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Me gustaría llegar a saber de donde nos viene a los humanos esa facilidad por juzgar a los demás. Creo, y sólo creo, que tal como anda la situación, tal como se ha desarrollado la historia de la humanidad que conocemos, porque la que nos han ocultado no la conocemos, y tal como anda el tema de amistades en realidad y por todas partes,  tendríamos que hacernos unas preguntas elementales antes de juzgar a nadie:
1.- ¿De qué conozco a esa persona a la que voy a juzgar?
2.- ¿Cuanto hace que conozco a esa persona a la que voy a juzgar?
3.-¿Cual y cómo ha sido su relación conmigo?
4.-En el caso de tratarse de personajes públicos que ni tienen relación directa o indirecta contigo creo que la pregunta antes de juzgar sería, ¿en qué me afecta a mi el comportamiento de esa persona?
¿Sigo?… venga pues….

No cabe duda que el feeling entre personas existe y que hay personas que no te caen bien sólo al verlas y sin que necesariamente te hayan hecho nada, pero eso no conlleva consigo el que ya se las pueda juzgar sin haberlas ni tratado ni conocido a fondo. No sería ni la primera vez, ni el primer caso, de conocer a una persona que de entrada te cae mal y con el tiempo se convierte en un gran amigo o simplemente conocido agradable de tratar. No sería ni el primer caso ni la primera vez, que aquel que mejor te cae y más confías te la pega por la espalda y sin aviso previo, y en ese caso, deja de ser bueno para ser malo y donde antes decías que era una excelente persona ahora le cuentas al primero que ves lo malo que era y como te ha engañado.
He dicho en algún que otro de mis textos habituales aquí, en Criterio Liberal, que la vida no es fácil para nadie; o mejor dicho, para casi nadie porque hay quien de familias acomodadas lo han tenido todo y más y han salido “ranas”, de la misma forma que hay quien de la miseria ha conseguido todo incluso ser una gran persona. No se si también lo he dicho, y si no lo digo ahora, que el único objetivo de quien juzga a los demás, sin ser juez de oficio, es el de perjudicarlo socialmente , crearle mala imagen y complicarle la vida. El objetivo esperado, además, es el de que esa persona cuente al resto y corra la voz. ¡¡¡qué excelentes personas son ese tipos de personas!!!, ¿no? ¡Esos si que son buenos! ¿eh?
Dijo uno que debía saber bastante del tema, que cada persona es un mundo y que hay que ponerse en la piel de los demás para saber mejor el por qué de muchos comportamientos, actos e incluso reacciones. Dijo Jesús según la Biblia, que el que esté libre de pecado tire la primera piedra y si entonces de piedras se tiraron pocas frente a sus palabras, a partir del día siguiente faltan piedras de las de tirar aquí y allá; en bares, en restaurantes, en una parada del autobús, en el mercado, en el corrillo del parque… es fácil escuchar conversaciones donde dos, tres o cuatro, tiran “piedras” a un quinto que no está presente y del que no conoces ni su cara pero que si te lo presentaran, después de lo que han contado o has odio, saldrías corriendo. ¿Somos los humanos tan inteligentes como nos creemos? ¿O lo que en realidad hay es mucho burro que se cree listo y encima se cree lo que le cuenta el primero que quiere joder a un tercero? ¡Parece mentira tanta falta de cerebro en una sociedad tan avanzada tecnológicamente, culturalmente y socialmente! ¡Parece mentira que todavía hoy seamos tan cortos de creernos a uno que viene y te cuenta un cuento sin que tu conozcas al protagonista y seas capaz, todavía, de creerte lo que te dicen sin duda alguna!!! Sí, parece mentira pero así es en el 2013 y después de siglos y siglos de mentiras, manipulaciones, engaños….
A mi me gustaría, que si has llegado hasta aquí leyendo porque eres de las personas que, como yo, queremos aprender cada día y la mejor forma actual de aprender es conociendo, leyendo, estudiando, pensando, razonando y volviendo a estudiarlo todo otra vez, que a partir de hoy antes de juzgar a nadie te hicieras las preguntas que arriba expongo. Me gustaría que dudaras de todo aquel que te viene a hablar de un tercero al que no conoces porque algo oscuro oculta ese que cuenta “cuentos” de alguien al que no conoces, ya que si no lo conoces, ¿qué te cuenta? ¿con qué propósito te lo cuenta?
La vida esta llena de falsos, de hipócritas, de manipuladores y fantasmas que son capaces de todo por ser importantes en su barrio o protagonista de su propio water, capaces de todo y más. Gente a la que no les has hecho nada y por el sólo hecho de decir lo que piensas ya intentan destrozarte la vida. Gente, que utilizan lo que haga falta por ser alguien al que se admire aunque sea hablando mal de otros.  Sería bueno para ti que todavía me lees, y que eso de leer ya sabemos que es para minorías pensantes y de ahí muchas de las cosas que nos rodean ya que las minorias deciden poco, que no me hicieras ni puñetero caso pero que razonaras un poco lo que intento exponer con el único objetivo de hacer de esta sociedad que nos rodea, nos oprime y nos confunde, una sociedad de gente que antes de juzgar a nada ni a nadie como mínimo razona. Difícil ¿eh? Por eso digo….
Para terminar un ejemplo: Hace años conocí a una chica que me empezó a hablar mal de un conocido; que si le debía dinero que si la había engañado, que si tal y que si cual, porque era muy malo. Yo, que conocía a ese personaje y sabía de sus andanzas complejas debido a una vida no menos fácil, me lo creí. Un día que lo encontré en un bar y compartíamos unas cervezas entró la chica, pasó por nuestro lado y ni me saludó.  Claro, al verme tomando unas cervezas con él era lógico, pensé en aquel momento.  El amigo me dijo a continuación. “cuidado con esa que acaba de entrar porque intentó besarme en una discoteca, me negué porque es un cardo borriquero y desde entonces me va poniendo a parir por todas partes”.  En ese momento creo que perdí la orientación, ¡ah, ¡sí? le respondí. ¡Vaya como está el mundo!, añadí, ¡Bueno, te dejo que tengo que hacer unos recados!, terminé.
Ahí empecé a hacerme las preguntas con las que he iniciado este escrito mientras me dirigía a mis tareas.  Verifiqué mediante mis propias respuestas que nada tenía yo que objetarle a pesar de su reputación. Nada me había hecho a mi sino al contrario, siempre me había parecido una persona normal y corriente. Incluso diría que agradable y con la que tenía  feeling… ¿Qué versión era la verdadera? ¿a quién tenía que creer yo? Ante falta de información y también, porque no decirlo, interés en el tema, decidí no creerme nada y seguir como siempre. Tomando cervezas con el amigo y viendo de lejos y cada vez menos a la supuesta “engañada”. Hoy, el amigo sigue siendo amigo y de los buenos, ella, no sé ni donde para.  Criterio Liberal. Diario de opinión Libre.
  • Juzgar a los demás
  • John Stuart Mill (1806-1873) ya era pre-Keynesiano…
  • No hay caso, ni lo habrá

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