México o la corrupción... y un pueblo indefenso
México, como hispano hablante que soy; lo valoro como la nación más importante del mundo en lo relativo a mi idioma; puesto que el idioma, no lo olvidemos nunca, es nuestra mayor y verdadera riqueza; y el español, ya hace tiempo que dejó de ser de “España”; que hoy puede ser el tercer o cuarto país de un habla que nació aquí; por tanto situémonos con modestia donde nos corresponde.
México es el protagonista máximo, de que el idioma español, sea el segundo idioma hoy hablado en los poderosos Estados Unidos; puesto que han sabido conquistarlo y ello ya pesa allí, tanto que a los políticos les preocupa el voto hispano.
Ese México, que antes fuera “La nueva España” y que en su momento de mayor esplendor, ocupaba con sus territorios, dos terceras partes de lo que hoy es la poderosa USA; y los que fueron siéndole arrebatados, violentamente la mayoría de ellos (otros por venta efectuada por necios gobernantes) y precisamente por una desastrosa política de luchas intestinas y de las que se aprovecharon los invasores.
Por todo ello México, me ha sido siempre una nación de referencia y de siempre les he tenido simpatía y buena voluntad a los mexicanos; máxime que hace ya casi veinte años visité la península de Yucatán y estuve allí pasando unos días, principalmente para ver “en su salsa”, los vestigios de la civilización Maya. De aquel viaje resultó un buen relato de casi un centenar de folios.
Conviví con su gentes y me maravilló su sencillez, su agrado, su buen y respetuoso hablar, sus caras siempre sonrientes. Todo ello me dio la impresión de entender que era un pueblo que sabía vivir con lo que tenía y sabía sacarle provecho a la vida, viviendo y compartiendo una felicidad, de la que en muchos países estamos carentes, precisamente por una materialidad que aquellos mexicanos, aún habían podido librarse, si bien ya estaban siendo invadidos. Después he visto documentales estupendos de otras partes del muy extenso México y he hecho referencia a cosas notables que en ellos he aprendido, lo que mis lectores habrán notado en los artículos a que se refieren.
El día cuatro de julio de este año, escuché una larga intervención sobre otras cosas muy desagradables del actual México, puesto que fue un programa en el que “hablaron hasta los muertos”; que lo hicieron a través de grabaciones en cinta magnética y realizadas antes de ser asesinados. Asesinatos a miles y que quedan en la impunidad. México está perdiendo tantas vidas por asesinatos, como si sufriera una guerra de invasión y ello, no parece ser que remita sino todo lo contrario.
Era el día cuatro, la fecha de unas grandes elecciones internas y parciales, en las que se elegirían no se cuantos gobernadores y otros mandatarios menores; ¿para qué?; sí para qué, si esa nación está asolada por la peor de las plagas que pueda sufrir una nación; puesto que está comida por la corrupción, el asesinato ya en masas de miles de individuos cada año, lo pernicioso de los ya ejércitos que controlan las drogas en áreas determinadas y en definitiva, de una descomposición absurda, puesto que mientras minorías corruptas se corrompen, el mexicano de la masa se empobrece y tiene que emigrar buscando lo que en su tierra no encuentra.
México que cuenta con casi dos millones de kilómetros cuadrados de extensión (cuatro veces la de España) y con una población de casi 104 millones de habitantes; siendo poseedor del español como idioma principal (también allí hay infinidad de lenguas vernáculas) al segundo que se habla en el mundo, teniendo riquezas inmensas y situación geográfica envidiable, puesto que posee todos los climas del continente y debido a su orografía muy montañosa y con esa fuerza que da el mestizaje; debiera ya hace tiempo estar entre las primeras seis o siete naciones del mundo y sin embargo...?
Todo ello no es debido a otra cosa que a una cantidad enorme de tiempo malgastado entre luchas intestinas y soportando a malos o peores políticos; que no han sabido aglutinar a ese pueblo que yo observé, muy trabajador, hábil, limpio y con unas cualidades humanas envidiables... “quizá allí aparte del idioma los españoles dejaron otras nefastas semillas y que hoy también nos afectan a los hispanos europeos... puesto que España está en decadencia”.
Y España al igual que México, se fue desangrando y reduciendo de tamaño, en siglos de luchas intestinas y plaga de malos gobernantes; señalando como la peor etapa la que nace tras “la denominada guerra de la independencia” (1808-1814) la que tuvimos la desgracia de ganar a Napoleón y por lo que todo volvió a ser lo mismo o peor que antes; puesto que lo que vino después fue horrible, hasta culminar con la más terrible guerra intestina jamás sufrida aquí (1931-1939) y que a través de Franco, se llega a una prosperidad y estabilidad nunca soñada, pero que los actuales inútiles gobernantes han dilapidado llevándonos a la ruina... “y esperemos que no a situaciones aún peores”.
Todo ello me une (pienso que nos une) a México y es por lo que siento las cosas malas que allí ocurren, como si ocurrieran en mi propia nación... “no merecemos tanto abuso y tanta indefensión”... ¿podremos organizarnos bien alguna vez? Espero que sí.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más temas)