Los nacionalistas llevan a Ana Pastor a la presidencia del Congreso.
Convergència y PNV facilitan la operación del PP, y rechazan votar al socialista Patxi López, que tenía opciones tras el apoyo de Podemos.
Manel Manchón
Barcelona 19/07/2016 11:47 horas
Los nacionalistas llevan a Ana Pastor a la presidencia del Congreso. Los votos en blanco de Convergència y del PNV han sido decisivos para facilitar la operación del PP, y han rehazado sumarse a la candidatura del socialista Patxi López, con opciones reales después de que Podemos, en el último momento, decidiera votar a favor.
Ana Pastor ha logrado los votos del PP y de Ciudadanos, sumando 169. Patxi López ha contado con los escaños del PSOE y de Podemos, 155, y el resto, 25, han votado en blanco, entre ellos los ocho de Convergència, y los cinco del PNV, que podían haber decantado la balanza hacia el socialista. También Esquerra Republicana podía haber facilitado la presidencia a López. Pero sus nueve diputados han decidido hacer lo propio: votar en blanco.
La idea de Podemos de lograr una alternativa a Ana Pastor, con la suma de diputados de toda la izquierda junto con los nacionalistas, en la figura de Xavier Domènech, no encontró eco en el PSOE, que votó a favor de su candidato, Patxi López. Pero Podemos, consciente de la presión que iba a ejercer sobre los socialistas, para que se atrevan a presentar una alternativa a la investidura de Mariano Rajoy, votó en la segunda vuelta a López.
Grupo propio para Convergència
En esa situación, los votos de Convergència y del PNV eran esenciales. Y lo han sido. El PP había negociado con los nacionalistas dos aspectos decisivos: facilitar a Convergència tener grupo propio en el Congreso, y facilitar también al PNV el grupo propio en el Senado. Eso supone para los nacionalistas una inyección de dinero considerable, y una proyección en dos sentidos: mediática, y también interna, en las propias cámaras, porque les da posibilidad de presentar propuestas y mucho más tiempo para explicar sus proyectos legislativos. Ni Convergència ni el PNV podían renunciar a ello.
Y el resultado es que han permitido a Ana Pastor, una figura clave para Mariano Rajoy, amiga personal y pieza fundamental del núcleo duro del PP, ser la presidenta del Congreso, haciendo bueno el acuerdo del PP con Ciudadanos.