CON AYUDA DE IGNACIO VARELA, EL 'GURÚ' ELECTORAL DE FERRAZ
Blanco resucita la fallida 'operación Cristina Almeida' para laminar a Tomás Gómez
Tomás Gómez junto a Trinidad Jiménez en una reunión del PSM celebrada en 2009 (Efe) . @José L. Lobo / Alberto Mendoza.-
Han pasado más de 12 años y los personajes ya no son los mismos, pero el escenario de la intriga y buena parte de la trama parecen hoy calcados a los de aquel lejano 1998.
El entonces secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, colocó a una paracaidista, la ex dirigente de IU Cristina Almeida, como candidata socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid, desatando la ira de un amplio sector del partido y de la Federación Socialista Madrileña por la intromisión de Ferraz. Almeida fue barrida un año después en las urnas por Alberto Ruiz Gallardón, pero la fallida operación -reeditada más tarde con la imposición de Trinidad Jiménez al Ayuntamiento y Miguel Sebastián a la Comunidad- vuelve ahora a resucitar de la mano de José Blanco.
El todopoderoso ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, con la aquiescencia de José Luis Rodríguez Zapatero, el apoyo de Alfredo Pérez Rubalcaba y la inestimable colaboración de Ignacio Varela, el gurú electoral de Ferraz, ha desempolvado la operación Almeida, 12 años después, para torpedear la candidatura del líder del PSM, Tomás Gómez, en favor de Jiménez, que tendría, supuestamente, más tirón electoral para tratar de romper la mayoría absoluta de Esperanza Aguirre.
Sin embargo, esta nueva operación Almeida ha empezado con mal pie para sus promotores: no sólo porque Gómez les ha salido respondón, sino, sobre todo, porque los argumentos esgrimidos en favor de Trini tienen los pies de barro: un sondeo encargado por Ferraz que muy pocos dicen haber visto.
¿Una amenaza para Aguirre?
La polémica encuesta fue encargada por Blanco el pasado mes de junio al Instituto de Marketing y Opinión Pública (IMOP), una empresa privada que ya había trabajado anteriormente para el PSOE. Según el sondeo, la ministra de Sanidad lograría un 43,5% de los votos si fuera la rival de Aguirre en las urnas, a sólo 3,6 puntos de la presidenta madrileña; mientras que si el candidato socialista fuese Gómez la distancia con aquélla se ampliaría a 15,8 puntos. Con los resultados de la encuesta sobre la mesa, Zapatero citó a principios de agosto al ex alcalde de Parla a La Moncloa para pedirle que renunciara en favor de Jiménez. Pero Gómez se negó y forzó la convocatoria de primarias.
El equipo del secretario general del PSM cuestionó desde el primer momento la limpieza e imparcialidad de ese sondeo. Primero porque éste fue encargado a espaldas de Gómez antes de que Jiménez hiciera pública su candidatura; segundo, porque ni el ex alcalde de Parla ni ninguna persona de su entorno ha visto con sus propios ojos los resultados de la encuesta; y, sobre todo, porque muchos dirigentes y militantes socialistas -y no sólo en Madrid- consideran que las candidaturas no pueden decidirse exclusivamente a golpe de estudios demoscópicos.
"En 1998 nos dijeron algo parecido: que según los sondeos Cristina Almeida era la candidata ideal. Y luego pasó lo que pasó. Yo no digo que la dichosa encuesta no exista; de hecho, a mí me han ofrecido la oportunidad de echar un vistazo a sus resultados, pero he dicho que no. Si se tratara sólo de porcentajes y de índices de popularidad, Zapatero no debería ser candidato en las próximas elecciones generales", argumenta un veterano diputado socialista.
El poder de 'El Brujo'
La participación del gurú electoral Ignacio Varela en la encuesta añade, si cabe, más sombras sobre la cocina de sus resultados. Este sociólogo, que lleva décadas trabajando para el PSOE, es uno de los veteranos fontaneros a los que se atribuye la capacidad de analizar y persuadir a la opinión pública para que su partido conquiste o preserve el poder. No en vano, entre los socialistas se le conoce como el El Brujo. Pero su poder, lejos de ser paranormal, se basa en su capacidad de influir sobre Zapatero y Blanco, como antes hizo con Felipe González.
Varela comenzó a trabajar en el equipo electoral del PSOE en 1979, cuando la Transición exigió a los partidos políticos modernizar sus estructuras y aprender a marchas forzadas nociones de marketing político. Diez años después, González lo designó subdirector del Gabinete de la Presidencia del Gobierno. Sin embargo, en 1992 perdió la confianza del entonces vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, que dejó de contratarle para las campañas del partido, aunque continuó en Moncloa.
Con la llegada a la dirección socialista de Zapatero y Blanco, Varela recuperó su estatus de asesor imprescindible. Durante la campaña de las elecciones generales de 2008 formó parte del núcleo duro del equipo de estrategia, y ayudó a Zapatero en la preparación de los debates televisivos con Mariano Rajoy. En 2009, pese a que la dirección de la campaña para las Europeas pasó a manos de Leire Pajín, El Brujo continuó en primera línea como responsable del área demoscópica.
Pero las encuestas no son el único ámbito de actuación de Varela. De hecho, su carrera está adornada con diversos cargos en el mundo financiero y empresarial. Así, ha formado parte de los consejos de Caja Madrid, Cibeles, Telefónica o la Agencia Efe. Asimismo, ha formado sus propias empresas de asesoramiento y estrategias de comunicación, como Avances Martín y Varela S.L., Viduido S. L. o M y V Gabinete de Análisis S. L.
Precisamente el intento de Blanco de situar a su sociólogo de cabecera como consejero de Iberia desencadenó la abierta animadversión entre el ministro de Fomento y Tomás Gómez. Como informó El Confidencial, el líder del PSM se negó en redondo a que Varela entrara en el Consejo de la aerolínea e impuso a su candidato, Javier Gómez Navarro. El asesor de Ferraz perdió su jugoso puesto en Iberia, pero ahora su tándem con Blanco puede hacer que Gómez pierda su oportunidad de enfrentarse a Esperanza Aguirre por el cotizado sillón de la Puerta del Sol.
