El juez Baltasar Garzón (EFE)
La Brigada de Delincuencia Económica de la Guardia Civil, encargada por el magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena de investigar las cuentas de Baltasar Garzón durante su estancia académica en EEUU, no descarta que el juez ahora suspendido de funciones fraccionase sus cobros de la Universidad de Nueva York con el fin de "dificultar su seguimiento". Así consta en el Informe relativo al análisis de las cuentas bancarias y declaraciones tributarias de Garzón elaborado el pasado 22 de diciembre por agentes de esa brigada, al que ha tenido acceso El Confidencial.
Marchena, instructor de la causa contra Garzón por presunto cohecho y prevaricación, ordenó el pasado mes de septiembre a la Guardia Civil que investigase las cuentas bancarias del juez para aclarar "cuánto, cuándo, cómo y quién" financió sus actividades académicas en EEUU durante el permiso por estudios que le concedió el Consejo General del Poder Judicial entre el 1 de marzo de 2005 y el 30 de junio de 2006. Al menos cinco grandes empresas españolas aportaron fondos para esos cursos, y Marchena tiene indicios de que una parte del dinero cobrado por Garzón se ocultó al fisco estadounidense.
El informe entregado a Marchena por la Guardia Civil sostiene que "no se han detectado" en las cuentas corrientes abiertas por Garzón en España "pagos correspondientes a la actividad desarrollada por el querellado para la Universidad de Nueva York o cualquiera de sus entidades asociadas". Los agentes añaden que en esas mismas cuentas tampoco hay rastro del "ingreso de cantidades correspondientes a pagos imputados en las declaraciones tributarias por determinados pagadores en concepto de cursos, conferencias y seminarios".
Cantidades fraccionadas
La Brigada de Delincuencia Económica argumenta que "esto puede ser debido a que las cantidades se fraccionan a la hora de ser ingresadas, lo que dificulta su seguimiento, o a que los pagos se realizan en cuentas tituladas por terceras personas físicas o jurídicas, tales como agentes o representantes, o que estas cantidades hayan podido ser ingresadas en un tiempo posterior al periodo investigado", es decir, de marzo de 2005 a junio de 2006.
La esposa de Garzón, Rosario Molina, ingresó más de 300.000 euros en una cuenta de Caja Madrid, de la que ella era titular, sólo un mes después de la llegada del juez a EEUU, según adelantó El Confidencial. Molina, según las pesquisas de la Guardia Civil, ingresó el 6 de abril de 2005 317.130 euros en una cuenta corriente abierta a su nombre en la sucursal de Caja Madrid situada en la calle de Severo Ochoa de la localidad madrileña de Las Rozas.
El informe al que ahora ha tenido acceso este diario también revela "la existencia de conferencias impartidas en el extranjero en el periodo estudiado, sin que en las cuentas bancarias analizadas se haya reflejado pago alguno". Los investigadores concluyen que "esto puede deberse a que los pagos pueden haberse realizado en cuentas abiertas en el extranjero, en efectivo o a través de terceras personas".