Pleitos y leyes en España... se eternizan
Conozco un caso sobre apropiación de aguas de un ayuntamiento, al que un “súbdito”, le viene reclamando desde el año 1979 y aún están “las aguas estancadas” en un tribunal autonómico y ni se sabe, si la sentencia el tal súbdito la va a recibir en este mundo (ya es viejo) o se la enviarán... “vía San Pedro al otro que dicen hay”. Lógico aquella “sentencia” histórica que Pedro Pacheco, alcalde de Jerez de la Frontera, sentenciara dándole un valor real a la justicia española, que dijo era un cachondeo.
Reflexionando, mientras respondía a un interlocutor... llegué a la siguiente certeza. España tiene tal maraña de leyes, que terminará por ser un país ingobernable si es que ya no lo es. ¿Pues para qué y a quién sirven las leyes españolas visto la incalculable cantidad de pleitos de todo tipo que ahora mismo hay atascando los infinitos juzgados? Juzgados que han aumentado enormemente, puesto que en la ciudad donde vivo, hace no muchos “lustros”, había tres o cuatro y ahora hay cincuenta o casi... “y dicen que hacen falta más”. ¿Para qué?
Reitero pues lo que ya dije... Si hoy viviera Pitágoras; el que aconsejaba a sus discípulos no entrar en las repúblicas donde fuesen muy abundantes jueces y abogados (también médicos y curanderos)... seguro que al conocer la situación de España, les ordenaría que no vinieran aquí... “ni a cobrar una herencia”.
La “cosa” en España es de tal magnitud, que prácticamente los informativos de todo tipo, se llenan cada día de “casos judiciales”. Querellas y querellas, demandas y demandas. Destacan los políticos de todos los partidos, querellándose a diestro y siniestro. Luego vamos viendo o notando que los pleitos se eternizan, que lo que parecía algo “gordo” o importante por la magnitud de lo que se dice y habla en principio, luego y llegado a los juzgados (si es que llega) se alarga a tiempos absurdos o se eternizan y cuando salen, generalmente todo se embrolla y al final nada de nada.
No es sólo el caso “cachondeal, que diría Pacheco”, del estatuto de autonomía de “la nación catalana”, el que lleva más de cuatro años en el tribunal correspondiente y nunca acaba de salir. Sí, salen filtraciones que nos dicen que algunos miembros (todos nombrados por los partidos que más poder tuvieron en su momento) votan a favor de unos y en contra de otros; y cosas así. Lo que nos dice bien a las claras que no hay independencia judicial ni nada que se le parezca.
Recordemos el para mí bochornoso caso, de los grandes estafadores denominados “Los Albertos” (Alberto Cortina y Alberto Alcocer); los que condenados y confirmada condena por el tribunal Supremo, por una gran estafa realizada y que les condena a una condena ínfima, de unos tres años de cárcel y devolver el dinero estafado. Al final e inexplicablemente, el caso se va dilatando, dilatando y al final, cae en el “Constitucional” y allí y en base a lo que sea y que no comprendemos, “los dejan más limpios que el jaspe” y vuelven a su casa “limpitos y coleando y si haber pasado ni un solo día en la cárcel”: además los estafados han de emprender otro nuevo pleito para recuperar el dinero de la estafa y que son millones de euros, aunque la estafa fuera en pesetas ya que data de aquella época.
No hablemos de narcotraficantes más o menos importantes y que por “lo que sea”, salen ilesos por cuanto “los tiempos se pasan”, o las formas del proceso y en fin, cosas que ni las entendemos ni creemos de ninguna de las maneras por muy explicadas que nos las den.
Y si hablamos del común de la gente; hay pleitos para dar y tirar, puesto que hay incluso los que buscan los pleitos para sacar dinero al que sea, so pretexto de difamación, abusos, errores y en fin... “la cuenta de nunca acabar y donde ejércitos de abogados tienen trabajo para no acabar y eso que dicen que en España hay más abogados que en todo el resto de la Europa de la UE”.
Y la cosa cada vez está más liada y con visos de que siga igual o peor y ni se sabe por cuanto tiempo.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)