UBS deja en evidencia a Salgado y destapa la relación entre banca y BCE
El presidente del BCE conversa con Elena Salgado (EFE). @Eduardo Segovia
La vicepresidenta Elena Salgado no deja de presumir de la menor apelación de la banca española a la liquidez del BCE -ha vuelto a reducirse en noviembre-como una señal de mejoría del sector y de la economía en general. Pero el mensaje no es ni mucho menos tan positivo, según un análisis de UBS que destripa los verdaderos motivos de esta menor dependencia de la ventanilla de descuento de Fráncfort.
La explicación a la menor apelación a la barra libre -ampliada hasta junio, según anunció Jean-Claude Trichet el jueves- no reside en el aumento de los depósitos ni tampoco en las emisiones de deuda realizadas por las entidades. De hecho, los bancos y cajas han pedido 63.000 millones menos desde agosto, mientras que los depósitos han crecido sólo en 3.000 millones en el mismo período y la deuda emitida alcanza 30.000 millones.
Por tanto, hay otros factores que explican la menor demanda de liquidez al BCE. El informe de UBS identifica tres:
1. La caída del crédito: a pesar de la insistencia de casi todas las entidades en que ellas sí dan crédito, el volumen de préstamos en el activo de bancos y cajas se ha reducido en 7.000 millones en los últimos tres meses. Si no se da crédito, no hace falta financiarlo.
2. Un mayor uso de la financiación interbancaria: gracias a la reapertura del mercado de repo que inició el Santander en agosto, tal como adelantó entonces El Confidencial. Este mercado permite obtener liquidez con un plazo de hasta un mes en estos momentos. La financiación en repo subió más de 18.000 millones en agosto y septiembre, período en el que el BCE prestó 32.000 millones menos a las entidades españolas.
3. Una reducción del 'carry trade': práctica que consiste en financiarse en el BCE al 1% para comprar bonos del Estado con una rentabilidad superior al 4% (tras la crisis, superior al 5%) y ganar la diferencia. Bancos y cajas lo han practicado masivamente para compensar el desplome de los márgenes del negocio típico bancario. Ahora se ha reducido porque las carteras de deuda adquiridas de esta forma empiezan a provocar pérdidas a las entidades por el desplome del bono español.
Según el banco suizo, ninguno de estos tres factores es bueno para la economía española. La caída del crédito agrava la recesión y tiene implicaciones deflacionistas, y además perjudica a los bancos porque reduce su volumen de negocio y sus márgenes, lo que se refleja en sus resultados. El mayor uso del interbancario hace a las entidades más vulnerables a un shock de mercado. Y el menor carry trade reduce las compras de bonos por parte de la banca, lo que reduce su apoyo frente a los ataques de los bajistas.
En lo que respeta a los márgenes de la banca, el carry trade ha permitido ocultar la caída del margen de clientes, que incluso ya es negativo para las nuevas hipotecas frente a los nuevos depósitos. Y, en todo caso, la subida de la rentabilidad de los bonos del Estado significa un encarecimiento de los costes de financiación de la banca, agravado por la guerra de depósitos.
En definitiva, la menor apelación al BCE no es buena para la recuperación de nuestra economía y, desde luego, no significa que haya mejorado la salud de nuestro sistema financiero