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EL DRAMA DE TERUEL, LA PROVINCIA MÁS DESPOBLADA DE ESPAÑA

Castelnou busca desesperadamente vecinos: abstenerse los que huyen de la ciudad.

Castelnou busca desesperadamente vecinos: abstenerse los que huyen de la ciudad

@Ana I. Gracia.-

Los vecinos no pagan luz, ni agua, ni impuestos municipales. El municipio ofrece suelo gratis para que se construyan viviendas a matrimonios con hijos. Ahora están en marcha cuatro casas de 180 metros cuadrados por 105.000 euros cada una, totalmente equipadas. Si se realiza una obra, el consistorio devuelve el dinero de la licencia municipal y si se demuestra que económicamente no se lo puede permitir, el ayuntamiento puede llegar a realizar las obras de su casa gratuitamente. Bienvenidos a Castelnou, un pequeño pueblo de la provincia de Teruel que busca desesperadamente vecinos para no morir despoblado. En tiempos donde la crisis aprieta, expertos en repoblación advierten de que si los nuevos vecinos no se integran bien, se irán en cuanto puedan.

Castelnou queda a 400 kilómetros de Madrid. Es el quinto pueblo con la renta per cápita más alta de España gracias, básicamente, a los impuestos que se recaudan de la central térmica de ciclo combinado que se instaló en el municipio hace pocos años y que en estos momentos funciona a pleno rendimiento. Sin embargo, Castelnou está sufriendo en sus propias carnes el envejecimiento de su población, y quiere y está en disposición de facilitar la bienvenida a su población tanto a familias, preferiblemente con niños, como a empresarios con un proyecto empresarial para levantar en la zona.

En este pequeño pueblo hay censados 150 vecinos. De ellos, el 70% tiene más de 60 años y sólo nueve niños llenan las pocas calles de la localidad. Conscientes de que el pueblo está condenado a muerte, el Ayuntamiento ha convocado una caravana de niños para encontrar familias jóvenes dispuestas a quedarse a vivir en Castelnou. Quieren rejuvenecer el pueblo y dotarlo de servicios y actividades. El miércoles, desbordando las previsiones, hubo una fiesta de bienvenida a las 480 personas que llegaron con su proyecto de futuro bajo el brazo. Un tren para visitar la localidad y castillos inflables hacían las delicias de los niños. Los 40 vecinos que ejercieron de voluntarios estaban perfectamente organizados y el alcalde, José Miguel Esteruelas, se dedicó a resolver las dudas de los foráneos. En septiembre estudiarán los proyectos empresariales que han propuesto y, a partir de octubre, seleccionarán a las familias que quieren que compartan barrio con sus vecinos.

La iniciativa de Castelnou no es nueva. Fuentes de Rubielos, Naval, Miravete de la Sierra… son otros municipios de Aragón que estaban condenados a a desaparecer e hicieron un plan similar para repoblar sus calles. Expertos en repoblación hablan de este tipo de experiencias Aguaviva, también en Teruel, fue una de las primeras localidades que saltó a la escena pública contando al mundo que buscaba inmigrantes en nuestro país para llenar su pueblo. Ellos, casi todos argentinos y rumanos, llegaron hace cinco años desdealgún rincón de España, con casa y empleo. A cambio, se afincaron en un pueblo perdido en la provincia de Teruel con un contrato de cinco años. Ahora, han reconocido públicamente de que el paraíso a veces se convierte en un infierno y reconocen que la integración no es nada fácil. “¿Esto es el Primer Mundo? ¡Aquí no hay nada!”. Los inmigrantes se quejan de que en el pueblo no hay nada, y los lugareños aseguran que a ellos nadie les consultó quiénes iban a venir a vivir al pueblo.

Cuentan los expertos en repoblación que a veces son los propios lugareños los que están reacios a interactuar con los inmigrantes, aunque sean españoles. Maite González, gerente de la Asociación para el Desarrollo y Fomento (Adefo) de las Cinco Villas, cuenta que el primer error es repoblar la localidad con gente que huye de una ciudad en busca de casa y trabajo. “Castelnou no necesita gente que le vaya mal en la ciudad, sino vecinos comprometidos con la zona rural, que sepa lo que significa vivir aquí, con sus ventajas y sus inconvenientes”.

Generar empleo, no regalarlo

La experiencia reconoce que los pueblos necesitan personas dinámicas y creativas que generen ilusión entre sus habitantes. “Tienen que mudarse con un proyecto para ganarse la vida”. En el medio rural el empleo hay que generarlo, “y que un nuevo vecino esté dispuesto a montar su negocio garantiza que quiere vivir ahí”. Por eso, González recomienda a los organizadores de la iniciativa de Castelnou que busquen familias que realmente estén involucradas con la causa; que aprecien los valores de vivir en un lugar pequeño y sean conscientes de los hándicap de este cambio. "Tus hijos juegan en la calle sin ningún peligro; hay naturaleza; los vecinos pueden llegar a ser tu familia y hay negocios viables". González insiste en renovar la imagen que en la urbe se tiene de los pueblos, "donde no se va con boina y sí hay cultura".

Grupos de la sociedad civil, alcaldes, agentes socioeconómicos y, en general, los habitantes del medio rural, se han movilizado para evitar la amenaza de clausurar escuelas, de perder servicios como la atención médica, el cartero o de pequeños comercios. Sin embargo, los intentos de fijar población y de atraer nuevos habitantes a los municipios se han llevado a cabo, en ocasiones, sin las herramientas apropiadas para garantizar el éxito de las iniciativas. Por eso Castelnou tiene que tener cuidado si no quiere cometer los errores que otros pueblos en s misma situación. Si pueden elegir, que se queden con familias ilusionadas y con un proyecto de futuro.

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