El FROB necesita 18.000 millones para costear el saneamiento de Bankia
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, en la rueda de prensa de hoy. (Efe) Eduardo Segovia
La gran pregunta que se hace mucha gente tras el anuncio de que Bankia recibirá 23.500 millones de capital público es de dónde va a salir todo ese dinero. Y la respuesta no está ni mucho menos clara. En principio, será el FROB el que lo aporte, pero actualmente el fondo de rescate de la banca no tiene más que 5.300 millones en sus arcas. Así que deberá conseguir 18.200 millones mediante endeudamiento, una tarea muy complicada con la prima de riesgo en máximos desde que existe el euro.
Una situación que se complica todavía más porque Bankia no es la única que va a necesitar dinero público. Numerosas entidades necesitarán apelar al FROB para cumplir las exigencias de la segunda reforma financiera del ministro Luis de Guindos. Hay que tener en cuenta que el titular de Economía habló de un máximo de 15.000 millones sólo para cumplir el segundo Decreto; dado que en el caso de Bankia esta norma supone sólo 4.800 millones, harán falta los 10.200 restantes para socorrer al resto del sector.
Y si, como adelantó El Confidencial, Banco de Valencia, CatalunyaCaixa y NovaGalicia no pueden ser subastadas en el escenario actual y tienen que mantenerse nacionalizadas, el FROB deberá inyectarles más dinero para asegurar su viabilidad. Además, están las provisiones adicionales que pueden surgir de los test de estrés que van a realizar Oliver Wyman y Roland Berger.
Todo ello eleva las necesidades del FROB muy por encima de esos 18.200 millones y alimenta la tesis de que el Gobierno no tendrá más remedio que acudir al fondo de rescate europeo (EFSF) y al FMI para acometer el rescate de la banca. Otra posibilidad es que, en vez de emitir deuda en mercado, sean las entidades las que la reciban como capital en vez de efectivo, algo que permite el Real Decreto 9/2009 de creación del FROB.
Según la presentación a inversores del FROB actualizada en el mes de abril, este fondo cuenta únicamente con una liquidez de 5.300 millones en la actualidad. Dispone adicionalmente de una línea de crédito por 9.000 millones concedida por varios bancos, pero en las circunstancias actuales es posible que estas entidades requieran unos tipos de interés más altos de los pactados inicialmente para hacerla efectiva.
En todo caso, siguen faltando 9.200 millones sólo para cubrir el rescate de Bankia y 10.200 más si hacemos caso a las previsiones del ministro de Economía (sin contar con lo que pueda salir de los test de estés). Un dinero que, en principio, tendrá que ser captado mediante una emisión de deuda en el mercado.
Ahora bien, ésta puede resultar prohibitiva con un diferencial con Alemania casi en 500 puntos básicos y con un bono del Estado a 10 años en el 6,5%. Y además de prohibitiva, inconveniente: una emisión de este calibre incrementará el nivel de deuda pública sobre el PIB, lo que a su vez puede hacer subir más la prima de riesgo. Un círculo vicioso de graves consecuencias para nuestras finanzas públicas.
El dinero europeo, ¿la única solución?
Esto es lo que hace que distintos observadores planteen que va a serinevitable que el Gobierno español acuda al EFSF y a FMI para conseguir estos recursos que necesita la banca, que cada vez son mayores. Algo que ya de planteó para crear el 'banco malo', opción que fue descartada precisamente para no pedir dinero europeo. Desde julio pasado, la UE permite una especie de rescate parcial, limitado a la banca. No obstante, tanto De Guindos como el propio Rajoy insisten en que no será necesario pedir dinero fuera para sanear la banca.
Ahora bien, eso implica dar la potestad a la UE para imponer condiciones a cambio de estos fondos, probablemente una reestructuración más radical del sector e incluso mayores ajustes del gasto público. Y sin excluir el riesgo de que lo que empieza como un rescate de la banca acabe siendo un rescate de España en toda regla, similar a los de Grecia, Irlanda y Portugal
