¿Qué
ganamos con tanto progreso?
Me lo he preguntado infinidad de veces y el
balance que encuentro no es satisfactorio; ni mucho menos; el denominado
progreso ha venido para que controlado por unas minorías, nos pongan a su
servicio y nos conviertan en una nueva especie de esclavos, a los que atornillan
cada vez más; mientras ellos quedan cada vez más impunes en sus abusos, cuando
no verdaderos latrocinios. “Hasta nos engañaron miserablemente, poniéndonos unos
“defensores del pueblo” (que pagamos nosotros) y que no sirvan para
absolutamente nada; son unos más que lo que defienden es su panza y su
bolsillo.
Si ese progreso hubiese sido compartido y como
corresponde, con la sociedad que lo produjo y mantiene; nunca hubiesen
proliferado tantos y tan abultados (“bochornosos”) capitales, que como
sanguijuelas insaciables, al controlarnos cada vez más nos exprimen de las mil
formas en que lo hacen y dentro de ellas, muchas de forma tan sibilina que la
mayoría ni se da cuenta de ello. Veamos algunas
estampas.
Recordemos aunque
ya seamos viejos (“viejo no quiere decir
acabados, sino todo lo contrario, mucho más conscientes y despiertos para
apreciar las cosas y sin pasión de ninguna clase”) y veamos
algunas estampas de aquel pasado. En que felizmente, más que infelizmente; había
mucha menos tecnología esclavista que la que nos han colocado como “invisibles
argollas”.
Desde cuando ibas al banco y el empleado te atendía muy
amablemente, anotaba a mano el dinero que ingresabas... también aquel empleado
iba al Banco de España, con una vieja cartera de burda piel y a lo mejor en ella
llevaba dos millones de pesetas de la época en que un piso valía veinte mil
duros y nadie lo molestaba... al retirar el dinero o ir a pagar una letra o
recibo, siempre te atendían con rapidez; si se acumulaba alguna clientela más,
siempre se ponía al lado otro empleado de la banca, para que salieras pronto y
contento, jamás había colas... el cobrador (que había a cientos incluso los
bancos te cobraban sus letras y recibos a domicilio) te cobraba en tu casa el
recibo de la luz, del agua, del seguro, de cualquier cosa que tuvieses que pagar
mensualmente y del importe que fuere (los recibos eran mensuales y había
infinidad de personas que con ello se sacaban un sobresueldo cobrando a
domicilio)... te enviaban las facturas por correo y todas llegaban fielmente a
su destino (hoy se pierden muchas, “por lo que sea”; las eléctricas sobre todo y
aquí donde vivo dicen que la culpa es del correo) el correo si era destino la
ciudad y si lo depositabas a las 9/10 de la mañana, antes de las 3 estaba en su
destino... de Madrid y muchas otras capitales tardaba 24 horas, de Barcelona o
La Coruña 48 horas máximo: El teléfono daba gusto cuando llamabas para una
información, todo era amabilidad; las llamadas urbanas estaban incluidas en
la cuota a pagar que creo recordar era bi-mensual y las llamadas interurbanas te
llegaban con el recibo debidamente detalladas, había miles; miles de
empleados en la “Telefónica” que han desaparecido, hoy llamas y te suena una voz
(posiblemente desde Perú o más allá y te despacha casi como un autómata, que es
con lo primero que te encuentras... con eso de, “pulse el uno, dos, tres... y
“la madre que los parió”, a todos estos deshumanizados que quieren convertirnos
en robots o peor aún... en siervos que como aquellos de antiguo... tenían que
arrodillarse puesto que no les estaba permitida mirar a su amo directamente a
los ojos... ¿esto es progreso? ¡¡Y una
mierdaaaaaaaa!!.
Hoy te cobra el banco... “hasta por la falsa sonrisa que
te presta el empleado si es que su propia amargura se lo permite” (puesto que
son otros esclavos más); la Hacienda Pública ya te obliga a que le pagues vía
Internet, o que recurras a un gestor (¿en todos los países de nuestro entorno
existe “la papelancia” que existe en esta esclavista España, donde es imposible
entenderse directamente con quién te gobierna exprimiéndote?)... ¡Ya
hasta las muy abusivas multas que te ponen al infringir las complicadísimas
leyes o normas de la circulación, quieren que las pagues igualmente por Internet
o por gestoría! ¿”nos exigirán pronto que vayamos a fregarles las oficinas y los
WC”?.
Nos embaucaron y doraron la píldora, con la
domiciliación bancaria y aceptamos (cuantos miles y miles de
cobradores dejaron en el paro este simple hecho) ¿cuántos empleados han
eliminado las tarjetas de crédito y las del cajero automático, o las máquinas
expendedoras automáticas, los autoservicios y más aún las grandes superficies?
(es mentira que todo ello nos abaratara el coste de la vida, ha sido todo lo
contrario y acentuado ello, por la imposición del dichoso euro, que no nos
benefició en nada a las masas); el lechero te llevaba la leche a casa, el
panadero el pan, el chiquillo de la tienda lo que hubieras comprado y que no
pudieras o no te interesara llevar cargando tú con ello. El repartidor de
sifones y gaseosas igualmente... incluso la basura te la recogían casa por casa
“el basurero”, que se hacía notar avisando cada cual “con un sistema propio”,
incluso el aceite de aceituna, te lo llevaban a casa en cántaras de hojalata con
capacidad de unos veinte o veinticinco litros, y te lo echaban incluso en “la
ánfora” que muchos teníamos de igual metal y donde se guardaba “el aceite para
todo el año” y el que venía directo desde la almazara a mucho mejor
precio.
¿A quién ha beneficiado de
verdad tanta automatización, tanta uniformidad, tanto ordenador... y cuántos
millones de personas perdieron el empleo por ello... y qué hemos ganado los
demás? Y ¿cuántos nos ha costado y sigue costando?... “nos han convertido en
esclavos (reitero) de un sistema que en vez de ayudarnos nos esclaviza y todo
esto hay que estudiarlo y recuperar mucho de lo que hemos perdido... ¡¡No somos esclavos!!
¿De todo esto no se han dado cuenta esas organizaciones
que existen para defender al consumidor y usuario? ¿Ni los sindicatos obreros ni
los que dicen defender a la empresa? Lo que vengo diciendo y repitiendo, estamos
indefensos totalmente y como lo estaban en épocas de muchos siglos atrás... “la
burocracia no sirve para nada y es al contrario, con ella nos aplastan mucho
más”.
¿De verdad tenemos gobiernos
y estos se preocupan de gobernar bien? No me lo creo, es mentira... una de
tantas que ya nos hacen la vida bastante amarga.