CARLOS JIMÉNEZ VILLAREJO,
ENCABEZANDO LAS MANIFESTACIONES EN APOYO A BALTASAR GARZÓN.
Rafael del Barco Carreras
Acusa a los magistrados del Supremo de CÓMPLICES DE LAS TORTURAS DEL FRANQUISMO. ¡Qué cara más dura! Él, además de cómplice y encubridor, las vivió por fiscal, las encubrió... y de SEIS Y MÁS AÑOS de muerto FRANCO.
La hipocresía y desfachatez al límite. Se me agolpan los insultos cuando le veo en la Tele. Otro sinvergüenza al que le gusta la Prensa y Tele adicta, brillar con y en la Política. Por suerte no triunfó en ella al igual que en su carrera Fiscal, aunque lo intentó o lo intenta.
No se manifestó cuando por los 80 venía a La Modelo tras las torturas oídas por todos los vecinos que salían al balcón gritando “asesinos... asesinos...”. Lo viví... ¡pregunten a los vecinos!
Lo cuento en “Barcelona, 30 años de corrupción” y www.lagrancorrupcion.com en la serie de escritos sobre La Modelo. Yo le ponía la silla, tapizada en rojo, de los “jueces”, cuando venía por fiscal al locutorio a algún interrogatorio. Nunca vi un juez, entonces venía un oficial del juzgado y teníamos que firmar el “Ante mi... el juez de instrucción”. “Oiga señora yo no puedo contestar esas preguntas si no tengo a mi abogado delante y ante el propio juez...”. “¿No quiere declarar...?, usted sabrá lo que hace”. Me sucedió tal cual en el mismo locutorio. ¡Hacía TRES AÑOS en vigor la CONSTITUCIÓN! Hubiera sido aun peor... mi abogado era Luis Pascual Estevill y el juez Ezequiel Miranda de Díos que vivía tan ricamente en un piso de Juan Piqué Vidal, o sea, pagado por Javier de la Rosa.
Era normal por entonces que del promedio de veinte entradas diarias, varios llegaran “señalados”, siempre por “haberse enfrentado a la policía” en su detención. Los pobres de los casos Escala, Bultó y Viola, mucho más que señalados, TORTURADOS, y a la larga exculpados por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.
Me viene a cuento la expresión de Jordi Pujol cuando le acusaron por apadrinar a Luis Pascual Estevill. Más o menos dijo: Y Villarejo y Mena que se callen porque ellos sabían y le dirigían asuntos a su juzgado...
Y sobre aquella Modelo, leer lo publicado por el primer juez de vigilancia penitenciaria de Barcelona, Javier Gómez de Liaño, a la larga otra víctima de los mismos amorales, CASO SOGECABLE.
Es una consecuencia de las leyes de amnistía. No se depuraron responsabilidades, y los elementos franquistas de más baja catadura, disfrazados de demócratas o del PSUC, se pelean por un PODER, el Judicial, que continua “personalista”, de “amiguetes” o “mafias”. ¡Un triste espectáculo! Con una consecuencia positiva... verles las caras, conocer sus nombres y hazañas, pues si un Pueblo olvida su pasado... cae de nuevo en él y sus graves errores, o peor, como en España, sigue en ellos.
Se me revuelven las tripas... es difícil hasta escribir, acudiré a citas de ayer en mi mail y comentarios:
Carlos Jiménez Villarejo (Málaga, 1935) es un ex fiscal español anticorrupción. En 1987 fue fiscal jefe de la Audiencia de Barcelona, y en 1995 asumió la jefatura de la Fiscalía Especial Anticorrupción, puesto del que cesó en 2003 Y el indignado comentarista añade:
No como él, que ingresó en la carrera fiscal en 1962,justo a tiempo para denunciar las torturas y la defenestración de Julián Grimau,la iniquidad de su proceso y del que,también en 1963condenó al garrote vil a los anarquistas Joaquín Delgado Martínez y Francisco Granados Gata, detenidos el 1 de agosto,
condenados el día 13 y ejecutados el 17 por un atentado que no cometieron.
Ninguno de los magistrados del TS estaba en la carrera entonces. Él sí.
También pudo aprovechar el momento para explicar a los anfitriones, sobre todo a Toxo, cómo denunció el proceso 1001, que el 20 de diciembre de 1973,
sentó en el banquillo del T.O.P. a la dirección de CCOO, que fue condenada a penas de hasta 20 años de cárcel.
No lo hizo.
Qué virulento, qué magníficamente insobornable,el antifranquismo sobrevenido.
Y qué torpes los sindicalistas con el protocolo. Deberían haber invitado al acto a Felipe González Márquez.
O lo que publica “La voz de Barcelona”
Carlos Jiménez Villarejo, cuyas polémicas manifestaciones acusando a los magistrados del Tribunal Supremo de ser “cómplices” de las torturas del franquismo han causado un enorme revuelo, ejerció desde 1962 para el régimen dictatorial como abogado fiscal en la Audiencia provincial de Barcelona. El ex fiscal anticorrupción entre 1995 y 2003 y fiscal jefe de la Audiencia provincial de Barcelona (1987-1995) fue nombrado abogado fiscal de la entonces Audiencia Territorial de Barcelona en 1962, tal y como recoge La Vanguardia Española el 1 de abril de 1962. Dato, por cierto, que no aparece en su biografía en internet. El currículo profesional en Wikipedia, por ejemplo, se inicia en 1987. Y no es por que Carlos Jiménez Villarejo no supiera cómo funcionaba el régimen dictatorial en España. El 22 de junio de 1950 se publicaba, también en La Vanguardia Española, que otro Jiménez Villarejo, Francisco, accedía al mismo cargo, esta vez en Sevilla, al que años más tarde ostentaría el ahora defensor de la Memoria Histórica. En 1972 cofundó la asociación Justicia Democrática y por esos años también militó en el PSUC. Jiménez Villarejo tuvo en el punto de mira a Jordi Pujol, en los 80, en el caso Banca Catalana que quedó en nada y reforzó la figura del líder nacionalista. En 1997 sufrió un infarto. Actualmente, Jiménez Villarejo se ha identificado con la defensa de la Ley de Memoria Histórica y forma parte del grupo de expertos, propuesto por el juez Baltasar Garzón en 2008, encargado de buscar fosas comunes e identificar a las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo.
“Exceden el derecho de libertad de expresión”
Por otro lado, la portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Gabriela Bravo, ha pedido este miércoles “respeto” para el Tribunal Supremo (TS) por la causa que instruye contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y ha advertido que los “ataques” realizados este martes, entre ellos los de Jiménez Villarejo, contra esta institución “exceden el derecho de libertad de expresión”.
Bravo hace referencia, entre otras, a las palabras del ex fiscal anticorrupción que ha señalado que los magistrados del TS “son merecedores de la crítica incluso rotunda”. Jiménez Villarejo ha acusado a los miembros del Supremo de constituirse “en instrumento de la actual expresión del fascismo español” por estar a punto de suspender de sus funciones a Garzón.
Continuaré con más calma... e informaciones...