limitó a señalar como línea clave “una fuerte defensa nacional, que es una prioridad” para el país “y está contemplada en la Constitución”.

Paul consiguió, junto al candidato por Florida Marco Rubio y a Kelly Ayotte, por Nueva Hampshire, uno de los tres escaños del Senado que los miembros del Tea Party arrebataron a los demócratas en las elecciones legislativas del martes 2, en las que los republicanos retomaron además el control de la Cámara de Representantes.

Ahora bien, el movimiento tiene un componente emocional tan importante como el político, y que es resultado de los miedos e incertidumbre que generan la globalización, la crisis económica, y varios cambios sociales que vive el país.

¿Cuál es su ideología?: Es un elemento de disputa entre los analistas políticos qué etiqueta utilizar para definir este movimiento. Algunos lo catalogan de “extrema derecha”, otros de “ultraconservador”. De lo que no cabe duda, es que sus activistas se encuentran a la derecha de la posición oficial del Partido Republicano en muchos temas.

A causa de su estructura descentralizada, el Tea Party no posee un programa político completo compartido por todas sus secciones. Sin embargo, sí ha elaborado un manifiesto con 10 puntos, entre los que se incluye: una oposición a cualquier subida de impuestos; la aprobación de presupuestos equilibrados; un rechazo a la reforma sanitaria de Obama y a la limitación de los gases contaminantes.

¿Qué peso tienen en el Partido Republicano?

Al ser un movimiento popular, con un fuerte carga ‘anti-establishment’, rechazan la idea que deban tener un líder que los guíe o represente. Ahora bien, existen varios líderes políticos que han participado en actos suyos, mostrando su simpatía con sus postulados.

Entre ellos destacan Sarah Palin, y la congresista Michelle Bachmann. Así como Marco Rubio, descendiente de cubanos, senador por Florida ,elegido para replicar al presidente Obama el pasado 6 de Noviembre, ante la mayoría conseguida en la Cámara de Representantes(les faltaban 39) y consiguieron inmediatamente más de 50 y se quedaron a un paso de hacerlo también en el Senado.

La respuesta frustrante de Obama no se ha hecho esperar: 600.000 millones de dólares más al mercado virtual, para que así puedan subvencionar a más, evitando el apretarse el cinturón como está haciendo Europa, principal perjudicada por esa política.

A mi juicio el análisis más sensato del papel del “Tea party” lo ha realizado jose Maria Carrascal en el Diario ABC (7 de Nov.):

“1. El cambio del mapa político es mucho mayor de lo que se ha dicho. Se habla de «ambas costas frente al centro». En realidad, ha sido la esquina noreste, en torno a Nueva York, y la esquina suroeste, en torno a California, frente al resto del país. El Sur —demócrata desde la guerra civil—, el oeste agrícola y centro industrial —demócratas ambos tradicionalmente— se han pasado a los republicanos.

2. Lo que hay detrás de ese vuelco es algo más que el desencanto con un presidente y las estrecheces de una crisis. Es el miedo y la ansiedad de las clases media y trabajadora norteamericana ante su futuro y el de sus hijos, ante la pérdida de competitividad en el mundo y la frustración de depender cada vez más de subsidios.

3. El Tea Party no es ninguna novedad ideológica lanzada por cuatro radicales que engatusan a los incautos. Bien al contrario, sus consignas —menos gobierno, más individualismo; menos regulaciones, más iniciativa privada— son las que han hecho Estados Unidos y las que suscriben tanto los republicanos, como la mayoría de los demócratas.

4. Dos ejemplos: en la archiliberal California la propuesta de legalizar la marihuana ha sido rechazada, y en Iowa, los tres magistrados que habían legalizado el matrimonio homosexual no fueron reelegidos. Marihuana y homosexualidad, dos iconos de los años 60, apartados de la corriente general. Es como si la vieja cultura viniera a reemplazar a la contracultura de moda.

O sea, que estamos ante algo más allá de un cambio político, para entrar en los valores, más amplios y profundos, al no quedarse en el gobierno y alcanzar a las personas. La mayoría de los norteamericanos parecen haberse dicho que lo que les ha llevado a la situación actual, lo que les ha hecho perder riqueza, prestigio, confianza y seguridad es haber abandonado sus viejos valores, para adoptar otros importados, de Europa en general y del socialismo en particular.

Son éstas palabras mayores, por lo que habrá que esperar que el futuro las confirme o las rechace. De momento, Obama tendrá que adaptarse más al Tea Party que el Tea Party a Obama, según el último dictado de las urnas.”

Analizado en esencia y de cara a España los contenidos mas representativos de su opinión serian: 2. Lo que hay detrás de ese vuelco es algo más que el desencanto con un presidente(aquí Zapatero) y las estrecheces de una crisis. Es el miedo y la ansiedad de las clases media y trabajadora norteamericana, aquí hablaremos de la española ante su futuro y el de sus hijos, ante la pérdida de competitividad en el mundo y la frustración de depender cada vez más de subsidios,! ni que vivieran en Andalucía o en Extremadura! ¿Tendrán esa ansiedad o estarán tranquilamente repantingados? .

3. El Tea Party no es ninguna novedad ideológica lanzada por cuatro radicales que engatusan a los incautos. Bien al contrario, sus consignas —menos gobierno, más individualismo; menos regulaciones, más iniciativa privada— son las que han hecho Estados Unidos y las que suscriben tanto los republicanos, como la mayoría de los demócratas, cosa que lamentamos profundamente que no ocurra en España entre los partidarios de los Populares y los Socialistas, pues otro gallo nos cantara, si esa ilusión por el mérito y por el trabajo bien hecho fueran objetivos de nuestra nación, una nación que debía ser emprendedora y competitiva y no pensar nuestros hijos en vivir de papa Estado como revelan todas las encuestas en vez de ser empresarios con afán por el triunfo personal y social. Con menos Estado(sobretodo autonómico) viviríamos mejor

Los liberales centristas que así pensamos, en la escuela liberal de Krause ,Ortega y Salvador de Madariaga de la Escuela Austriaca de Economía (Von Misses, Hayek etc),herederos de la Constitución de 1812 y que nos sentimos sociales en la solidaridad con el resto de los españoles, nos negamos a aceptar el sanchopancismo y si es necesario organizar un “Tea party” para revolucionar nuestras conciencias y rebelarnos democráticamente contra el régimen establecido, lo haremos sin dudarlo ,por más que se nos tache de radicales y ultramontanos, pues nuestro interés es el bien del ciudadano y su libertad con minúsculas y mayúsculas, ante la terrible derrota de nuestra nave Patria, en el concierto de Europa.

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