ARTUR MAS ANTE EL TSJC... Y ANDORRA ENVÍA UN METRO DE DOCUMENTOS.
Rafael
del Barco Carreras
Barcelona
16-10-2015. Se ha de reconocer que sabe montar numeritos, para goce y disfrute
propio y de TV3. Supera a su maestro Pujol. Aunque
sólo se reafirmen a si mismos, porque los independentistas son los mismos, y a
los demás catalanes, los del 52 POR CIENTO, toda esta parafernalia
y ritual únicamente nos encoge el ánimo, nos aterroriza.
Honrar
a los fusilados, o los paseos triunfales bajo bastones de mando convertidos en
espadas medievales, el consabido y enfocado anciano en silla de ruedas en
primera fila pidiendo independencia, los lloros de la Gispert abrazada
a su colega Joan Rigol, o el discurso del charlatán Junqueras,
me meten a mí y millones de catalanes y españoles, que oímos en casa las
terribles historias del antes y después de la llamada guerra civil,
en un inquietante viaje al pasado.
Yo
lo único que quiero, repito decía mi obrera madre, es que nadie
venga a casa buscando a tu padre para fusilarlo por burgués (que además ni de
lejos lo era) ni tenga que esconderse por las montañas hasta poder volver a
casa, añadía. Recuerdos imborrables, al igual que mi abuela cuando me contaba
que en la guerra de África del 21 al 24 buscó el cadáver de uno de sus hijos,
el tío Alberto, entre los montones de muertos esparcidos por Marruecos.
Pero
olvidándome de tragedias, entre las informaciones sobre las cuentas andorranas
del Clan Pujol, administradas por el hijo mayor, amigo de
Artur Mas, transformé en mi revuelta mente el gesto de Mas de la mano en el
corazón con los cuatro dedos abiertos, marcando barras, en el clásico gesto
de sujetarse o palpar la cartera al subir al metro. La aglomeración
en su entorno, o un lapsus en el estudiado guión, dejaron caer la mano por
debajo de la zona del corazón. Sonreí mi caboria, y hasta el catalanismo de la
frase DEJAR CAER, y seguí buscando sociedades de los Pujol.
Dicen que la gran mascarada
le conduce a la reelección, o incluso que refuerza a Rajoy para las generales.
El tiempo dirá, pero sin duda no añadirá nada bueno y nuevo a los catalanes, la
economía catalana, ni menos a la española. Y como siempre acabo,
mientras el BCE siga enviando euros a España… todos tranquilos… los cuentos de
los políticos… cuentos serán…