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El PP abrirá la mano con los medios ante las europeas por su desplome en las encuestas

TRAS VETAR MONTORO UN PLAN DE AYUDAS A LA PRENSA

El PP abrirá la mano con los medios ante las europeas por su desplome en las encuestas

El PP abrirá la mano con los medios ante las europeas por su desplome en las encuestas
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. (EFE)                                               
“Presidente, ¿para qué vamos a echarles una mano si no dejan de criticarnos?”. La frase bien podía firmarla el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que en privado no se recata a la hora de mostrar su indignación porque grupos mediáticos “quebrados” y con numerosos litigios abiertos con Hacienda pretendan subsidios del Gobierno al tiempo que mantienen líneas editoriales cuando menos ásperas. Un sentimiento que le llevaba hace apenas un mes a vetar un plan de ayudas a la prensa con el argumento –no desenfocado- de que la opinión pública podría levantarse en armas ante una operación rescate al cuarto poder en plena crisis. Claro que las cosas pueden cambiar algo en los próximos meses.

“El sentimiento que expresa Montoro está bien asentado y Rajoy no va a mojarse en estos temas -explican fuentes próximas al partido-. Sin embargo, la hoja de ruta de Génova también tiene en cuenta que para mayo de 2014 están previstas las elecciones europeas. Y las encuestas, hoy, son demoledoras para el PP. Por timing político, parecería razonable abrir algo la mano con los medios de comunicación entre enero y febrero. Ningún cambio sustancial de política, pero sí algo más de publicidad institucional aprovechando esos brotes verdes que el Gobierno ha empezado a vender. En fin, algo de árnica”. Según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el PP atesora una estimación de voto del 34%, diez puntos menos que en las pasadas elecciones generales del 20 de noviembre.

Tampoco se dejan de lado otras claves políticas. No en vano los populares también esperan que ese medio año de margen sirva para echar toda la tierra posible sobre el affaire Bárcenas, entuerto que tiene maniatada a la formación. “Cuentan con un mejor escenario, esto es, que en un 80% o un 90% pueda estar amortizado en lo que afecta estrictamente al partido”, remachan estas fuentes. No falta quien incluso apunta con alivio al frente -con imprevisibles consecuencias- que se abre al PSOE y Juan Antonio Griñán en Andalucía, después de que la juez Mercedes Alaya haya imputado a la ex ministra Magdalena Álvarez y a otros 20 altos cargos de la Junta. Dicho de paso, en Ferraz, sin embargo, se cree menos en la casualidad.

En todo caso, los problemas del extesorero popular marcan un antes y un después en la relación del PP con los medios. Antes, el presidente en su espléndido aislamiento había mirado para otro lado mientras miembros de su propio gabinete arreglaban a media luz la absorción de La Sexta por parte de Antena 3. Tampoco dijo palabra cuando esas piezas clave de su Gobierno avalaban entre bambalinas la operación rescate al Grupo Prisa por parte del establishment nacional. La constatación con el asunto Bárcenas de que esa generosidad no iba a apaciguar la línea dura de algunas cadenas o periódicos fue como una revelación para parte del Ejecutivo, empezando por el titular de Hacienda, que elevó el tono e hizo que su opinión ganara peso.

Para final de año también se espera que el Ejecutivo haya firmado la pax audiovisual, después de que el Tribunal Supremo anulara el pasado mes de noviembre el último reparto de canales efectuado en la era Zapatero y obligara a devolver entre 9 y 17 de ellos. Medio año después, los grupos mediáticos continúan sin saber cuál será el futuro de sus ofertas televisivas y, todavía más inquietante, el bloqueo ha alcanzado al propio Gobierno. Aquí Rajoy, si es hábil, lo tiene más fácil. Por una parte, le beneficia un deadline: el 1 de enero de 2014 debe estar en marcha el dividendo digital. Y por otra, tampoco parece que los grandes grupos vayan a hacer casus belli de la pérdida de canales siempre y cuando el ajuste sea equitativo. Mientras la publicidad no vuelva a TVE, todo estará bien para las cadenas.

Daño a la ‘marca España’

 
Las líneas editoriales de los medios de comunicación no sólo han sido objeto de reflexión en las sedes de los partidos políticos. También preocupa en alguna medida a grandes empresarios vinculados a la propia patronal CEOE o a think tanks de campanillas como el Consejo Económico de la Competitividad (CEC). No obstante, aquí la inquietud no se produce tanto por el tono crítico de los grupos mediáticos, sino por el exceso de catastrofismo que detectan en artículos e informaciones. Un pesimismo que, estiman, no se corresponde con la realidad. Es más, alguno de ellos no duda en hablar sotto voce del daño que hace a la marca España una visión tan melancólica de la situación española por parte de prensa y televisiones nacionales.

De hecho, nombres ilustres implicados en el CEC como César Alierta, Ignacio Sánchez-Galán o Isidro Fainé, entre otros, realizaban el pasado mes de abril un road show por 23 plazas mundiales para exponer las ventajas de España como país de oportunidades. Un esfuerzo montado también en parte para borrar de un plumazo esas percepciones negativas. “Simplemente entendieron que era el momento de que ellos mismos se pusieran en marcha”, explicaban fuentes conocedoras de aquel periplo, que se repetirá también por España. El dueño de Planeta, José Manuel Lara, a la sazón un magnate mediático, no dudó en hablar de “crisis psicológica” para referirse a la sensación de que España no remonta el vuelo. Para reflexionar.

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