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La pérdida de solvencia de España le cuesta al Tesoro 150 millones de euros.

La pérdida de solvencia de España le cuesta al Tesoro 150 millones de euros

José Luis Rodríguez Zapatero, conversa con la vicepresidenta segunda, Elena Salgado (Efe).

@Carlos Sánchez - 19/05/2010 06:00h

Las tensiones en los mercados de deuda le van a salir caro al Tesoro. Tan sólo ayer tuvo que pagar 150 millones de euros más en la subasta de letras a 12 y 18 meses para poder colocar 6.435 millones de euros. O dicho en otros términos, el brazo financiero del Estado se vio obligado a elevar casi un punto la remuneración de las emisiones de más corto plazo para poder colocar su deuda. La rentabilidad de las letras a 12 meses escaló hasta el 1,69%, frente al 0,90% precedente; mientras que las emisiones a 18 meses se cerraron con un tipo de interés marginal del 2,05%, casi el doble que el 1,17% que tuvo que pagar el Tesoro en la última subasta.

El aumento de rentabilidades tiene que ver con las tensiones en los mercados de deuda, lo que ha obligado a los países más afectados por la crisis a aumentar los tipos de interés. En el caso de España, y tan sólo en las nuevas emisiones, por cada punto que aumente la rentabilidad de las letras, el Tesoro debe gastar unos 150 millones de euros. Si esa subida se extrapola a la cartera total de letras emitidas por el Tesoro (83.783 millones de euros hasta el pasado 31 de marzo) se estaría hablando de unos 800 millones de euros adicionales en gasto público.

El Tesoro tiene previsto emitir este año en términos netos -sin contar amortizaciones- 15.200 millones de euros en letras lo que supone alrededor del 20% de las necesidades de financiación estimadas para cubrir el conjunto del déficit público. El resto son bonos y obligaciones. Según las estimaciones del Ministerio de Economía, el saldo neto de deuda pública crecerá este año en 78.300 millones de euros. Si se cumplen estas previsiones, 2010 se cerrará con un endeudamiento total del Estado –sin contar el resto de administraciones territoriales- equivalente a 553.500 millones de euros.

Esto quiere decir que en caso de que el tipo medio de la deuda pública crezca un punto porcentual -una estimación conservadora- la financiación del Tesoro se encarecerá en unos 5.500 millones de euros, una cantidad que pone en peligro los objetivos de reducción del déficit. El Gobierno ha previsto destinar este año al servicio de la deuda 23.200 millones de euros, lo que representa el 2,21% del producto interior bruto.

El propio Gobierno reconoció ayer que la subasta de letras fue “floja”, y lo achacó a las tensiones en los mercados de deuda. Los inversores pedían tipos más altos, pero el Tesoro –que inicialmente estaba dispuesto a colocar 7.500 millones- prefirió plantarse para no seguir encareciendo la financiación de la deuda. El interés de esta subasta radica en que es la primera desde que el presidente Zapatero anunció el plan de ajuste.

Lo peor para el Estado, sin embargo, puede estar por venir, ya que aún le queda por colocar el grueso de las necesidades de financiación para 2010, y que en términos brutos (incluyendo amortizaciones) supera los 225.000 millones de euros. Para hacerse una idea de lo que significan las tensiones en los mercados hay que tener en cuenta que el Tesoro se financia ya en plazo de un año más caro que lo que marca el interbancario a 12 meses, y que permanece en niveles próximos al 1,2%.

Más tensiones

Y es que el anuncio de un recorte adicional del déficit público en 15.000 millones de euros no ha sido capaz de relajar las tensiones. De hecho, el diferencial de España con los bonos a diez años de Alemania se situó el lunes –horas antes de la subasta- en 113 puntos básicos, es decir en los niveles más altos desde la histórica jornada del 7 de mayo, cuando el mercado de deuda sufrió las mayores tensiones desde el nacimiento del euro. Ese día el diferencial con el bund llegó a colocarse en 165 puntos básicos, nivel desconocido desde los tiempos de la peseta.

La rentabilidad de las obligaciones a 10 años –que suponen el grueso de la financiación del Estado- se sitúa en estos momentos en el 4%, pese a que el BCE mantiene el precio oficial del dinero en 1%. Se trata del mayor nivel desde el 4,35% que marcó en media anual en 2007.

La subida de las rentabilidades en las emisiones de más corto plazo pone de relieve que la decisión del BCE de adquirir deuda pública de los estados miembros del euro no ha conseguido calmar del todo a los mercados. El Banco Central Europeo ha adquirido en total 16.500 millones de euros en bonos de los gobiernos de la eurozona.

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