La "estafa” de Moltó (CCM): dirigía “todo el negocio y provocó la liquidación de la caja”
@A. Rivera - 17/07/2010 16:30h
Sin Juan Pedro Hernández Moltó no se movía un solo papel en Caja Castilla-La Mancha. Dirigía “todo el negocio” de la caja, no informaba al consejo de administración y se “extralimitaba” de sus funciones. El Partido Popular asegura a través del departamento de penal del despacho de abogados Martínez Echevarría, controlado por el ex fiscal de Audiencia Nacional Ignacio Gordillo, que la actuación de Moltó, a quien acusa de “estafa”, resultó “determinante” para la intervención del CCM por el Banco de España.
La denuncia, a la que ha tenido acceso El Confidencial, detalla cómo era el modus operandi del ex presidente de CCM y el absoluto control del que gozaba el ex diputado socialista: se integró de facto en el Comité de Dirección, asistió a la “práctica totalidad” de sus reuniones, hasta el punto que, como afirmó el entonces director general, Ildefonso Ortega, y el secretario general de la caja, Alejandro López, ejecutaba funciones de gestión directa con los ejecutivos de la entidad, tales como los directivos de las unidades operativas de CCM y su grupo, incluyendo responsables territoriales y de zona, y asistiendo a comités comerciales.
Gordillo incide en las “graves irregularidades que han afectado negativamente al debido control interno de la entidad conscientemente buscado”. Estas irregularidades provocaron la “superación consciente y voluntaria en los límites de grandes riesgos, y contrayendo obligaciones a cargo de CCM que han provocado deliberadamente una inadmisible infracapitalizacion de la misma, determinando, en definitiva, su liquidación”.
Según el escrito, presentado en los juzgados de Cuenca el pasado 7 de julio, los hechos denunciados podrían ser constitutivos de un “delito de falsedad contable” del artículo 290 de Código Penal, al haberse realizado diversas anotaciones contables ficticias o haberse presentado falsas contabilidades, conforme la sentencia del Tribunal Supremo de 16 de febrero de 2001, así como de un “delito continuado de falsificación de documentos mercantiles”.
Favores a “personas y empresas determinadas”
Las pérdidas récord de Caja Castilla-La Mancha (1.400 millones de euros) y su consecuencia (la desaparición de la entidad) guardan relación con acciones “presuntamente dolosas”. Se concedieron créditos e inversiones que favorecieron, presuntamente, a “un número muy determinado de personas y empresas”.
En este caso, la denuncia detalla los supuestos de autocontratación de hecho respecto de las sociedades existentes en la corporación industrial de la caja, con “un resultado ciertamente negativo y que han determinado la quiebra técnica de la entidad, sólo salvada por la intervención del Banco de España, que en cualquier caso, apuntan al resultado de la desaparición de la CCM como entidad de crédito
