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EL EX PRESIDENTE ADMITE QUE "LAS COSAS VAN MAL"

Felipe González arenga a un deprimido PSOE a resistir el ataque del PP "a la yugular".

Felipe González arenga a un deprimido PSOE a resistir el ataque del PP "a la yugular"

Rodríguez Zapatero (d) y el ex presidente Felipe González conversan en Madrid (Efe).

@José L. Lobo / Alberto Mendoza.-

Felipe González regresó ayer al Parlamento armado con su verbo fácil y afilado, esta vez para cerrar filas en torno a José Luis Rodríguez Zapatero y sólo una semana después de que lanzara un dardo envenenado supuestamente dirigido al actual presidente del Gobierno, cuando dijo que "rectificar es de sabios, y de necios tener que hacerlo a diario". González trató de insuflar ánimos a un PSOE deprimido por el brusco giro de la política económica del Ejecutivo y el hundimiento en las encuestas, pero no lo hizo a través de un discurso complaciente, sino anunciando que serán necesarios más sacrificios para salir de la crisis.

Los dos presidentes del PSOE de la democracia comparecieron en el palacio de la carrera de San Jerónimo para conmemorar el centenario del Grupo Parlamentario Socialista y homenajear al fundador del partido, Pablo Iglesias, su primer diputado. Pero la magnitud de la crisis y las dificultades que atraviesa el Ejecutivo centraron la intervención de González, quien todavía juega el papel de sabio en busca de la refundación europea. "Es progresista decir a la gente que hay que trabajar más y mejor; y que el sueldo debe estar en función de la productividad", aseguró, para indicar a Zapatero cuál debe ser el camino que debe seguir su Gobierno ahora que "las cosas van mal".

Además de ese fuego amigo, González lanzó su artillería más pesada contra el PP. Así, afirmó que "la peor desgracia que le puede pasar a España es caer en manos de una oposición tan irresponsable como ésta", y arengó al Zapatero a resistir los ataques de los populares. "El PP muerde sin compasión si te ve la yugular, por lo que vamos a taparnos la yugular para que tengan que esperar, no dos, sino por lo menos seis años más" para regresar al poder, expresó entre aplausos.

El ex presidente reclamó también al principal partido de la oposición que deje de comparar a España con los países más afectados por la crisis, como Grecia, y destaque los aspectos en que nuestro país todavía supera a Reino Unido, Francia e Italia. "Este Gobierno de improvisadores", dijo irónicamente en alusión al Ejecutivo de Zapatero, "ha hecho los ajustes antes que el resto de países importantes de Europa, como Alemania", añadió González, quien tachó de "broma" los recortes anunciados recientemente por la canciller Angela Merkel. Y es que, a su juicio, los países que tienen margen deben aplicar políticas anticíclicas que estimulen el crecimiento en Europa.

Viejos conocidos

Cerca de 400 parlamentarios y ex parlamentarios socialistas de todas las legislaturas arroparon a Zapatero y González en un abarrotado Salón Ernest Lluch del Congreso. Entre los rostros más conocidos, algunos de los antiguos ministros de la primera etapa de poder felipista, como Narcís Serra, Javier Solana, José Barrionuevo, José Luis Corcuera, Javier Sáenz de Cosculluela, Juan Manuel Eguiagaray, Javier Moscoso, Carlos Solchaga, Carmen Alborch, Rosa Conde, Ángeles Amador, Gustavo Suárez Pertierra, Carlos Romero o el ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra.

Tampoco faltaron muchos de los miembros del actual Gobierno, entre ellos el vicepresidente tercero, Manuel Chaves; el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; el de Justicia, Francisco Caamaño; el de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; el de Educación, Ángel Gabilondo; la de Sanidad, Trinidad Jiménez, o la titular de Vivienda, Beatriz Corredor. Y algunos barones regionales en activo y ex presidentes autonómicos, como Marcelino Iglesias (Aragón), Tomás Gómez (Madrid), Jorge Alarte (Comunidad Valenciana) o el extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

"Hay que esforzarse más; el nivel de productividad lo debe marcar quien más trabaja, no quien menos hace", prosiguió González, empeñado en que la socialdemocracia y el estado del bienestar sólo son posibles si se mejora la competitividad de la economía. Además, urgió a que se regule el sistema financiero global porque, a su juicio, "la próxima crisis financiera ya se está incubando", una advertencia que el ex presidente del Gobierno viene repitiendo últimamente en cuantos foros participa.

Tras sus duras previsiones para España y Europa, el ex presidente quiso respaldar a Zapatero y al PSOE alabando su reacción frente a la crisis y llamando a una movilización del partido para explicar a los ciudadanos "el esfuerzo que hay que hacer y la economía que queremos". Además, se puso a disposición de Zapatero afirmando que "cuando el partido pasa por dificultades y cuesta trabajo encontrar un sentido, me siento más próximo y más disponible". Y antes de que los parlamentarios socialistas le agradecieran sus palabras con una gran ovación, realizó otra llamada a la unidad: "Cuando las cosas van mal, militancia pura y dura".

Zapatero, por su parte, contribuyó a cimentar esa imagen de unidad revelando que González le había enviado un sms al día siguiente de anunciar en el Congreso el tijeretazo al gasto social con el siguiente contenido: "Hoy más que nunca tienes todo mi apoyo. Gobernar es esto: tomar decisiones difíciles y duras". A lo que el actual líder socialista apostilló: "Muchas gracias, Felipe".

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