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Un agente admite que le ofrecieron dinero por demandar a juezas de Lugo

El guardia civil, que ya las ha denunciado, niega haber aceptado el soborno


El secretario general de la Asociación Profesional de Cabos y Guardias, Javier Martínez Blanco, con destino en Lugo, denunció a la juez Pilar de Lara, que lleva la investigación sobre la Operación Carioca, y a Estela San José, instructora del caso Campeón. Este agente fue en su día denunciado por San José por injurias a través de un foro de Internet, El Faro Verde, y por dos mandos del instituto armado, y fue condenado a resarcir a los tres con 15.000 euros. En su denuncia, Martínez Blanco admite que un desconocido le ofreció 22.000 euros “como ayuda” para demandar a las magistradas, aunque dice que no aceptó.
El agente denuncia a las juezas por “acoso” y relata que ha recibido una amenaza a través del foro El Faro Verde, utilizado por muchos agentes, aunque no aclara la relación entre la acusación y el hecho: “Leyendo los insultos que dedicas a las juezas, tales como zorras, ninfómanas, payasas, etc, te calificas a ti mismo, un rufián machista que no es de extrañar el maltrato a tu mujer. Corrige tu actitud o tus hijas lo pagarán caro”. “Se trata de algo muy grave que afecta a la seguridad de mis dos hijas”, expone Martínez Blanco en la denuncia. “Además, me achaca a mí insultos a las juezas que no son obra mía”, continúa. Martínez recuerda que hace unos dos meses prestó declaración en unas diligencias por amenazas contra él en el juzgado de Instrucción número 2 de Lugo. Y que en ella amplió la denuncia hacia las magistradas Pilar de Lara y Estela San José, “por las cuales” se siente “acosado”. Dice que la segunda vez que testificó ante De Lara, la actitud de la juez fue “muy hostil” cuando se negaba “a decir lo que ella quería escuchar”.
En el escrito, el guardia civil recuerda que en agosto de 2011, antes de declarar por segunda vez ante De Lara, se entrevistó con dos guardias “comisionados” en la Carioca. “Habíamos tomado por lo menos tres vinos”, describe, y “les comenté que una persona a la que no conocía me había ofrecido 22.000 como ayuda para denunciar” a las dos juezas, una oferta que según él rechazó.
La “gran sorpresa” para el agente vino cuando, en esa segunda cita, la juez le preguntó por esa cuestión porque los guardias “habían realizado una diligencia con el contenido de la charla en el bar”. Según Martínez Blanco la juez lo amenazó cuando le dijo: “Sabe usted que podría imputarle por omisión de perseguir delitos”, por negarle el nombre de la persona que le había ofrecido el dinero.“La magistrada continuó presionándome para que declarase qué persona hizo el ofrecimiento y sugiriéndome si esa persona era del PSOE, a lo que contesté ‘que podría ser, sí…’, pero fue una contestación hecha solo para evitar la ira de la juez”, explica la denuncia. Desde entonces, “me despierto cada mañana pensando que la magistrada terminará imputándome algo”, dice. “He tenido que acudir varias veces al médico con crisis de ansiedad para solicitar la baja, aunque siempre decía que era una gripe para evitar la baja por motivos psicológicos pues puede afectar a mi especialidad dentro de la Guardia Civil, que es la seguridad ciudadana y la localización de artefactos explosivos”.

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