UN BURRO, LOS GUARDIAS CIVILES DEMOCRÁTICOS Y EL ESTUPIDO FELIPE GONZALEZ.
Autor: José Piñeiro, Periodista y Dtro. VP.
Es meritorio e inteligente aprender de los errores, hay un viejo aserto que dice: Las personas no se distinguen por las veces que se caen, sino, por las veces que se levantan”, o mejor señalar que el éxito está en aprender de los errores, los cuales muchas veces son muestras puestas adrede en el largo camino de la vida para empresas de mayor tamaño que nos esperan.
Nunca sabemos si una desgracia puede devenir en un éxito, no sabemos si lo que nos sucede es un éxito o una desgracia, todo se verá en el futuro al volver la vista atrás en nuestros pasos.
No hay peor error o peor actitud que no hacer caso del camino transitado, ni peor sordo que el que no quiere oir, ni peor necio que el que no es ciego y no es capaz de ver.
La historia es contundente, nos refleja si acertamos o erramos, ella bien analizada nos permite orientar nuestra vela para endereza y aderezar nuestro camino futuro.
En el caso de los Guardias Civiles Democráticos, podemos decir que a pesar de toda la contundencia delictual empleada con nosotros, a pesar de la cal vertida en el pozo en el que hace muchos años nos arrestaron para nuestra muerte total, la realidad del burro que sabía espabilarse y moverse fue una realidad.
Hace ya muchos años, los delincuentes que formaban parte del gobierno de España , encabezados por los socialistas del PSOE, y por sus capitanes Felipe González Marquez, y por Alfonso Guerra, conocidos por el Rey Sol y por el Hermánísimo, para garantizarse que toda su corrupción quedara impune, organizaron lo que hoy conocemos con papeles en la mano la delictual OPERACIÓN COLUMNA, operación contra todos y especialmente contra los Guardias Civiles Democráticos que se empecinaban en apoyar la democracia y los valores humanos, haciendo oposición clara y contundente contra la corrupción que encarnaron estos señores, especialmente condenados por el TEDH que condenó al gobierno del PSOE por vulnerar los derechos humanos de miles de personas en una España Democrática.
Los grupos que dirigía este expresidentes Felipe González, delincuente firme al ser condenado por el TEDH, por el delito de mayor gravedad que se pueda atribuir a un responsable público, se encargó de dar escarmiento , yendo casa por casa y de noche para detenernos a todos al objeto de que sirviera de escarmiento general y que todos rendieramos pleitesía y temor a sus artes delictuales. De noche y para atemorizar llegaron a nuestros domicilios, los juzgados abyetos y viles tendidos a sus pies y pensando en las carreras de sus titulares firmaban lo que el mandarín Felipe González, les indicaba en cada momento, y así poco a poco nos fueron enterrando en pozos con parte de la cal que utilizaron para el terrorismo de estado, el GAL, etc.
El Rey Sol, sucumbió a tanta alegria, en su imperio ya no se ponía el sol , que llamó a cientos de sus legiones de la corrupción para que cada uno echara una palada de tierra para que que nunca más pudieran salir del pozo y quedar enterrados de por vida. Comenzaron las detenciones, los prisiones, los encierros por arrestos, los encierros en los psiquiátricos de la democracia de Felipe González.
No contaban con que los burros sabías sacudirse y tras cada palada de tierra, nos sacudiamos y ya estábamos preparados para la próxima, hasta que llegó la última palada de tierra y la sorpresa fue enorme, del agujero habíamos subido al cielo abierto, y cuando salimos era tanta nuestra fuerza que ya no han podido pararnos.
El burro, o los burros que aprendimos a sacudirnos estamos hechos a todo y ya no nos fiamos de nadie, ahora que estamos a cielo descubierto, comienza la gran batalla de esta enorme guerra y os vamos a pasar la factura