CON TODO, PREFIERE A LOS MILITARES
El controlador más mediático y facebookero carga contra el Gobierno
El portavoz más buscado del momento se despachó a gusto vertiendo duras acusaciones contra el Ejecutivo y explicó que a pesar del sueldo de 200.000 euros "la situación laboral es asfixiante" 
Cabo asegura que AENA, al ser parte implicada, no era objetiva y que los militares son muy respetuosos con ellos.
Es la cara visible de los controladores y también la más médiatica. No en vano, el portavoz de USCA,César Cabo tiene sólo en Facebook varias páginas de "apoyo" del tipo César Cabo, contrólame a mi, Señoras que quieren que César Cabo les haga perder el control, Un olé a la labor desempeñada por César Cabo al frente de USCA o A César Cabo y lo subiría el sueldo...
Así las cosas y con la que está cayendo desde la huelga salvaje de controladores del pasado fin de semana (estado de alarma decretado por el Gobierno incluido), Cabo es uno de los hombres más buscados estos días.
El último en conseguir sus cotizadas declaraciones ha sido El Periódico de Catalunya, donde aseguró desafiante que los controladores trabajan "bastante mejor" militarizados que bajo las órdenes de AENA y que el trato recibido por parte de los militares está siendo "respetuoso". "AENA, como era juez y parte, decidía con menor precisión los aviones que cabían por ruta", afirmó.
Cabo reiteró que los controladores "no tenían la intención de hacer una huelga" pero que tras reunirse en asamblea y analizar el decreto aprobado por el Ministerio de Fomento, y al ver que se añadían más horas de trabajo y no se contaban las horas de baja de maternidad o por motivos de salud, el colectivo "se incendió".
"Se creó un clima que no era el idóneo para controlar aviones, muchos no se encontraban en condiciones, como cualquier trabajador que repentinamente se encuentra mal", explicó, para aclarar que los controladores que se encontraban reunidos en un hotel de Madrid estaban en asamblea y "fuera de turno".
El portavoz de USCA insistió en que fue AENA la que decidió cerrar el espacio aéreo cuando "muchos seguían trabajando". Más aún, apuntó, "sin el decreto esto no hubiera ocurrido, no habría habido falta de plantilla y habrían salido más del 95% de los vuelos, ya que cuando se decidió el cierre trabajaba más del 70%".
Duras acusaciones contra el Gobierno
Cabo se preguntó además por qué Fomento no expedientó directamente a los controladores de Santiago y se decidió en cambio a sacar el decreto justo el día 3 de diciembre. "El Gobierno tenía la militarización preparada", opinó.
Preguntado por la presentación masiva de bajas injustificadas, Cabo indicó que habría que probar antes que esto ha sido así y recordó que la Fiscalía ya abrió en verano diligencias por este motivo y la inspección médica "no ha detectado ni una sola".
"Es un buen sueldo, que no llega a los 200.000 euros anuales, pero la situación laboral es asfixiante (...) y eso es lo que ha provocado esta explosión, desproporcionada y terrible", matizó.
Sobre la situación a la que se enfrenta el colectivo a partir de ahora, con penas de hasta ocho años de cárcel, Cabo apuntó que habrá que ver cómo evoluciona el proceso y "afrontar las consecuencias".
Tras reconocer que los que más han perdido han sido los usuarios, a quienes pidió de nuevo disculpas, admitió que se les ha puesto una trampa en la que han caído.
"Ha sido terrible lo ocurrido, fue una reacción desmedida que no se repetirá, pero la gente debe entender que algo muy gordo nos ha inducido a una situación casi de suicidio colectivo. Una profesión no da este salto al vacío porque sí", defendió.
No obstante, ha aclarado que no se pueden confundir privilegios con derechos y apuntó que en 1999 había un 40% menos de aviones que ahora y que la plantilla no ha crecido en consonancia.
Finalmente, consideró que Fomento y AENA también son responsables de lo ocurrido. "Se nos ha usado para que no se hable de la privatización de AENA, ni de la retirada de los 426 euros a los parados. Hemos sido el chivo expiatorio ante la sociedad", ha concluido . Autor El semanal Digital
