La selección de un programa de máster exige una evaluación detenida de toda la oferta y una elección acorde a las necesidades y disponibilidad del candidatoncial o a distancia, en un centro público o privado. Éstas son algunas de las disyuntivas que se plantean los estudiantes o trabajadores en activo que quieren completar su formación y su currículum con un programa académico de máster. La decisión no debe ser banal ni precipitada, ya que enrolarse en estos estudios supone en la mayoría de los casos afrontar una inversión económica, de tiempo y esfuerzo considerable.
Los estudios de posgrado cada vez adquieren mayor peso entre la oferta académica de lasuniversidades. En el curso 2009-2010, tan solo tres años después de que se implantaran los estudios oficiales de máster en España, la cifra de estudiantes que se decantaron por esta opción se elevó a más de 81.000 matriculados, un 350% más que en 2006-2007, tal como recoge el avance de Estadísticas de estudiantes universitarios, elaborado por el Ministerio de Educación.
Las escuelas de negocios registran una evolución positiva en cuanto al número de estudiantes
A estos alumnos se suman quienes cada año atienden los distintos programas de máster -no oficiales en muchos casos- que se imparten en las escuelas de negocios y centros de posgrado privados de nuestro país. Según recoge el último informe "Universidades Privadas y Escuelas de Negocios" (octubre 2010), de la consultora especializada en estudios sectoriales DBK, en España se contabilizan en la actualidad 330 escuelas de negocios, que registran una evolución positiva en cuanto al número de estudiantes, "debido al aumento de la demanda de formación por parte de profesionales y al éxito de los programas internacionales de los principales centros", resalta este estudio.
¿Por qué un máster?
Uno de los principales motivos por los que cada vez más candidatos optan por complementar la formación universitaria con estudios de posgrado de máster es mejorar las perspectivas laborales. Como especifica el último análisis sobre estos programas realizado por la compañía de recursos humanos Adecco, cursar un máster abre las puertas a un 5,2% más de las ofertas de empleo.
La formación del máster se valora de forma especial en algunas áreas funcionales
Tal como señala el informe, esta formación se valora de forma especial por los reclutadores en algunas áreas funcionales, como en asesoría jurídica, donde un 21,7% de las ofertas de empleo requieren que los candidatos cuenten con esta formación, o marketing y recursos humanos, que la solicitan en más del 15% de los casos.
El estudiante de máster atiende en su mayoría a dos perfiles específicos. Uno es el del recién titulado que necesita ampliar su formación en un área concreta para acceder a determinadasprofesiones. Otro, el del trabajador en activo que desea impulsar su carrera laboral e incrementar sus competencias en ámbitos diferentes para optar a otras posiciones en su empresa o en otra compañía.
Criterios de elección
Además de los contenidos, los candidatos deben valorar otros criterios del máster esenciales para su elección
La oferta de títulos de máster es amplia y variada. Esto hace que elegir el más adecuado para cada uno no sea una tarea fácil. Además de los contenidos académicos en los que se centren los estudios -uno de los aspectos prioritarios que se deben atender-, los candidatos a esta formación deben valorar otros criterios esenciales para que su elección final sea acertada y se ajuste de forma certera a sus necesidades, aspiraciones y, sobre todo, a su disponibilidad de tiempo de dedicación al trabajo y al estudio.
- Contenido del programa: la primera decisión que se debe tomar es el área de estudio que se desea abordar con el máster. Al margen del ámbito de conocimiento que más se adecúe a cada aspirante, también se deben estudiar con detenimiento las perspectivas reales de empleo que puede aportar la formación al currículum del candidato y la situación actual del sector laboral al que se dirige.
- Nivel de especialización: los programas generalistas -tipo MBA- se diseñan con frecuencia para los perfiles con experiencia laboral previa que aspiran a asumir cargos de gestión dentro de sus compañías y a aportar a su formación conocimientos en otras áreas empresariales. Los especializados son más recurrentes para los recién titulados que quieren centrar sus conocimientos en un ámbito determinado, para enfocar después su carrera laboral hacia un sector concreto.
- Duración del posgrado: tanto los máster oficiales como los programas que se imparten en las escuelas de negocios tienen una duración de uno a dos cursos académicos. Es evidente que la formación que se recibe en los programas más duraderos será más amplia y extensa y, en muchos casos, mejor valorada en el mercado laboral, pero también hay que evaluar el impacto que dos años de inactividad pueden tener en el futuro del estudiante.
- Métodos de estudio: trabajos en grupo, método del caso o un enfoque práctico son algunas de las características que definen muchos de los programas de máster, mientras que otros se centran más en el estudio individual y en la investigación. El candidato debe verificar que las técnicas de aprendizaje que se aplican en el curso se adaptan a su forma de trabajar habitual y que está capacitado para afrontarlo con éxito.
- Calidad del centro: varios ranking miden cada año la calidad de los máster que se imparten en centros de nuestro país y del extranjero. Estas clasificaciones pueden orientar al estudiante sobre cuáles son los programas mejor valorados en el entorno laboral y que, por tanto, proporcionan mejores perspectivas de empleo. Sin embargo, la valoración no debe quedar solo en estas listas. Es recomendable que, al elegir, el candidato evalúe otros aspectos de la universidad o centro en el que se desarrolla el programa, tales como la calidad del profesorado, el número de estudiantes que se admiten en el programa, si cuenta con bolsa de trabajo, la relación con el ámbito empresarial, las actividades extracurriculares, como charlas o conferencias de invitados de prestigio, o los servicios adicionales y recursos materiales que se facilitan a los estudiantes.
- Público o privado: elegir un centro público o privado para estudiar un máster está determinado en muchas ocasiones por el coste que implica el programa. Las escuelas de negocios y otros centros privados se sitúan con frecuencia en los primeros puestos de los ranking de calidad, pero los precios de los estudios (entre 18.000 y 70.000 euros) superan con creces a los de las instituciones públicas, que en sus programas oficiales deben aplicar las tasas públicas (entre 800 y 3.000 euros al año) establecidas para cada comunidad autónoma. Los estudiantes deben valorar el retorno de la inversión que hagan y comprobar los distintos sistemas de financiación y las ayudas y becas estatales o privadas a las que se pueden acoger para afrontar el gasto.
¿Tiempo completo o parcial?
Muchas universidades y la mayoría de las escuelas de negocios ofrecen a sus estudiantes de posgrado la posibilidad de conciliar la vida laboral y la formación con los programas denominados a tiempo parcial. Estos máster, a diferencia de los cursos de tiempo completo, que requieren dedicación exclusiva a los estudios, se imparten en general dos o tres días a la semana en horario vespertino o bien en turno de fin de semana: viernes por la tarde y sábados por la mañana.
En ocasiones, el contenido del programa es exactamente el mismo que el de su homónimo a tiempo completo, la diferencia estriba en que la duración de los estudios se extiende a dos años académicos en vez de uno. Sin embargo, otros programas a tiempo parcial están diseñados de forma específica para este formato y condensan en menos tiempo la formación. Es preciso evaluar que el máster a tiempo parcial ofrece la misma calidad académica que el de tiempo completo y que permite a los estudiantes acceder a los mismos servicios y actividades extracurriculares.
Si el aspirante al máster tiene ya un puesto de trabajo estable, los expertos recomiendan que opten por un programa a tiempo parcial o que seleccionen entre la oferta, cada vez más amplia, de enseñanzas en la modalidad no presencial, es decir, on line. Entre las ventajas de estos formatos destaca la posibilidad de aplicar de forma inmediata los conocimientos que se adquieren a la actividad laboral diaria y viceversa, es decir, aportar y compartir con el resto de los estudiantes las experiencias reales que se experimentan en el ámbito de trabajo. Hay que ser consciente de que en un programa a tiempo parcial u on line se exige en general la misma dedicación, al margen de los horarios académicos, que en los de tiempo completo. No obstante, al estar el estudiante en activo, debe robar este tiempo a otras actividades de su agenda.