Con cargas familiares… y trabajando en el Ejército,
by Ramón
Cerdá
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Voy a pensar en voz alta otra vez: Al hilo de mi artículo de
ayer que titulé «sin cargas familiares» y hablaba de la polémica de una oferta
de trabajo, he querido hablar de este otro punto: Con cargas familiares.
Con cargas familiares, la difícil conciliación entre trabajo
y familia
Últimamente hemos oído distintas noticias sobre la
discriminación que sufre la mujer en el ejército, cosa que sabiendo el
funcionamiento de esta institución, tampoco es que sea tan de extrañar. Uno se
puede preguntar si el ejército es el mejor lugar para una mujer, pero
preguntarse eso en voz alta es suicida porque enseguida tacharían a ese iluso
que así se ha expresado, de machista irreverente y de algunas cosas más. Por mi
parte no creo que el ejército sea el mejor lugar para la mujer... pero desde
luego tampoco lo es para el hombre... y mucho menos para unas niñas de tres y
seis años.
Lo que sí que me parece, es que a veces parece que se busque la
polémica a propósito, tal vez con el fin de hacer de revulsivo y conseguir
otras cosas, pero sea como sea, hay situaciones que no me parecen adecuadas.
¿Es prudente trabajar en el ejército con cargas familiares?
La noticia es que una militar ha sido condenada a un mes de
arresto por haberse presentado a una guardia con sus dos hijas diciendo: «No
tengo con quien dejarlas».
Ya sabemos que el Tribunal militar no se anda con tonterías y lo
calificó (yo creo que acertadamente) como una FALTA MUY GRAVE de disciplina.
Hay que matizar que de entrada la noticia puede que esté algo
tergiversada porque la sanción no es por haberse presentado con las niñas, sino
por no haber podido hacer la guardia y tener que ser sustituida por otro
militar.
Al comunicar la situación el responsable a los superiores, se le
abrió un expediente sancionador a la militar que había acudido al trabajo con sus
hijas de tres y seis años.
Hubo sanción que recurrió la afectada y que posteriormente ha
sido ratificada por el Tribunal militar.
La cosa parece que venía de lejos porque la afectada ya estaba
inmersa en un juicio administrativo para que se le concediese la reducción de
jornada, alegando que estando el juicio pendiente, no tendrían que haberla
llamado para hacer guardias.
La verdad, es un tema que se me escapa de las manos, pero con
sinceridad, no creo que sea muy adecuado presentarse en el ejército con dos
niñas de corta edad.
¿Ha sido correcta la actuación del ejército?
Voy a hacer una serie de reflexiones al respecto:
1.- La noticia apunta a una discriminación hacia la mujer, pero
¿qué habría pasado si un hombre se presenta con sus dos hijas a hacer una
guardia? ¿O con su madre enferma? Supongo que la sanción hubiese sido la misma,
con lo cual no hablamos de una discriminación por sexo.
2.- ¿Tendría que ser más flexible el Ejército en estas
cuestiones? Cuando hablamos de Ejército no podemos asimilarlo al Estado civil.
El Ejército tiene sus propias normas, e incluso sus propios tribunales, y no
obligan a nadie (lo de la mili ya ha desaparecido, y además solo obligaban a ir
a los hombres).
3.- ¿Deberían tener guarderías en el Ejército?
4.- Quien accede al Ejército (sea hombre o mujer), ¿no debería
asumir de entrada que deja de ser civil y sus obligaciones son distintas?
Ramón Cerdá