BALTASAR GARZÓN
Debió aprender de Estevill en cuanto a lo del DINERO, y su enriquecimiento a ojos vista ha sido más moderado, y “legal” tras libros, conferencias, cursos ¡de 300.000 €!… tanto que además de despertar la envidia que acarrea triunfar, no se explica que pueda atender su empleo, su juzgado.
He de advertir que al tiempo que conviví en la primera galería de la Modelo con las victimas de mi ex abogado, 1992, ratificando su inmoralidad, que para mí no era nada nuevo, pasé unos meses en la 5ª de Carabanchel, por un juicio en Madrid, una más de las consecuencias de su DEFENSA. Allí conocí a varios de los encarcelados por el ya célebre Garzón. No diré que como los de Barcelona me contaran las extorsiones de Pascual, pero si de muchas de sus extrañas peculiaridades. No presté demasiada atención a los cuentos sobre jueces propios de la cárcel, pero la extraordinaria carrera del personaje ha alimentado mi curiosidad y recuerdos. Por de pronto ya entonces iniciaba sumarios que no se terminarían nunca, donde su literatura e "íntima convicción" contaban más que las pruebas. También traté a los encarcelados por el juez Miguel Moreiras, de la Audiencia Nacional, ¡ése si apestaba a su amigo Pascual Estevill y a Piqué Vidal que le contrató para conferencias en Barcelona!
En lo de la Política, socialista, Pascual Estevill también se mostraba progresista, e intentó medrar, aunque en ese campo Garzón casi alcanza su máxima aspiración, ser ministro de Felipe González. Mi abogado también publicó libros, tratados sobre Derecho, aunque me temo con escaso éxito. Pero en la “profesión” escaló más alto, el Consejo General del Poder Judicial, y antes la egregia Academia de Jurisprudencia y Legislación de Cataluña.
La Prensa y el progresismo los endiosó. Para un hábil demagogo es fácil pasar de la ingenuidad de unos entregados creyentes al beneficio propio, y que mejor que atizarle a Pinochet o a los muertos de y por Franco, aunque como es natural los de Santiago Carrillo no le apetecieran, aplicándole las leyes de amnistía. Leyes, que dicho sea de paso, me parecen incalificables. Una Justicia o País, que por LEY debe olvidar a los asesinos, se degrada, ¡y así ha sido! Pascual, citando a la Prensa en su propio juzgado, relataba las estafas de los burgueses barceloneses. Minutos antes, había encarcelado, o su hijo en el propio pasillo del juzgado, o Juan Piqué Vidal, Rafael Jiménez de Parga, y otros, en sus grandes bufetes con decenas de colaboradores, habían extorsionado. 25 millones mínimo por un auto de prisión con fianza, con otros 25 en Suiza, o bolsas de 50 millones que ingresaba en sus propias cuentas españolas. “El azote de la burguesía”, “por fin un juez se atreve en Barcelona…”, “El terror de los poderosos”. Atreverme a escribir desde la cárcel y publicar entonces una nóvela “Los 10, 100, y 500.000 millones de ptlos de la rosa” quizá fuera mi mayor disparate en la vida. Además de retirarla del mercado, las venganzas serían las propias de esta clase de amorales… denuncias falsas, y etc.etc. Pero no me restaron ganas de escribir, aunque debería esperar muchos años hasta que les condenaran por alguno de sus delitos de su larga carrera, toda su vida “profesional”, de auténticos gansters.