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  • Artur Mas, en la n la Residencia de Estudiantes, en Madrid
    LA DOBLE MORAL NACIONALISTA

    Mas matriculó a sus hijos en una escuela elitista de cuatro idiomas


    Líderes de CiU, PSC y PP optan por la enseñanza bilingüe y privada. Los representantes de ERC e ICV llevan a sus hijos a escuelas públicas. Algunos amenazan con salir de la política por la lengua.

  • Julia Urgel. Barcelona.

    Mientras la mayoría de los políticos catalanes defiende la inmersión lingüística en catalán en las escuelas, en su casa opta por lo contrario y lleva a sus hijos a colegios privados o concertados donde tienen asegurado no sólo aprender castellano y catalán, sino también inglés, francés o alemán.

    La Generalitat no quiere que el castellano sea lengua vehicular y considera que el modelo actual resulta todo un “éxito pedagógico”. De hecho, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha llegado a amenazar al Partido Popular ante posibles pactos políticos si juegan con la inmersión lingüística. “Nadie les toca las narices a los españoles con el castellano ni a los franceses con el francés ni a los alemanes con el alemán. ¿Y por qué a los catalanes nos tienen que tocar las narices con nuestro idioma?”, se preguntó.

    Mas mantiene: “Con la lengua no se juega”. Sin embargo, mientras impone el catalán en la enseñanza, en la Administración y en las relaciones con los ciudadanos, lleva a sus hijos a uno de los mejores colegios de Barcelona –Aula– el mismo centro en el que él estudio.

    ‘In english’

    Aula es de las escuelas más elitistas de la Ciudad Condal. Cuentan que no sólo Mas ha llevado allí a sus hijos, sino diversos dirigentes políticos. Fue fundada por el pedagogo Pere Ribera, ya fallecido, yofrece una educación muy disciplinada y en cuatro idiomas: catalán, castellano, inglés y francés, como cuarta lengua. Tan elevado es el nivel de exigencia, que si no se cubren las expectativas del centro se invita al alumno a marcharse. De esto saben los hijos de Mas, que según cuentan fuentes cercanas, terminaron sus estudios en un centro privado de monjas.

    En un artículo en La Vanguardia publicado esta semana, el catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras se refería a Aula para explicar la doble moral que practican algunos políticos catalanes en materia lingüística. En la web de la escuela se explica que su objetivo no sólo es que los niños se expresen oralmente y por escrito en las cuatro lenguas, “sino que dominen su uso en el ámbito académico e intelectual”.

    Por la enseñanza en inglés optó el alcalde de Barcelona, Xavier Trías, el mismo que votó “sí” a la independencia de Cataluña en un referéndum realizado en la Ciudad Condal en abril. Sus hijos, ya mayores, recibieron su educación en la escuela Santa Claus. Su fundadora, de nacionalidad inglesa, “le dio una huella de pluralidad lingüística y cultural que, junto con el currículum oficial, forma parte del carácter propio de nuestra escuela”, señala su página web. Y añade: “Pretendemos que nuestros alumnos, al acabar la Educación Primaria, tengan el mismo conocimiento en las tres lenguas: castellano, catalán e inglés”.

    Mayores son también los hijos de Josep Antoni Duran i Lleida, el portavoz de CiU en el Congreso, que acudieron a un colegio concertado y católico, situado en el barrio de San Gervasio en Barcelona. Fuentes cercanas a Duran aseguran que fue el Jesús María. De colegios concertados sabe también la líder del Partido Popular de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, que lleva a su hijo de cinco años a una escuela en la que aprende inglés, castellano y catalán.

    Plurilingües

    Pocos idiomas, en cambio, podrán aprender los hijos de Oriol Pujol i Ferrusola, el presidente del grupo parlamentario de CiU. Su fama de nacionalista catalán está bien justificada, pues fue de los que también votó “sí” a la independencia de Cataluña, junto a Trías. Además, fuentes consultadas por la GACETA cuentan que el pequeño de los Pujol lleva a sus hijos a la escuela Thau de Barcelona, un centro privado que abre su portal de Internet con las palabras: “Una llengua, una escola, un país” (“una lengua, una escuela, un país”, en catalán).

    José Montilla, impulsor de la Ley de Educación que ahora rige en las escuelas lleva a dos de sus trillizos, Anna y Hèctor, al Colegio Alemán, una escuela subvencionada por el Gobierno de Alemania, cuyas cuotas rondan los 400 euros mensuales.

    La mayoría de los estudiantes que acude a esta escuela son hijos de alemanes que viven de manera temporal en Cataluña. “Muchos padres están de paso y, como regresarán a Alemania, los niños no reciben clases de catalán. Los otros, una hora a la semana. Mis hijos saben catalán perfectamente, a pesar de que escriben con muchas faltas de ortografía. Dan poco catalán, esta es la verdad, una hora a la semana es poquísimo. Pero bueno, ya lo supliré yo más adelante. Prefiero que sepan alemán”, explicó Anna Hernández, la mujer de Montilla en febrero de 2010. El tercero de los trillizos, Víctor, va a otro colegio y “sí que sabe mucho” catalán, añadió la mujer de Montilla en el libro Descubriendo a Montilla de Gabriel Pernau.

    Y del alemán al francés. Los hijos de Joan Laporta, ex presidente del FC Barcelona, el mismo que se declara independentista y que sueña con una “nación catalana organizada en un Estado propio”, lleva a sus hijos al Liceo Francés, el centro escolar al que acuden los niños y jóvenes de las familias más acomodadas de la ciudad, que evitan la inmersión lingüística.
    El Liceo Francés está situado en el corazón del barrio de Pedralbes y cuenta con 2.700 alumnos. De hecho, hasta que se marcharon a Estados Unidos, la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín también llevaban a sus hijos a ese centro. Muchos jugadores del Barça siguen ese mismo ejemplo.

    Enseñanza pública

    En la línea de lo que prodiga el presidente de Esquerra Republicana, Joan Puigcercós, va la escuela a la que lleva a su hijo. La escola Proa, que se define como “catalana, laica, democrática, pluralista y activa”. Puigcercós defiende desde su partido la inmersión lingüística y se ha alineado “incondicionalmente” con el Gobierno catalán para defender la inmersión lingüística. Además, ha denunciado el acoso al idioma catalán desde “un consenso español que ha puesto en la proa a la lengua catalana”.

    Por su parte, Joan Herrera, el líder de ICV y diputado en el Congreso, lleva a su hijo a un colegio público en Poblenou, un barrio industrial de la ciudad de Barcelona.

    Educación superior

    Del colegio a la Universidad… La GACETA ha podido saber que la hija de Felip Puig, el consejero de Interior de la Generalitat de Cataluña, estudió su licenciatura en la Universidad Abat Oliba CEU, un centro que se rige bajo inspiración católica.

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