Blanco con Rubalcaba.
El ministro entró en el bar de la gasolinera poco después de que Bran contase los billetes de 500 euros que estaban en un sobre
José Blanco, azote de la corrupción y gran inquisidor socialista, en el 'banquillo'
Tras charlar con su primo en la barra, el ministro se acercó a Dorribo y le invitó a subirse a su coche oficial
A los 150.000 euros transferidos desde Andorra, Dorribo añadió otros 50.000 de su bolsillo
Ya no es sólo la palabra de Dorribo contra la de Blanco sino que hay auto judicial que considera verosímil que el ministro de Fomento aceptara un soborno de un empresario gallego.
Los detalles que afloran del sumario tiznan de negro la imagen del ministro de Fomento, cuyo papel como portavoz del Gobierno socialista y pieza clave en la campaña electoral de Rubalcaba queda cada hora más en entredicho.
El Torquemada que acusó a Rajoy de «envolverse en la gaviota» para no destituir a Camps, por algo tan nimio sobre unos supuestos trajes, se aferra como puede al sillón e intenta aguantar, confiando en sobrevivir a la riada y convertirse después del 20-N en la gran figura del socialismo gallego, pero tiene la cosa cruda.
Blanco se ha negado hasta ahora a dar explicaciones sobre su encuentro con Dorribo en la gasolinera y ha negado que se dejara sobornar. Pero los apuntes contables, las conversaciones telefónicas que figuran en el sumario y su propio enriquecimiento personal son indicios que hacen dudar seriamente de su inocencia. Los ´últimos datos que pública 'El Mundo', extraídos del sumario enviado por la juez de Lugo al Tribunal Supremo son llamativos.
El ministro se bajó de su coche oficial el día 5 de febrero y entró en la cafetería de la gasolinera de Guitiriz, donde le esperaban su primo, Manuel Bran, y el empresario Jorge Dorribo, que acudió a la cita acompañado por un amigo suyo llamado José Antonio López.
Bran y Dorribo se habían citado en la gasolinera media hora antes de la llegada del ministro, que venía de un acto oficial celebrado esa misma mañana en La Coruña. Bran había convocado al empresario en ese insólito lugar con un doble fin: cobrar los 200.000 euros en efectivo previamente pactados con Dorribo y utilizar la estación de servicio como punto de encuentro para que éste se encontrara con Blanco y se subiera a su coche oficial, con objeto de pedirle que hiciera gestiones a favor de su grupo de empresas, causa última del pago de la comisión mencionada.
Según las citadas fuentes, una vez que Bran contó el dinero, que estaba en un sobre en billetes de 500 euros, se levantó de la mesa en la que se encontraba con Dorribo y se fue hacia la barra de la cafetería. Allí esperó de pie a su primo, el ministro. Poco después llegó Blanco, que, casualmente, fue reconocido por un empresario que, posteriormente, estuvo con él en el almuerzo al que acudió en su coche acompañado por Dorribo.
Tras una corta conversación con Bran en la barra de la cafetería, el ministro se acercó a la mesa donde se encontraba Jorge Dorribo, le saludó y luego ambos salieron juntos del local para introducirse en el coche oficial del titular de Fomento.
Blanco afirma que en ningún momento hizo las gestiones que se le pedían y justificó la entrevista en el automóvil por el hecho de que él es un político «accesible» y a Bran le conocía por haber coincidido con él en alguna reunión con empresarios lucenses.
Sea como fuere, el caso es que, a partir de ese momento, altos cargos de Sanidad mantuvieron reuniones con técnicos de la empresa Nupel en el Ministerio, según se desprende de una serie de faxes que atestiguan esa fluida relación, así como diversos encuentros