El ex líder de CCOO, que no votó la reforma laboral debido a sus antiguas lealtades sindicalistas, no ha estado solo en su rebeldía, aunque la suya molestara mucho en la dirección del grupo.
Son varios los diputados socialistas que se han hecho notar en este curso por sus críticas internas en las reuniones del grupo. Y aunque entre los parlamentarios haya sindicalistas destacados –como la diputada por Barcelona y miembro de UGT Isabel López i Chamosa-, quienes más ásperos se han mostrado han sido los diputados de la corrienteIzquierda Socialista: Manolo de la Rocha y Juan Antonio Barrio de Penagos, madrileños, y José Antonio Pérez Tapias, granadino.
A estos diputados, críticos con el abandono de las posiciones socialdemócratas por parte del PSOE, se les ha añadido puntualmente Herick Campos, alicantino, “lermista”, antiguo secretario general de las Juventudes Socialistas. Campos, que apoyó a Bono contra Zapatero en el año 2000, se ha mostrado crítico, no tanto con la línea ideológica del partido, como con los fallos de comunicación y pedagogía de las políticas adoptadas por el Gobierno.El confidencial