EL PARTIDO CENTRISTA ADMITE CONTACTOS CON EL ENTORNO DEL EX 'NÚMERO DOS' DEL PP
Cascos se ofrece al CDS de Adolfo Suárez para encabezar su candidatura en Asturias.
Álvarez Cascos durante su comparecencia ante los medios de comunicación en Oviedo (EFE). @José L. Lobo.-
El Centro Democrático y Social (CDS), el partido fundado en 1982 por el ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, podría ser la plataforma de lanzamiento de la candidatura deFrancisco Álvarez-Cascos al Principado de Asturias, una vez que el ex secretario general del PP, tras romper abruptamente con la formación en la que militó durante 34 años, ha anunciado su "disponibilidad" a presentarse bajo otras siglas a las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo.
El pasado sábado, el mismo día en que Álvarez-Cascos comunicaba por carta a Mariano Rajoysu baja en el partido por "dignidad personal", tras ser apartado de la candidatura a la presidencia del Principado en favor de una casi desconocida Isabel Pérez-Espinosa, varios dirigentes del PP asturiano muy próximos al que fuera vicepresidente del Gobierno y ministro de Fomento conJosé María Aznar trasladaron a la dirección del CDS su intención de "explorar" la posibilidad de que Álvarez-Cascos encabece la lista autonómica de esta formación, según ha reconocido a El Confidencial el secretario de Comunicación del CDS, César Román.
Al día siguiente, en lo que algunos medios ya han bautizado como la Declaración de Oviedo, el ex secretario general del PP anunció públicamente en un hotel de la capital asturiana su intención de presentarse a los comicios del próximo 22 de mayo, abriendo la espita, de paso, a una más que probable escisión en la derecha asturiana similar a la que se desencadenó en 1998, cuando el propio Álvarez-Cascos, entonces número dos del PP, expulsó del partido aSergio Marqués -que en ese momento ocupaba la presidencia del Principado- y éste fundó una nueva formación de corte conservador y regionalista.
Álvarez-Cascos no mencionó en ningún momento, durante su comparecencia en Oviedo ante los medios de comunicación, que tenga intención de crear un nuevo partido, lo que otorga más credibilidad a que su candidatura busque el paraguas de una formación ya constituida pero casi durmiente, como es el caso del CDS, que llegó a tener hasta 23 diputados en el Congreso -con Suárez como cabeza de lista en las elecciones generales de 1986- pero que en la actualidad es un partido minúsculo y residual: en las elecciones catalanas de noviembre tan sólo obtuvo 216 votos.
Contactos "discretos"
Los portavoces de Álvarez-Cascos, según Román, comunicaron el pasado fin de semana al presidente nacional del CDS, Francisco Cabra, la voluntad del que fuera vicepresidente del Gobierno de "sondear discretamente" si el partido fundado por Suárez estaría dispuesto a que el ya ex militante del PP encabezase bajo esas históricas siglas una candidatura capaz de rivalizar con socialistas y populares, que ocupan 41 de los 45 escaños del Parlamento asturiano. El entorno de Álvarez-Cascos guardó ayer un hermético silencio, y ninguno de sus allegados quiso confirmar o desmentir el supuesto acercamiento al CDS.
"El CDS no ha mantenido hasta ahora ningún contacto directo con Álvarez-Cascos, pero estamos abiertos a una posible negociación siempre que se ponga sobre la mesa un programa electoral que recoja nuestro ideario centrista y liberal", señaló ayer a este diario el secretario de Comunicación del partido.
Tras la dimisión de Suárez como presidente del CDS, en 1991, la formación se deslizó por un tobogán de guerras cainitas, fallidas coaliciones con otros partidos, amagos de disolución, periodos de inactividad, liderazgos extravagantes -el ex banquero Mario Conde fue su candidato en las elecciones generales de 2000- y una fracasada integración en el PP. En 2009, ya bajo la presidencia de Cabra, el CDS concurrió a las elecciones al Parlamento Europeo, pero apenas rebasó el listón de los 10.000 votos.