Denuncia el "maltrato sistemático" al guardia civil de base y dice que "hay quien tienen más miedo a sus mandos que a los terroristas"
BILBAO, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Unión de Guardias Civiles (Unión GC), Asociación Profesional representativa del colectivo de hombres y mujeres que forman parte de este Cuerpo y con representación en el Consejo de la Guardia Civil, denunció que los cuarteles de Euskadi "no tienen los medios adecuados para combatir el terrorismo".
En rueda de prensa en la sede de UGT en Bilbao, el vicesecretario general de la UniónGC y miembro del Consejo de la Guardia Civil, Ramón Rodríguez, reconoció que garantizar la seguridad "al 100 por ciento es imposible", pero dijo que "es muy mejorable la seguridad de los cuarteles de Euskadi" y añadió que "hay un porcentaje considerable donde sería necesario invertir en más medios".
Rodríguez dijo que no están "satisfechos" con la seguridad de "determinadas instalaciones" y aseguró que hay "instalaciones tercermundistas y cuarteles que son auténticas ratoneras". También señaló que "los servicios se realizan en condiciones infrahumanas" y que hay "carencia de medios". "Para combatir el problema terrorista tenemos que tener medios y no tenemos los adecuados, tenemos escasez de medios", reiteró.
RÉGIMEN DISCIPLINARIO
Por otro lado, Rodríguez dio a conocer que, durante los dos primeros meses de 2010, el número de expedientes por faltas graves y muy graves asciende a 20 en Euskadi, cuando el número total de expedientes abiertos el año pasado por este mismo motivo en toda España fue de 284, "lo que supone que en dos meses en Euskadi va casi un 8 por ciento del total nacional".
A su juicio, es "un disparate y una desproporción total y absoluta" y calificó de "abuso considerar un abandono de servicio el haber llegado tarde al mismo cinco minutos". "Eso está pasando y conlleva la apertura de un expediente por falta grave y muy grave", denunció.
Según dijo, la Unión de Guardias Civiles "ha hecho esfuerzos, tanto a nivel de unidades como de Dirección General", pero "no hemos tenido respuesta satisfactoria".
En su opinión, "todo hace indicar que, al no tener las competencias en Seguridad Ciudadana la Guardia Civil en Euskadi, los mandos respectivos tienen poca materia de que ocuparse y parece ser que su entretenimiento es aplicar el régimen disciplinario desproporcionadamente".
En concreto, Rodríguez trasladó la preocupación de su asociación por el caso del puesto de Eibar en la Comandancia de Guipúzcoa, donde, según dio a conocer, el pasado 25 de junio un grupo de 19 guardias civiles interpusieron denuncia en el juzgado contra el jefe de unidad, "un hecho histórico".
Los agentes acusan al jefe de la unidad de "distintos delitos y faltas", entre los que Rodríguez citó "amenazas, coacciones, abuso de autoridad o uso del chofer para desplazamientos privados".
Tras lamentar que ni desde ni la Comandancia de Guipúzcoa ni desde la Dirección General de la Guardia Civil se ha atendido la petición de "medidas, como apartar cautelarmente a este personaje del mando de la unidad", recordó que en ese puesto, una semana después de la presentación de esta denuncia, "un compañero se suicida después de hablar" con el jefe de unidad.
Rodríguez dijo que, "lo lamentable de todo es que el número de bajas en el puesto de Eibar ha llegado a ser disparatado", con situaciones de trabajar "cinco agentes de un total de 28 efectivos".
Por otro lado, el representante de la UniónGC denunció también la "vulneración de la normativa interna por parte de mandos de la Guardia Civil destinados en Euskadi" y, entre otros aspectos, denunció el incumplimiento de la norma de previsión de servicio que recoge que "todo guardia civil tiene que conocer durante la última semana del mes la previsión del servicio del mes posterior, lo que es una auténtica quimera en Euskadi".
"No saben nunca qué servicio van a tener, con lo que no pueden hacer planes en su vida", censuró, para criticar que el "exceso de rigor del régimen disciplinario" se suma a la tensión importante con la que trabajan los guardias civiles en Euskadi por el problema terrorista que tenemos en esta tierra". "Los hay que tienen más miedo a sus propios mandos que a los terroristas", advirtió.
En ese sentido, se preguntó "quién va a tomar cartas en el asunto de una vez", porque "es necesario hincar el diente en Euskadi a la Guardia Civil, ponerla a funcionar y darle los escasos derechos que tiene en el resto de España a los agentes que hacen su trabajo en Euskadi".
Tras asegurar también que la conciliación de la vida familiar y profesional es "imposible", advirtió que la Unión de Guardias Civiles "no se va a quedar callada y va a seguir haciendo su labor de defensa de los guardias civiles", en este caso los agentes que están en Euskadi. En ese sentido, anunció que están "arbitrando medidas para ir denunciando puntualmente estas situaciones y es posible que los juzgados de Euskadi tengan que trabajar bastante más con la Guardia Civil de lo que están haciendo".
"Iremos con todos estos casos al Juzgado para ver si conseguimos acabar con el miedo que tienen muchos compañeros a contar lo que realmente está pasando, porque si conseguimos acabar con ese miedo habremos dado un paso muy importante", aseveró.
ASOCIACIONES PROFESIONALES"
Rodríguez se refirió también, en el ámbito estatal, a la regulación de las asociaciones profesionales en la Guardia Civil como órganos de representación de los agentes y explicó que los sindicatos de la Policía Nacional reciben anualmente alrededor de 400.000 euros de subvenciones del Estado, pero la Guardia Civil "ni un euro", con lo que dedujo que la pretensión es "estrangularnos económicamente".
Según dijo, es "una vergüenza que se dé legitimidad a las asociaciones profesionales, pero no se preocupen de ellas para nada". Asimismo, denunció los bajos salarios de los guardias civiles y consideró "urgente una reestructuración del despliegue en todo el Estado".
"ALGO FALLA"
Por su parte, el secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT-Euskadi, Luis María Martínez, afirmó que "algo falla si un compañero de la Guardia Civil tiene más miedo a su mandos que a la situación concreta que se vive en Euskadi".
Martínez señaló que la situación de la Guardia Civil en Euskadi es "lo suficientemente crítica, como para que encima tengamos el añadido del rigor excesivo con el que, a veces, se trata de reprimir determinadas conductas".