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La política es la plaga actual


                        En realidad es una plaga maldita y que como maldición, va destruyendo al ser humano, desde que se escribe la historia, puesto que la misma se ha nutrido siempre, de tan incalificables ingredientes, que tenemos que irnos haciendo la idea que ello va a continuar ni se sabe por cuantos siglos venideros.

                        Sencillamente, el que llega al poder y reúne todos los elementos que necesita para dominar (“les importan dos cojones el convencer a los que dice va a gobernar) los ejerce sin ningunos (o muy pocos) escrúpulos y se dedica a mandar... mandar, mandar y mandar. Ignorará al auxiliar válido y por tanto inteligente y se arropará con los que terminan por endiosarlo, puesto que a su amparo, estos harán sus grandes capitales o sus grandes reservas para el futuro... ¿Lo demás importa algo? A la vista está que no, puesto que en la última década se ha destruido, lo que tardó muchas en reunirse o construirse y que se logró... “sobre montañas de cadáveres y mares de sangre... inocentes”. Les ha dado igual y aún hoy en vez de pedir perdón, siguen engreídos en que pueden seguir “haciendo de las suyas y sin dar cuentas a nadie”.

            El diccionario de la Real Academia Española, tiene muchas acepciones o definiciones para la palabra “política”. En las que se refiere a “la cosa pública”, dice lo que sigue: “7. f. Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados. 8. f.  actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos. 9. f. Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo”. Como podemos comprobar, aquí “cabe todo” y en ese todo, lo que predomina es lo que estamos padeciendo; puesto que política, debiera ser lo que ya he referido muchas veces y que no sé donde lo leí o aprendí: “Es el arte de gobernar bien a los pueblos”... Y de ello estamos tan lejanos como siempre lo ha estado la humanidad.

            Si buscamos en igual diccionario la definición de la palabra estadista, hay dos definiciones y en la segunda de ellas dice: “2. com. Persona con gran saber y experiencia en los asuntos del Estado”. Comprobamos con ello y al igual que en la otra, que aquí no se define nada de la moralidad, integridad, responsabilidad, buen hacer, etc. del individuo, el que generalmente siempre ha resultado... “malo o peor”, puesto que todos al final se decantan por unos intereses partidistas.

            Dicho ello; resaltaré lo que un colega (escritor) de nuestro propio idioma (ESPAÑOL) y desde México (País atormentado y en el que hoy cuando escribo, acabo de oír que en el mismo han sido asesinadas más de cincuenta mil personas en poco tiempo y que “las escabechinas” siguen como una (ya) plaga maldita y que nadie detiene)... opina y define al político y estadista (“machos o hembras puesto que hoy abundan de ambos sexos”) de la forma que van a leer a continuación.

            LAS DIFERENCIAS ENTRE UN POLÍTICO Y UN ESTADISTA: (Por Ernesto Partida Pedroza). Un político piensa en términos de la próxima elección. El estadista piensa en la próxima generación. El político es capaz de mentir con tal de llegar a su máxima aspiración. El estadista tiene el valor de  decir la verdad, por más cruda que sea, con tal de que el pueblo se concientice. Los políticos buscan la popularidad, buscan ser queridos. Los estadistas suelen ser necesitados por los pueblos. En la ocasión en que llego Charles de Gaulle a México, este le pregunto a López Mateos, ¿A usted lo quiere el pueblo. -Si, contestó López Mateos. -a usted también lo quieren los franceses? pregunto el presidente mexicano. -No, a mi no me quieren, me necesitan. Los políticos suelen bajar la luna y las estrellas a sus pueblos. Los estadistas tienen el valor de solicitar el esfuerzo personal  de cada uno de los ciudadanos para construir un gran país. Los políticos son capaces de dividir con tal de llegar al poder. Los estadistas tienen la capacidad de multiplicar los apoyos para lograr el triunfo  del pueblo. Los políticos luchan en contra de sus adversarios con tal de llegar al poder. Los estadistas tienen la capacidad de convertir a sus enemigos  en amigos. Los políticos buscan la gloria personal. Los estadistas buscan la gloria del pueblo. Los políticos usan su fuerza personal y la de sus seguidores para triunfar. Los estadistas usan su fuerza personal, la de sus seguidores y la de sus enemigos para el triunfo del pueblo.

            ¿Qué hay en todo el mundo hoy de... “estos ingredientes”? Usted mismo que lee esto, juzgue... simplemente mirando y analizando su entorno más cercano. El pueblo sigue siendo considerado como un rebaño (“res pública”) y el que siempre dominado (nunca convencido con razonamientos válidos) es explotado de la forma que el dominador quiere; por tanto el tan cacareado progreso, siempre será “un bluf (ver diccionario citado) como el que ahora han destruido”. Y aún después de ser destruido por todos los que han ostentado poder, los ahora derrotados y sin ningún escrúpulo quieren cargar todo ello a los “herederos”... que además “aquí en España, los condecoraron para premiarlos de sus enormes fracasos”, cosa que es como para mondarse de risa.

La política es la culpable de cosas como estas y es claro que así, jamás habrá equilibrio en el mundo: REALIDADES DEL MUNDO Y EL POR QUÉ DE LAS COSAS: Arcadi Oliveres en una conferencia: http://www.attac.tv/2011/01/1185  (8 minutos)... Pobre humanidad lo que nos espera aún, para de verdad, PROGRESAR.

Antonio García Fuentes(Escritor y filósofo)www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más)

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