McChrystral mostró su satisfacción por los logros conseguidos y por la contribución española a la seguridad de la provincia y, en concreto, valoró positivamente el trabajo conjunto con fuerzas de seguridad afganas. Tanto el General McChrystral como el embajador Sedwill manifestaron, al final de la visita, en un encuentro con la prensa, una grata impresión por las actividades realizadas por el contingente español, y su gran compenetración con las autoridades y fuerzas afganas de la provincia de Bagdhis.
Ha sido tras esta visita, cuando se reconoce, tras la "filtración" a los Medios de Comunicación, que las Tropas Españolas, nuestra querida Legión, ha sufrido 60 ataques talibán de los que Defensa no ha informado.... Han combatido 21 veces, recibido 10 ataques con minas y han desactivado 30 bombas. En mes y medio de guerra sólo se informó del papel de la mujer y del apoyo logístico en Herat. La estrategia para controlar totalmente la ruta Lithium ha conllevado duros combates.
Si una patrulla sufre varios hostigamientos consecutivos se contabilizan como uno solo y no como diferentes ataques. A esto se unen otro tipo de ataques menos directos, menos de guerra convencional: en diez ocasiones, nuestras tropas han hecho frente a artefactos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés). Éstos son minas modificadas o reforzadas, o bombas caseras que estallan al paso de los blindados españoles, bien por activación al peso o mediante cables que se activan con un accionador.
¿Que pretende la política de desinformación del Ministerio de Defensa? Estamos participando en una guerra, que podríamos definir como "no convencional". Pero estamos allí para las duras y las maduras. ¿Cuesta tanto dar el reconocimiento merecido a nuestros militares? ¿Porque no se hace? ¿Que diferencia hay en el tipo de ataques y hostigamiento con la denostada Guerra de Irak? Son los mismos soldados, los mismos uniformes y la misma Bandera Española la que llevan en su hombro. Ellos van donde les mandan, donde les ordena nuestro Gobierno, no importa el partido que esté en el poder, ellos, nuestros Legionarios, acuden allí donde se les reclama. No nos avergoncemos de su trabajo, dedicación y valentía. No no debe de hacerlo ni nuestro Presidente del Gobierno, ni nuestra Ministra de defensa. Si la guerra no es políticamente correcta, que vuelvan nuestras tropas. Si se averguenzan de nuestros heridos peor para ellos, la Sociedad y la Historia se encargarán de pasarles factura.
Gracias al "Espíritu de Compañerismo" nuestros Legionarios están arropados por un enviado de la BRILEG. La Legión no se olvida de sus hombres ni de sus heridos, y mucho menos de sus "muertos". Quiten si quieren las patillas, las barbas. abotonen sus camisas hasta el cuello. Hagan desaparecer el "chapiri", quiten también los correajes del uniforme sarga, hagan lo que quieran... Pero luego, cuando hayan conseguido hacer desaparecer a la única Unidad Militar reconocida y respetada a nivel internacional, tengan lo que hay que tener para coger un fusíl y hacer su trabajo, por lo menos con la mitad de dignidad y entrega que ellos.
Y por último, espero que estas palabras no sean usadas de excusa para impedir un Alférez de Infantería de la Escala de Complemento, Caballero Legionario de Honor, reportero gráfico y periodista, que las escribe sea vetado y no pueda desplazarse a zona de operaciones para completar un humilde homennaje a la "Legión Española del Siglo XXI". Usted se irá y la Legión seguirá al servicio de España, de nuestro Orden Constitucional y nuestra integridad nacional. No lo olvide. No espere a que salga la verdad, que tan mal han tratado de ocultar. La guerra es la guerra y la paz es la paz, y Sra. Ministra, la verdad nos hace libres.
Miguel Temprano.