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Impuestos que gravan la vivienda

Como con tantas cosas, la información sesgada que nos llega, contaminada por las intenciones del Gobierno de que solo oigamos lo que les interesa oír, los impuestos que gravan la vivienda son muchos más de los que parecen. Se nos vende la idea de que la vivienda paga un IVA reducido del 10%, y es cierto, paga un 10% y no un 21%, pero... ¿acaso no hay más impuestos que gravan la vivienda?

Impuestos que gravan la vivienda

#impuestos que gravan la vivienda
EXCESIVOS son los impuestos que gravan la vivienda
Según la Asociación Provincial de Promotores Inmobiliarios y Agentes Urbanizadores de Valencia, la recaudación vinculada con la vivienda es «excesiva» porque no se limita al IVA reducido del 10%, sino que en términos globales supone hasta un 32% del precio total pagado por el comprador. Recordemos a tal efecto que, en otros tiempos, cuando hablábamos de aquel viejo Impuesto sobre el lujo que solo se aplicaba a automóviles y joyas, dicho impuesto suponía un 33% del valor pagado. Es decir, que aunque nos digan que la vivienda tiene un trato preferente, en realidad estamos pagando impuestos equivalentes al desaparecido IMPUESTO DE LUJO.
Las preguntas: ¿Es la vivienda un lujo? ¿A quiénes ha beneficiado más la burbuja inmobiliaria si tenemos en cuenta la barbaridad de impuestos que ha generado? ¿Por qué siguen tan altos los precios a pesar de todo?
Según la misma Asociación que admite que el IVA de la vivienda en España es de los más bajos de Europa, no hay que olvidar que la transacción inmobiliaria lleva aparejados una serie de impuestos que ya empieza pagando el promotor y que, lógicamente, se le repercuten al comprador final como más precio, aunque no aparezca la palabra impuestos. Además, se pagan impuestos sobre impuestos porque el IVA final se calcula sobre una base que ya incluye otros impuestos pagados previamente por el promotor.
Los impuestos que gravan la vivienda comienzan con los que gravan el solar y termina con el IBI que, además, no acaba nunca y es una condena de por vida, puesto que el IBI se paga y se vuelve a pagar cada año, con la particularidad de que no deja de subir.
Ramón Cerdá

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